Dos idiotas enamorados.[FF Rubius]

Capítulo 2

—Firma aquí, aquí y aquí.—me dice el ahora ex-dueño de la casa, le ago caso y firmó le miro y sonrió de oreja a oreja.—Muy bien chiquilla, ya tienes casa.—

Aplaudo y grito de emoción, el señor se levanta y coge su última mochila, no entiendo porque se va de este piso si es perfecto.

—¿Porqué me as vendido este piso? Es perfecto ¿Acaso tiene espíritus o algo?—el rie y niega.

—Pronto lo entenderás.—me sonríe y se va.

Mi madre me llevo todas mis cosas y me las colocó, asi que mi piso ya esta personalizado. Voy acia mi ahora habitacion y colocó mi ropa en el armario. De repente se escucha un grito y yo me asusto, se vuelve a escuchar y se que vienen de la casa de enfrente, me dirigo corriendo acia allí y aporreo la puerta.

—¡Oye abre, abre!¿¡Estas bien!?—grito preocupada por mi vecino, el señorito ojos verdes me abre la puerta sonriendo.

—Hombre tu por aquí, hola—rie el.

—¿Porqué gritabas?—le pregunto sería.

—Estava grabando un video de miedo.—me sonríe.

—¿Eh?—estoy confusa, ¿vídeo? ¿para que?.

—Si pasas, te explico.—me abre la puerta de par en par para dejarme pasar, entro y me dirigo al salón, es igualita que la mia.

—Bonita casa.—murmuro, esta muy bien decorada y es como friki, me encanta, para decir verdad siempre eh sido un poco friki, tengo mis sudaderas, convers y tejanos, algún que otro póster, y muchos peluches y algunas figuritas, así que en este piso me siento agusto. Examinó el hogar, hay fotografías de el en ¿Noruega? si creo que es hay, fotos con su familia, una foto de él y un chico, y otra de una chica seguramente su novia que triste, con lo guapo que es el señorito, me dirigo acia el sofá y veo un cojin que me ace gracia, hay un corazón y una foto dentro de el del chico de la otra foto y pone siempre tuyo, me río por dentro y sigo examinando, me llama la atención un hermoso gatito negro y blanco, le toco la cabezita y el ronronea. Me giro y me encuentro sus ojos verdes mirándome, aun nose su nombre y ya eh entrado a su casa, bien Marta bien.

—Bueno ojitos verdes¿como te llamas?—el rie por mi forma de llamarle y se sienta en el sofá y yo le imitó.

—Ruben, aunque me puedes llamar Rubius.—dice el mirándome y sonriendo, siempre sonríe que mono.—Y tu tetitas de azúcar, ¿como te llamas?—le miro levantando una ceja¿me a llamado tetitas de azúcar? uh que hostia.

—Marta, me llamo Marta, y mejor que no me vuelvas a llamar tetitas de azúcar, oh la tenemos guapo.—le sonrió, y el rie por mi "amenaza".—¿Me vas a explicar?—le pregunto, y el asiente.

—Bueno, Marta, yo ago videos en YouTube.—asiento, y recuerdo, son esos llamados youtuber, vale vale, seguramente ahora a subido un vídeo suyo jugando a algo de miedo, ahora entiendo, se todo esto porque estoy obsesionada con Wismichu, y si, solo porque es guapo, la verdad esque mucha risa no me ace, pero esta re'bueno, aunque este le supera.

—Si, ya se, juegas a juegos, y los cuelgas ¿verdad?—el asiente.

Tocan a la puerta, y Rubius se levanta a abrir, se escucha una horrible voz de pito, y yo me levanto aver quien tiene esa voz, le mataré por dañarme los oídos, me asomó y la chica morena de la puerta me mira y luego mira a Ruben y le pega una hostia que suena por triple, ¡DIOS! eso debe de doler, me dirigo acia ella y aparto a Ruben que está con los ojos llenos de furia, madre mía, este mata a alguien. Me giro a la morena agresiva.

—¿Quien te crees para pegarle?—le pregunto demasiado borde.

—Su ex—me responde con esa voz de pito,¿su ex? Ai madre, ai madre, ¿eh roto una relación? ¿o ya abian cortado? que lío.—Avia venido a darle otra oportunidad, pero veo que ya te tiene ati.—me sonríe irónica,¿que,que? La miró sonriendo yo también irónica, si quiere pelea la tendrá.—Te aviso una cosa, todo lo que el te aga en la cama, lo aprendio conmigo.—me giro a Ruben y abre los ojos como platos, y niega con la cabeza, miro otra vez a la voz de pito, ladeo la cabeza y le sonrió.

—Lo disfruta mas conmigo que contigo hermosa.—miento, esperó que duela, no soy muy buena en dejar mal a la gente, ella abre la boca y los ojos,¿ofendida?Eso espero.—Bueno, cariño, estábamos ocupados, adiós.—le sonrió irónica y cierro la puerta en sus morros. Se la escucha gritar, y alejarse, me giro y miro a Rubius con una sonrisa de triunfo, el niega con la cabeza y rie. Vale, se que lo acabo de conocer, pero esa no tiene derecho a pegarle, y me a salido solo el instinto de protección. Me pongo de puntillas y le revuelvo el pelo, si, el me saca una cabeza o dos, soy una baja.