Muerte y Vida

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Despertó por la vibración de su celular bajo la cabeza, no sabía qué hora era ni cuánto tiempo había estado durmiendo, pero la cabeza se le sacudía y le palpitaban las sienes.

Con un bostezo, dejó el celular en el velador y se dirigió al baño. Desde el espejo, sus ojos se veían hinchados y rojos. No recordaba haber llorado mucho después del funeral, pero sí recordaba haber dormido todo el día y toda la noche, había terminado emocionalmente exhausto.

Al salir, se encontró con su madre que iba a buscarlo para tomar desayuno y la siguió hasta la cocina para sentarse a su lado.

—¿Cómo estuvo el funeral? —Su madre no pudo asistir debido al trabajo y a que los funerales realmente la descomponían, pero se aseguró de dejarle dinero y un mensaje para la señora Bang, ambas habían sido muy buenas amigas en el pasado y el cariño debía seguir presente.

«Bonito» quiso decir, pero en seguida se contuvo. Siempre encontró algo fascinante en los funerales, no sabía si era la libertad con que todos podían sentirse tristes o la naturaleza del dolor, pero le gustaba estar entre tanta gente sufriendo y sabía que su madre no apreciaría su afición de la misma manera.

—La prima de YongNam cantó una canción y la señora Bang se desmayó, fue horrible la forma en que la gente comenzó a llorar después de eso. —Se encogió de hombros y su madre negó con la cabeza.

—No es para menos, no puedo imaginar lo que es perder a un hijo de esa manera. —Vio sus ojos humedecerse, probablemente estaba recordando el pasado.

—Lo bueno, dentro de todo, es que no fue ninguno de nosotros. —Sabía que era un pensamiento egoísta, pero no podía pensar en algo menos egoísta que YongNam tomando su propia vida sin considerar el daño que esa decisión causaría.

—Cariño. —Su madre le acarició le mejilla luego de darle el último sorbo a su té—. Te amo, ¿lo sabes?

JunHong se levantó y rodeó la mesa para abrazarla cómodamente. La mujer se recargó en él y permanecieron así largos segundos.

—También te amo, mamá.

No era muy común para ellos hablar de sus sentimientos, pero ambos se habían sensibilizado con lo que estaba viviendo la familia Bang. Y JunHong tampoco podía imaginarse estar en el lugar de los hermanos Bang, no podía siguiera imaginar perder a JunSeo de esa manera tan definitiva.

Si algo aprendió en el funeral de Bang YongNam, fue que debía vivir cada día como si fuera el último. Y disfrutar a sus familiares mientras estos permanecieran a su lado.

—¿Irás a clases hoy? —Su madre se soltó del abrazo y se alejó secándose las lágrimas.

JunHong se aclaró la garganta y asintió.

—Sí, creo que me hará bien despejarme un poco.

No tenía muchas ganas de ir a la universidad, tampoco le parecía que ahí fuera a tener mucha interacción con otras personas, pero sí podría dejar de sentirse como un alma en pena y eso era suficiente para él.

Volvió a su habitación y tomó su celular para enviarle un mensaje a JunSeo, ignorando los que no había leído de KiBum. Su hermano no tardó en responderle por lo que se distrajo conversando con él y poniéndolo al día con todo lo que estaba pasando.






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—Entonces, ¿fuiste al funeral?

De lo único que se hablaba en el lugar era de la muerte de Bang YongNam, JunHong no escuchaba otra cosa y sentía náuseas cada que lo hacía.

Suspiró y lanzó una mirada hastiada a su mejor amigo, asintiendo.

Requiem [BangLo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora