28 "Sentimientos"

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Estaba en el auto de este completo desconocido junto a un estúpido gato gigante el cual es de su propiedad.

—. ¿No me diras tu nombre? —Intenté romper aquel incomodo silenció que se apoderaba de la atmósfera y de paso saber su nombre; obviamente.

—Uhg, si te digo mi nombre dejaras de molestarme? —Gruño.

—Por unos minutos, si. —Hable de mal genio.

—Kimimaru, mi nombre es Kimimaru. —Solto de un vez por todas. —Y el tuyo?

—Me llamo Naruto. —hable sin importancia.

—Naruto he... Primero me dijiste tu dirección y luego tu nombre... Vaya forma la que tienen los adolescentes hoy en dia.

Kimimaru río negando con la cabeza.

—¿Callate si? Me das jaqueca. —Bufe mientras en mi interior, por  X motivo me habia dado un poco de risa.

—Lo que el principe desee. —Trato de realizar una voz de duque/Mayordomo real.

—Por lo menos eres mi esclavo si soy principe. —Murmure.

—Si si, como digas. Llegamos alteza. —Sonrió.

—Gracias Completo extraño el cual solo se su nombre. —Murmure bajandome del auto.

—Adios alteza.—Logre escuchar antes de que dicho auto desapareciera.

Comencé a caminar hacía la puerta de entrada, y al abrirla todo estaba en completa oscuridad.

Era extrañó, puesto a que Kushina siempre me esperaba sentada en el sillón...
Sin darle mucha importancia me dirigí hacia las escaleras subiendo cada uno de los escalones hasta llegar al pasillo donde camine hacia mi habitación.

Una vez mi cuerpo tocó el suave y espojoso colchón, cai en el mundo de los sueños como algunos dicen. Ja, no me despertarán en un buen rato.

A la mierda Sasuke, a la mierda mis padres,  a la mierda mis "amigos" Solo quiero estar inconsciente por unas horas, olvidarme de todo y fingir que nada pasa... Por unas horas.

Narra Sasuke :

Estaba a minutos de que el avión aterrizará. Después de 7 casi 8 meses sin ver a Naruto, realmente no se como actuar. No se si abrazarlo y pedirle perdón por todo, no se si hablarle serio y cortante o simplemente decirle "Hola" solo se que el esta mal... Que se esta desviando de su camino y debo ayudarlo...

Después de todo el mal que le hice, si el cae yo debo sostenerle.

Creo que al final, hare lo que mi corazón me dicte. De tan solo pensarlo mis manos empiezan a sudar al igual que todo mi cuerpo. No se si estoy listo para el encuentro.

~Si caes yo te sostendre, solo dejate caer. ~

*Tiempo después *

Estaba camino a un hotel en el cuál poder alojarme hasta mañana,que seria cuándo fuera a casa de mis padres. No podia sentirme mas nervioso. ¿Que tal si el ya tiene novio?  No, no podría... Nosotros aún somos pareja... Nunca dimos por anulado nuestra unión...

~Solo pido que me perdones~

—Serían diez dolares. —Hablo el taxista mientras paraba el taxi al frente de dicho hotel.

Rápidamente le pague para luego bajarme del coche y quitar las maletas de su capo.

Espere a que el semáforo se pusiera en verde y así pase la calle hasta llegar a la puerta del hotel. Me registre,  me bañe y me dispuse a dormir en la cama más comoda del mundo o tal vez era el cansancio que provoco esa reaccion en mi.

Sin dudar mañana seria un dia clave para mi.

Narra Naruto :

—Eres en hijo de perra ¿Lo sabias?

El odió recorria mis venas, tenia demasiadas ganas de darle un puñetazo en su estúpida cara, pero me limite a escuchar las mil u una escusas que pondria.

—Hey hermano... Lo siento ¡¿si?!no teniamos opción, la policia estaba en camino.

—¿Hermano? ¡No soy tu hermano! —Exclamé mientras lo aferraba de la camisa y lo estampaba contra la pared gastada de un callejón que olia a orines. —Deje de ser tu hermano en el momento que me abandonaste en medio de la calle en K.O.

—Ya basta Naruto, el no vale la pena! ¡Vamonos!

—¿Y tu vales la pena? —Dirigi mi mirada hacia el estúpido rubio que se encontraba a un costado de mi. —Tu eres igual o peor que el. Vete y dejame.

—Ya... T-te dije que lo siento... —Hablo con dificultad debido a que yo apretaba su cuello con su misma camisa.

—Y yo te digo.  Acepta que eres un hijo de perra y te dejaré. —Sonreí.

—So... Soy un hijo de perra...

Al decir eso, automática mente lo solte y me di media vuelta,  no sin antes brindarle gancho que iba directo hacia su mandibula.

—Disfruta estar inconsciente. —Sonreí al verle caer al suelo.—No me molesten más. Yo ya no formo parte de esta estupidez. —Espete para luego irme de allí.

*-*

Luego de unos minutos caminando por un parque, el sol comenzó a subir del horizonte hasta el punto que tocaba cada parte de mi cuerpo,de pies a cabeza, lo peor era que no podia ver debido al resplandor . Habia pasado toda la maldita noche y la madrugada buscando a esos hijos de perra. De seguro debo parecer un pez muerto de las ojeras sigantes que tengo rodeado mis ojos.

~Estas solo~

Tal vez eran las 8 am. . . No lo se realemente, pero se que me estaba convirtiendo en un huevo frito de tanto sol.

~Dentro de 13 días sera el cumpleaños de Sasuke~Murmuró una voz en mi cabeza.

¿Por que carajos recordaba algo asi en este momento?  Debe ser el cigarrillo de Marihuana que fume... Mis estados de animo estan de punta.

—Estúpido...—murmure comenzando a sentirme fatal.

Mi mente me jugaba juegos bastante crueles... No pude evitarlo.

Me senté en unos de los bancos de dicho parqué y un nudo en mi garganta me hizo sollozar avisando que vendrían las lagrimas.

—Estúpido... —Volvi a repeterme mientras apoyaba mi cabeza en ambas manos que a su vez yacian en mis piernas. —Los odio a todos...

Aprete mi mandíbula, la furia invadía mi cuerpo. Me di cuenta que la especia humana debia estar extinta... Llena de mentiras,falsedades, odio, avaricia y envidia, deberia estar mas que extinto,nunca debía a ver existido.

¿Acaso nacemos para sufrir?

—Rayos, no quiero llorar...

Flashback :

—Por favor, detente... —Supliqué mientras era embestido por Sasuke. —¡Por lo que más quieras! ¡Para! — exclamé con la voz desgarrada sin dejar de llorar. Fue en vano, el no respondía, solo se saciaba de placer.

Mi espalda dolia demasiado. Tras las estocadas mi cuerpo se elevaba y volvia a bajar y asi sucesivamente, dolia demasiado la pared rasgaba mi piel como chicle en una suela.

—Para... —Solloze mientras daba debiles golpes en su pecho. Mientras cansado apoyaba mi cabeza en su hombro sin dejar de llorar. —Eres un moustro...

—Lo se... —Murmuró casi inaudible.

Con suerte pude escuchar eso...  Desde allí permanecí callado. Ya no tenía más remedio que esperar a que la mañana llegará.

Fin del flashback.

Limpié mis lágrimas al recordar dicho suceso. Para luego sacudir mi cabeza intentando despejar aquellos recuerdos.

Estuve unos minutos más en aquella banca. Realmente perdi la noción del tiempo.

La Hermandad No Es Lo Único Que Nos UneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora