14 Cena de egresados.

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(Haré la cena de egresados como se hace en mi país ya que es la única que presencie y se como se hace)
Narra Naruto:

-¡No puedo creer que deberé ir a mi cena de egresados con un maldito Yeso en mi pierna! Esto es de lo peor.

An pasado 3 días desde aquel accidente, al ir al hospital (Cosa que fue el peor dolor de mi vida levantarme del suelo) me dijeron que me había fracturado el hueso y tambien que una suerte qué mi fractura no fuera abrierta. Me disculpe con Hinata atravez del celular diciendole que me habia caido del segundo piso de mi casa. Obviamente no me creyó.

En fin, estoy apuntó de entrar al salón acompañado de Sasuke y me siento horrible! Encima que el yeso me pica y no me puedo rascar estoy con una sola muleta, genial.

En la seccion de fotos debo haber salido horrible. ¡Un idiota con una muleta! Todo por culpa de Sasuke.

-Bien, vayan pasando los egresados. -Hablo el dueño del salón.

Las parejas fueron siendo nombradas hasta que llego nuestro turno. Al pasar fue bastante incómodo, los fotógrafos sacandome fotos mientras Sasuke me agarraba del brazo.

Al terminar, mi mamá corrió hacia nosotros abrazandonos a ambos.

-¡Estoy tan orgullosa de ustedes! -Sonrió limpiando sus lahrimas -Rayos, acabo de estropear mi maquillaje.

Sasuke y yo reímos al ver como corria hacia el baño para retocar su maquillaje.

Sasuke rio levemente mientras rascaba su nuca, el momento estaba realmente incómodo.

-Y... ¿con quién bailarás en vals? -Pregunte intentando hablar de algo.

-Contigo. -Respondió seguro.

-¿Conmigo? ¿ O es que algúna chica se llama Contigo?

-No seas tonto, lo bailare contigo.

-¿Que te hace pensar que yo lo bailaré contigo? -Hable desafiante con una ceja arqueada.

-Todavía eres mi esclavo y mientras lo seas harás lo que yo diga. -Sonrió coqueto acercándose a mi rostro.

-Cállate -Musite cruzando mis brazos con un sonrojó notorio en mis mejillas .

-Un esclavo con calla a su amo. -Habló en mi oído con voz suave y serena.

-¡No empieces con eso dobe!

-¿Y si lo hago que? -Dijo desafiante.

-¿Que de que? -Pregunte haciéndome el tonto.

-Que de que. -Afirmó.

-¿Que? -Pregunte confundido.

-¿Que que? -Volvió a preguntar.

-¡Ah Ya basta!

-Esta bién -Río acariciando mi cabello.

-¡Oye no! ¡Me despeinas! -Hablé quitándo su mano.

-No te ofendas pero... Nunca estuviste peinado. -Susurro intentando no reir.

-¡¿QUE DIJISTE?!-Exclamé dándome vuelta. -Mejor no hablemos, ¡si tu te llegaras a peinar, el peine se rompe a la primera pasada!

-Pero bién que tus dedos si pasan por esta cabellera digna de propaganda. -Susurró egocéntrico.

-¡Uuy si! Cibilliri digni di pripigindi. -Hable imitandolo.

-¡Yo no habló asi!

-¡Yi ni hibli isi!

La Hermandad No Es Lo Único Que Nos UneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora