Mi Mayor Accidente

23

Una semana. Dos semanas. 3 semanas. Casi 4 semanas hace que no sabemos nada de Francisco. Hace casi un mes que no aparece. Supimos que esta en Europa, gracias a Megan, solo porque le dio un acto de bondad. 

Con Nick estamos cada vez mas juntos, buscando algún indicio de donde puede llegar a estar, pero nada. No hay nada. 

Me siento como en Ciudades de papel, de John Green, en el que Quentin y sus amigos buscan toda pista de Margo para saber donde es que esta, pero resulta ser que ella no quiere que la encuentren. 

Yo conozco a Francisco, se que esta en alguna parte pensando en que la respuesta es muy obvia y que somos muy inútiles, o que sencillamente no nos importa. Cosa que esta mal. 

No, gente. No estoy diciendo que me guste, pero simplemente me preocupa, y cierta parte de mi esta sintiendo culpa en este momento. Si, admito que tanto como Nick y yo tuvimos culpa de su enojo, pero tampoco esperábamos que reaccionara de esa manera, no se nos cruzo ni un segundo que se levantaría y se iría. 

Si, llamamos a la policía. Si, rastreamos el teléfono. Si, hicimos todo lo que estas pensando. Yo no quise hacer mucho, pero les cuento, si en la escuela me llamaron 10 veces, es muy poco. Alumnos, profesores, la directora, la cocinera. Hasta el conserje me llamo para ver si sabia algo de Francisco. 

Realmente creo que es una exageración, pero lo hacen, no se porque. Si hubiera sido yo, nadie se hubiera dado cuenta. Lo apuesto. Es más, mañana me voy. Como si no tuviera plata para hacerlo. 

Plata... plata... plata... Ya se. Es muy obvio.

Llamé a Nick inmediatamente lo pensé.

- ¿Hola? 

- Nick, soy yo, Bar.

- Hola Bar, ¿Paso algo? ¿Sabes algo?

- Mas o menos ¿Estas ocupado?

- Realmente no. Hoy no practica, gracias a Dios. 

- ¿Puedes venir?

- ¿Donde estas?

- En el instituto.

- ¿Que haces ahí?

- Te lo voy a explicar cuando llegues. - y corté.

Creo que no me entienden. Y si alguien lo hace, fue porque prestaron atención. Well done, darling.

Mientras espero a Nick, me doy una vuelta por los casilleros, y se me prendió el foco. Si mi teoría es que Francisco sigue aquí, hay que fijarnos en el casillero. Bueno, ahí no nos fijamos. 

Son las 5 de la tarde, es totalmente raro que haya alguien en el colegio, y ahora, si es raro ¿Que haces ahí Bar? La escuela sigue abierta hasta las 8, por la biblioteca.  ¿Por qué digo esto? Porque estoy viendo a alguien acercarse a en la sección de casilleros que estoy yo. Y no, no es Nick. 

Oh madre santa. ¡Lo sabía! 

- ¡Francisco! - Grito cuando se acerca a su casillero. Se giró sorprendido. Se dio la vuelta y empezó a caminar más rápido. Lo seguí corriendo, y cuando estaba por llegar a la esquina, lo alcancé y lo abrasé por la espalda. 

  - Barbara. Déjame.

 - ¿Puedes quedarte un rato más?

- ¿Para que? 

- Tenemos que hablar.

- Para eso tienes a Nick. Ahora, déjame.

- Francisco. No.

- Barbara, por favor. - Se giró y tenia los ojos lloroso. Auch.

- Fran, tenemos que hablar. Y no me importa hacerlo en contra de tu voluntad. Solo tengo que decirle a Nick que no venga.

- ¿Lo llamaste? ¿Para que? 

- Porque antes de verte a ti, íbamos a , bah, yo iba a revisar tu casillero para ver si había algún indicio de donde te estas quedando.

- ¿Sabían que estaba acá?

- Yo lo sabía, se lo iba a explicar a Nick ahora cuando llegara.

- Dile.

- Ahora mismo. Pero - le tomo la mano - te quedas aquí. 

Cuando llamo a Nick, le digo que ya esta, que después le explico, que surgió algo en la casa.

- Listo. ¿Vamos? 

- Vamos.

Y puedo jurar ver una sonrisa tirando de sus comisuras.