CAPITULO X

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°●Deseos●°

Todos estos días a lado de Kay eran los más perfectos, hermosos, e intensos que había vivido en toda mi vida. Nuestros encuentros cada día eran más largos, pues él trataba de quedarse un par de horas más ¡que aprovechábamos al máximo para estar juntos!

Esperaba con ansias verlo aparecer en la entrada de mi cueva, pasaron unos pocos minutos cuando el apareció.

- ¡hola cariño! ¿Lista para ir a dar un paseo? -emitió feliz.

- ¡sí! ¿Pero adónde vamos a ir? -Le dije curiosa. Ya que el día anterior dijo que me tenía que mostrar algo y que lo quería hacer en un lugar especial.

- ¡no te puedo decir por qué es una sorpresa! -Me respondió sonriendo.

Yo hice un puchero, y él se acerco a mi - ¡no seas ansiosa ya lo verás! -me dijo evidentemente animado.

Me dio un beso rápido y tomándome cariñosamente de la mano, salimos de la cueva. Solo eso basto para que mi corazón empezara a latir muy rápido.

Como él sabía que yo me molestaba si se reía por mis reacciones, solo se limito a sonreír.

Pasaron unos minutos antes de llegar a una impresionante cascada nos detuvimos y él se me quedo viendo.

- ¿ya llegamos? -le pregunte.

- ¡ya casi! -Me dijo entusiasmado.

Yo no pude preguntar mas pues él me puso un brazo en mi espalda y el otro lo paso por mis piernas, e inmediatamente me cargo. Cuando comprendí que estaba entre sus brazos, ya estaba corriendo cascada arriba, en unos segundos estábamos totalmente empapados. El agua estaba fría, pero la sensación de sentirla golpeándolos el cuerpo, como pequeños masajes era magnifico. A mitad de la gran cascada nos introducimos al interior de ella, me impresiono eses lugar, nunca pensé que detrás de esa cascada pudiera haber una cueva, y menos como esa. Kay me bajo con suavidad, yo no pude dejar de admirar aquel lugar, era hermoso lo que más me gusto fue la dizque "puerta" pues era toda aquella agua que bajaba en cascada, por dentro el agua era tan cristalina que se podía admirar a la perfección todo el exterior, pero por fuera no se podía ver aquel lugar, era como un escondite.

- ¿Amor cómo supiste de este lugar? -Le dije sorprendida.

- ¡he vivido muchos años aquí! -Me respondió. -pero esto no es todo lo que te quiero mostrar. -Agrego.

- ¡¿a no?! -Emití más sorprendida. Pues no podía creer que hubiera algo más sorprendente que este lugar.

El se me acerco por la espalda me tomo por los hombros y mientras me besaba la mejilla me dijo ¡estas lista cariño!

- ¡sí! -Dije emocionada.

El extendió los brazos y quedaron delante mío, hizo un ademán como de separar algo y yo quede paralizada al ver lo que ocurrió, no podía creer lo que mis ojos veían. El agua que estaba en frente de nosotros se separo por la mitad como si hubiesen corrido unas cortinas.

- ¿pe... pe...pero cómo? ¡¿Tú lo hiciste?! ¿Cómo puedes? -emití confusa pues la sorpresa era muy grande.

El se rió con ganas y volvió a poner sus manos en mis hombros y vi como el agua regresaba a su lugar. El me giro para poder ver mi rostro, pues yo seguía tan sorprendida como para moverme. Se volvió a reír.

- tranquilízate ¡o te va a dar un infarto! -Bromeo.

- ¡¿puedes mover el agua?! -Dije igual de sorprendida.

ENTRE LAS SOMBRAS©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora