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Explicaciones
El trayecto hacia su casa transcurrió en silencio. Lion puso toda su concentración y la poca cordura que le quedaba en mantener la boca cerrada, no quería sentir resentimientos hacia el ser que le había dado la vida, pero en ese momento no podía pensar en nada más. Génova por su parte parecía comprenderlo muy bien, por lo que guardo silencio y respetó su decisión de no hablarle.
Cuando llegaron, se apresuró en subir a su habitación y encerrarse, si era posible nunca saldría, buscó su reproductor R-Pop en la gaveta de su cómoda, se colocó los audífonos y subió todo el volumen, echándose en la cama boca arriba, había escogido un álbum de su grupo favorito de rock, siempre lo colocaba cuando estaba enojado o se sentía mal. Casi siempre esa música lo tranquilizaba en una situación como esa. Esperaba que esa no fuera la excepción. Se quedó un rato escuchando música, mirando el techo sin mirarlo en realidad, sintiendo lo que le rodeaba y tratando de serenarse. Su habitación estaba un poco sucia, con envoltorios de frituras aquí y allá, y uno que otra lata de maíz dulce, que ya no cabía en su papelera y se había caído al piso alfombrado. Había algo de ropa en el suelo y otras que sobresalían de su cómoda. Trató de distraerse pensando que debía limpiarlo lo antes posible, debía limpiar su vida, o lo que quedaba de ella. Aburrido de reparar en esto se concentró al máximo en la música que resonaba fuerte en sus oídos, dejando que lo transportara.
Miro el pequeño reproductor un rato, la música había logrado calmarlo al fin unos minutos después de ponerla, pero solo bastó una mirada más detallada al cromado aparato para darse cuenta que en un rincón de éste, en letras pequeñas, decía:
R-Pop-85-30 Marca Heindall, producto de Global Bullock Corp.
Esto le recordó de golpe de lo que intentaba huir, y fue como si de una patada le sacaran el aire de los pulmones. La ira afloró de nuevo en su interior. Una fuerza extrema se extendió por todo su cuerpo y el pequeño aparato quedo hecho polvo en su mano, al cerrarla en un puño que temblaba, como todo su cuerpo, como la frágil cama de madera que se estremecía peligrosamente.
La música cesó de golpe al mismo tiempo que una solitaria lágrima rodaba en su mejilla. Fue la única.
Amaba escuchar música, siempre lo relajaba, pero ni siquiera esta podía calmarlo ya, estaba más solo que nunca.
Los recuerdos, las responsabilidades, su identidad, su familia, todo estaba revuelto en su mente, se atropellaban entre sí. ¿Qué debía hacer? ¿Cuál era el siguiente paso a dar? la desesperación se apodero de su ser. Aunque en el fondo siempre supo que era algo más, aunque siempre se sintió diferente, ajeno a las demás personas, sus amigos, los pocos que había hecho en su nuevo colegio, habían logrado apartar esa idea. Ahora esta certeza regresaba más implacable que nunca para demostrarle que tenía razón, que era un fenómeno...
Entonces volvió a escuchar esa misma voz que le habló en los vestidores del colegio, provenía de su interior, en lo más hondo de su mente, era sublime, fresca y la sentía retumbar en sus oídos:
No negar quien eres, es el primer paso a la libertad... hijo. Así que no niegues tu naturaleza, sino que hazla tuya.
Esta voz calmo su agitada alma mejor de lo que hubiera esperado, y lo agradeció ante la ausencia de la música. Pero ¿Qué era esa voz? ¿Era real o un truco de su estresada mente? No podía estar loco, aunque así se sentía. Pensó en su conciencia, pero en su corazón algo le decía que esa voz provenía de alguien a quien amaba y deseaba ver de nuevo en ese momento...
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Juego de Titanes (Rebelión y Sombras)
Science FictionLion está a punto de mudarse, otra vez. No obstante, este cambio definitivo en su vida le revelaría una verdad absoluta ligada a su destino: su origen. Cuando conoce a una chica en su nuevo colegio (Ana Goodman) con quien, en momentos, siente una ir...