Hide & Seek → Jungkook (BTS)

D i e c i n u e v e

Intento con todas mis fuerzas levantarme y salir corriendo, pero ni siquiera soy capaz de mover alguna parte de mi cuerpo, sólo me quedó allí, acostada en el frío piso, contemplando su rostro y detrás de él, el oscuro cielo adornado con lindas estrellas y una luna llena brillante, la cual es tapada segundos después con el rostro de otro chico.

Ambos jóvenes se ven entre sí y el primero de ellos se agacha cerca de mí, pasando una de sus manos sobre mi rostro, esperando que mis ojos siguieran sus movimientos o que de alguna manera reaccionara, pero no hago nada, el alcohol tiene ese mágico efecto de hacerte perder los sentidos y olvidar tu vida por un instante.

—Hyung, creo que está muerta. —El segundo chico me ve con preocupación y por dentro río, ¿Muerta? Ojalá.

—No lo está, Hoseok. —Un tanto enfadado rueda los ojos ante las ocurrencias de su amigo y después de eso toma uno de mis brazos. —Ayúdame a levantarla.

Hoseok, como le había llamado, ni siquiera lo duda dos veces antes de tomar mi brazo izquierdo y ayudar a ponerme de pie, al estarlo ninguno de los dos me suelta, puesto que la fuerza de mis piernas está por allá, en marte.

El más bajó pasa mi brazo sobre sus hombros y me sostiene con fuerza de la cintura, mientras que el otro hace lo mismo, sólo que deja su mano sobre mi cadera. Ambos me guían hacia un auto y ni siquiera opongo resistencia (que aunque quisiera es una misión imposible). Me acuestan en la parte de atrás y después toman asiento en frente. Cierro mis ojos más no pierdo la conciencia, sólo estoy cansada y quiero oscuridad, mucha e infinita oscuridad.

—¿A dónde vamos? —Reconozco la voz de 'Hoseok' y presto atención a las palabras del otro chico, que ni siquiera sé su nombre.

—A su casa. —Puedo imaginar al chico asentir y es cuando quiero gritar y rogarles, "¡No! ¡Con Jungkook no!".

En su lugar un gemido bajo abandona mis labios y ambos guardan silencio, pero seguro lo han escuchado. Hoseok, puedo adivinar, pone una de sus manos en mi rodilla y da palmadas en ella, algo que me reconforta y en silencio gimoteo, teniendo repentinamente unas inmensas ganas de llorar.

—Jungkook se molestará... —Habla el chico lindo, así le he apodado ahora.

—No le vamos a decir nada.

—¿Entonces qué haremos? Yoongi, tú y yo sabemos lo que ha hecho.

—Lo sé, lo sé, pero... —Hace un ruido con sus labios y puedo adivinar que no quiere decirlo, pero finalmente lo hace. —No quiero que Jungkook y Jimin vuelvan, casi pierden Hoseok, de no haber sido por...

—Exacto. —Hoseok explota, suena tan enfadado que me impresiona, no lo conozco, pero en estos minutos (que para mí han parecido horas) noté que era más calmado y comprensible que su amigo. —Por ella ambos están vivos y siguen estándolo, porque ella se está haciendo cargo de la deuda. —Hace énfasis en la palabra "ella" y finalmente lanza una maldición, ahora él es quien está molesto.

—Y no la vamos a dejar sola Hoseok, cálmate. —El suspiro de 'Yoongi' suena cansado. —Al contrario, vamos a ayudarla, ¿Sí? Esto será un secreto entre nosotros tres. —Finaliza y ambos callan, su silencio habla por todos aquí.

Y finalmente el mareo me vence, caigo rendida y me quedo dormida durante unos minutos antes de escuchar la puerta abrirse. Vuelvo a mis sentidos y ahora sólo es Yoongi quien me ayuda mientras Hoseok empieza a caminar frente a nosotros con mi bolso en mano.

—Agh, ¿Cuánto tomaste? —Pregunta con cierta molesta mientras caminamos.

—No lo suficiente. —Arrastro las palabras y de haber estado en otro contexto seguro me habría reído, pero en su lugar sólo hay un silencio incómodo.

Hoseok abre la puerta de mi apartamento y en cuanto estoy dentro me zafo de Yoongi y no sé cómo encuentro la fuerza para correr hacia el baño, al estar dentro caigo en mis rodillas, lo que ocasiona un intenso dolor en estas, y al final regreso todo el alcohol ingerido. Me sostengo de la taza y vomito sin parar.

Alguien se posiciona detrás de mí y toma mi cabello para que éste no se ensucie, mientras da unas leves palmaditas y frotes en mi espalda, al terminar el chico me pasa papel y limpió mi nariz y boca. Al abrir los ojos y enfocar mi vista me encuentro con Yoongi, me sorprendo al instante pues a mi parecer no le caí ni caigo bien.

Nos quedamos mirando, su mirada es fría no dice nada, todo lo contrario a la mía, que es un libro abierto. Se agacha y me ayuda a ponerme de pie, me lleva a mi habitación y me sienta en la cama, después de eso sale y me deja ahí sola. Sonrío en cuanto veo un vaso con agua en la pequeña mesa de noche y antes de quedarme dormida me saco la ropa, poniéndome finalmente la camisa de Jungkook sabiendo que es lo único que necesito.

Abro mis párpados con lentitud y en cuanto mis ojos se acostumbran a la luz de la mañana que se filtra por la ventana me llevo una de mis manos a la cabeza. Me siento en la cama y en seguida tomo un vaso de agua que está en mi mesa de noche el cual ni siquiera recuerdo haber dejado allí. Cuando voy a la mitad abro mis ojos en demasía y escupo el agua al recordar todo lo de anoche.

La he cagado.

Después de haber encontrado mi celular llamo a Chan y salgo de mi habitación, teniendo la sensación que me asfixiaré si no salgo a dar un recorrido por todo el apartamento. Cuando escucho su voz al otro lado abro mi boca para hablar, pero antes de siquiera pronunciar palabra alguna mi celular sale volando de mis manos. Al darme cuenta me encuentro con él.

Yoongi, si no mal recuerdo. Cuelga inmediatamente el celular y en lugar de devolvérmelo lo guarda en su bolsillo trasero, persigo el aparato con mi vista y al hacerlo veo a alguien detrás de él, completamente dormido en el sillón; Hoseok.

—¿Pero qué...? —Frunzo el ceño y veo al chico, confundida.

—Nos agradecerás después.

—¿Agradecer, por qué? —Le sigo hacia la cocina y como si fuera su casa saca una caja de cereal y leche.

No me contesta, se limita a servirse los cereales y comerlos lentamente, cuando estoy a punto de reclamarle es cuando unos fragmentos de la noche pasada se vienen a mi mente, que igualmente no sirven de mucho porque sigo confundida.

—¿Significa que van a ayudarme? —Titubeo, no estando segura si eso es correcto.

—Bingo. —Dice sin ganas, dándome un asentimiento con la cabeza antes de seguir comiendo.

O está muy bien o muy mal.