Harry Potter || One Shots

B I L L [XV]

Advertencia: Corto.

El dos de mayo de 1998 ya había pasado hace tiempo, hace cinco años para ser exactos. Cinco años desde que perdió a Fleur. Al principio estuvo en una gran depresión, pues, no sólo había perdido al amor de su vida sino que a Fred, su hermano, también. Pero tuvo que seguir adelante, armar su vida con la falta de sus seres queridos, como todos.

A pesar de todo aquel recuerdo tan doloroso, el día había comenzado bastante bien. Su madre le había preparado un gran desayuno aquella mañana.

Desde lo ocurrido, se había vuelto más unido la familia, sobretodo con su madre. Además, ya no poseía aquella hermosa casa a las afueras de Tinworth. Aquel lugar era demasiado grande para él sólo, demasiado...vacío. Hace cuatro años había decidido venderla y comprar una casa pequeña en un pueblo casi tan alejado como la casa de sus padres. Sin embargo, había noches que las pasaba en la madriguera, y la anterior fue una de ellas.

Luego de unos trámites en Gringotts y más papeleo en su oficina, salió de la institución con su maletín en manos, cansado y con un gran apetito.

Estaba a punto de cruzar hacia el otro lado para buscar alguna cafetería, cuando sin darse cuenta, chocó con alguien, más bien una chica. Todos los papeles ajenos terminaron esparcidos por el suelo y Bill quiso morir allí mismo. Con rapidez levantó todos y cada una de las hojas y se las tendió a su dueña, que tenía una agradable sonrisa a pesar de lo ocurrido, algo que agradeció por dentro.

—Gracias —Le dijo cuando sus papeles estuvieron en sus manos nuevamente.

—No, lo siento, no miré...lo lamento —La desconocida no pudo evitar reír ante tanta disculpa y para cuando el pelirrojo lo notó, rió con ella algo nervioso.

—Descuida, en serio —Sonrió por última vez y se volteó sintiéndose relajada para poder sonrojarse tranquila ante la caballerosidad de aquel chico.

Por otro lado, Bill se quedó mirándola unos segundos mientras esta caminaba hasta vaya a saber dónde. Vamos, Bill. Hazlo. Se dijo. No seas estúpido, Bill, es hora de crecer, vamos. Mueve tu trasero e invítala a tomar algo. Fleur querría eso.

Suspiró temeroso cual adolescente y se acercó a la chica a paso rápido. —Oye —La chica de cabellos hasta los hombros volteó felizmente, festejando por dentro. —Me llamo Bill, un placer —Le tendió la mano con una media sonrisa.

—Olivia —Tomó su mano con gusto y la sacudió para luego arquear una de sus cejas como esperando algo del chico de la gran cicatriz. Él no había ido hasta ella sólo para presentarse, lo sabía.

—Yo... —Pasó una de sus manos por su nuca, tocándose el cabello nervioso. —Me preguntaba si te gustaría acompañarme a comer algo, ¿Qué...qué dices?

Y no tuvo que esperar mucho tiempo ya que Olivia respondió un gran "—¡Sí! —" y comenzó a caminar para luego mirar hacia atrás, esperando que Bill se mueva.

Aquello iba a ser interesante.