(10) Entrenamientos

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Entrenamientos 


Se quedó estupefacto un segundo que pareció eterno, era extraño el comportamiento amable de Hermes considerando de quien era primo, y ¿Si era un tipo de broma o trampa? aunque no podía juzgarlo solo por el parentesco, pues el mismo era primo hermano de Ariel, como se había enterado el día anterior, así que no necesariamente tenían que ser iguales. Pero sintió que su desconfianza y paranoia no eran injustificadas. Ser familia solo empeoraba la situación entre ellos, hubiera deseado mejor no tener nada que ver con él, pero; si uno pudiera elegir a la familia, pensó con ironía.

─No te preocupes ─rechazó─. El autobús debe estar por pasar.

─Vamos ─comenzó Hermes, hablaba con naturalidad y en tono amable─. Mi padre me pidió que te llevara, no quiero que piense que soy mal educado, además Ariel viene en su propio auto así que no tienes de que preocuparte.

─Él no me preocupa para nada, es solo que esto no me parece necesario ─soltó, con más ímpetu de lo que pretendía.

─No me refería a eso ─se disculpó el otro con displicencia─. Lo que quise decir es que así iras más cómodo, sé que no se soportan entre sí, no soy ciego o sordo ¿sabes?... y veo que es por lo orgulloso que son los dos.

Lion lo pensó un momento, analizando la situación, que mal podía hacer un aventón, además debía admitir que sí, era un poco orgulloso, y hasta ese momento Hermes no había demostrado ser como su primo, tal vez debía juzgarlo más parecido a su padre.

Rodeó con decisión el hermoso auto rojo sin considerarlo prudente o no, la puerta se abrió automáticamente hacia arriba, entró (era un auto deportivo muy bajo) y sintió el olor a nuevo de los cómodos asientos de piel sintética color beige. ¿Cuantos autos tienen estas personas?... se preguntó impresionado. La puerta se cerró y el auto arrancó velozmente con un ronroneo apenas audible. Transcurrieron unos minutos en silencio, hasta que se detuvieron frente a un semáforo en rojo. Por un momento quiso poder cambiarlo y seguir para acabar con ese asunto lo más rápido posible. Detrás de ellos, y a los lados, algunos autos hacían una corta cola. Por el parabrisas todo era nítido, más que el exterior, pero extrañamente la luz resultaba menos intensa, unos números aparecían aquí y allá, indicando temperatura o distancia, así como los metros que faltaban para llegar, Lion sabía que el sofisticado sistema de ese auto podía hablar, pero seguramente estaba desactivado, y tenía múltiples aplicaciones más, los más costosos siempre las tenían.

─¿No te parece que todo esto es realmente extraño? ─le preguntó Hermes de repente, con voz serena.

─¿Cuál parte exactamente?

─Pues a todo esto, un día todo es aparentemente "normal", sin nada extraordinario en tu vida, y al siguiente...

─Eres el descendiente de una raza "alienígena" casi extinta ─completó Lion con ironía.

Hermes rio, y no pudo evitar imitarlo, realmente sonaba más raro al decirlo que al pensarlo.

─Si, a eso exactamente ─pasó su mano derecha por su cabello castaño dorado, ya bastante liso y peinado, lo tenía un poco más largo que cuando lo vio por primera vez, y ahora le tapaba un poco el ojo hacia donde caía. Parecía que estaba preocupado por algo, sus ojos color miel estaban fijos en el camino y en introspección al mismo tiempo─. Suena como cien veces más extraño ¿no crees?

─Si, definitivamente.

Hermes, a pesar de guardarse siempre lo que pensaba para él solo, parecía disfrutar de compartir sus opiniones y tener la seguridad suficiente para hacerlo. Ser callado y reservado parecía su decisión, no su verdadera forma espontánea de ser.

Juego de Titanes (Rebelión y Sombras)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora