CAPITULO IX

1.2K 102 5
                                    

°●Encuentros●°

¡Todo me resultaba increíble! ¡No podía creer que deseara tanto que fuera de día para volver a verlo! y ¡eso que solo llevaba minutos de haberse marchado! Por lo que para matar el tiempo me puse a hacer un par de cosas que tenía pendiente en mi cueva, cuando termine. El cansancio me venció y me quede profundamente dormida.

Al despertar él ya se encontraba recargado en la entrada de mi cueva.

- ¡Buen día Leah! -Me saludo, con una flamante sonrisa.

- ¡Buenos días! -Respondí mientras bostezaba, pues me encontraba todavía adormilada.

- ¿Por qué no duermes un poco más? yo regresare en un par de horas. -Emitió Kay.

- ¡No! ¡Espera ya no tengo sueño! he dormido más que otros días. -Dije apresurada. Y me recrimine de inmediato por mi tono un tanto desesperado.

- está bien. -Respondió con la ya típica sonrisa que me paralizaba, entonces te dejo para que hagas lo que tienes que hacer, vuelvo en treinta minutos ok.

- ok. -Me obligue a decir.

El sonrió nuevamente y salió de la cueva. Aun no entendía que quería decir con eso, pero me basto solo mirarme para comprenderlo. (El pelo alborotado y mi suéter negro todo arrugado.) Busque mi ropa que estaba tendida en una roca, como acababa de lavar en la noche, aún no se encontraba seca. Tome un short negro y una la blusa coral ya que era lo más seco que había. Me fui a una cascada que estaba cerca de mi cueva, me duche y me cambie lo más rápido posible.

Cuando regresaba a mi cueva él todavía no llegaba, lo espere solo un par de minutos pues el apareció muy rápido. Se detuvo en seco, a unos cuantos pasos de mi.

- ¡vaya! -Exclamo. - Te ves.... ¡Muy bien! -Agrego.

- gracias. -Dije avergonzada.

El me seguía viendo fijamente tanto que me hizo ruborizar aun más, tuve que romper el silencio y las miradas, pues a él no se le veían intención alguna de hacerlo.

- y ¿Qué vamos a hacer? -Dije algo nerviosa.

- mm... ¿qué quieres hacer? -Dijo todavía distraído.

- ¡no entendiste lo que trate de decirte! -Le reproche.

- ¿A qué te refieres? -Pregunto pensativo y ahora si tenía toda su atención.

- a lo que... que sentimos. -Respondí aun más nerviosa y con el corazón vuelto loco.

- ¡¿Cómo que, Qué vamos a hacer Leah?! ¡Quiero que estemos juntos! ¡¿Acaso Tú no?! -Agrego fervientemente.

Claro que quería, pero sabía que era algo imposible.

- yo... -Emití.

- ¡¿no quieres?! -insistió algo afligido.

Imposible, imposible resonaba en mi cabeza. - ¿pero imposible por qué? -Me reproche. Yo también merezco ser feliz. -Me dije a mi misma.

- ¡está bien vamos a intentarlo! -Dije finalmente.

El se movió instintivamente para abrazarme, pero no lo hizo, debió ver mi cara desconcierto, pues para mí todo era muy rápido. Aunque quería que me abrazara no pude evitar poner esa expresión en mi rostro. Así que en lugar de eso él se limitó a sonreír. Creí que él se molestaría por mi rechazo, pero son río de una forma mucho más rebosante, que supe que él me comprendía.

ENTRE LAS SOMBRAS©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora