Enamorado de Janneth Jenkins.

10 / Martes

- Daniel, no sería mala idea platicar con ella.
Al escuchar eso, Daniel casi se ahoga con un pedazo de comida. Tosió un poco hasta que recuperó la compostura.
- ¿Qué dices?
- Vamos viejo, es sólo Devendra. No es un ser alienígena de otra dimensión.
- ¡Cállate! -- Le ordenó Daniel mientras volteaba a buscar a Janneth entre las demás mesas del comedor.
Se encontraba a unas cuantas, sentada con Bárbara y otras mujeres platicando seguramente del baile de graduación.
Traía puesta una blusa blanca con flores rosas, rojas y de otras tonalidades. Le gustaba mucho ver a Janneth usando ese tipo de blusas.
Considerando la distancia, Daniel estaba casi seguro de que ella no los escucharía hablar de Devendra.
- Baja la voz carajo.
- ¿Por qué no quieres que Janneth se entere?
- Simplemente porque no. Y no pienso buscar a Devendra, no tengo motivos.
- Oh, por favor Daniel. Sólo es platicar con ella, no volver a salir ni acostarte con ella.
- Es una mala idea, y punto. A parte ¿de qué hablaría con ella? Es estúpido.
- Podrían ponerse al corriente de sus vidas, de cómo han estado, de si piensan que los dioses van a regresar a la Tierra. ¿Yo qué sé?
- Es lo más estúpido que he escuchado. Es una mala idea Mitchell.
- ¿Qué es una mala idea? -- Preguntó Kyllian mientras tomaba asiento en la mesa.
- ¿Dónde habías estado? -- Preguntó Daniel.
- Una chica de otro salón me preguntó si tenía pareja para el baile, y le dije que aún no.
- Oh, ¿y era atractiva?
- Si, aunque no tengo idea de quién chingados era.
- Le sugería a mi amigo Doyle, -- Interrumpió Mitchell, tratando de recuperar el tema. -- que fuera a hablar con Dev para ver qué ha sido de su vida.
Daniel volteaba a todos lados buscando en qué mesa se encontraba Devendra hasta que por fin la localizó. Estaba sentada en una de las mesas más alejadas y estaba sola.
Consideró la idea estúpida de Mitchell pero la descartó al instante.
Si no supo qué decirle ayer cuando se topó con ella, menos al volver a estar frente a ella.
Le causaba una ansiedad e incomodidad el no saber cómo reaccionar.
- ¿Devendra? No lo sé viejo, no creo que sea la mejor idea del mundo.
- ¡Lo ves! Kyllian me respalda. -- Dijo señalando a su amigo.
Kyllian y Mitchell empezaron a discutir los pros y contras sobre hablarle a Devendra mientras Daniel los ignoraba y volvía a voltear en dirección a ella. Vio como sus amigas llegaban a sentarse con ella.
Roger también se acercó.
Le comentó algo a una de sus amigas que la irritó e inmediatamente le dió la espalda. A lo que él respondió haciendo un gesto con el brazo y retirándose de la mesa.
Roger Fawkes se había ganado reconocimiento en la escuela por su actitud engreída y patán. Sentía que podía tener a cualquier chica de la preparatoria y aunque varias se morían por él, más que nada por su cuerpo, otras personas con cerebro y mejor criterio sabían que era mejor eludir a Roger.
Después de que él se retirase, Devendra volteó a ver a Daniel, pues había sentido su mirada. Él inmediatamente se giró para no parecer que la estaba viendo, aunque probablemente ella si lo había notado. Sintió un poco de terror.
- ... además lo más seguro es que ella también asista a la fiesta de Roger, ¿verdad Daniel?
- ¿Eh?
- Que digo, que es muy probable que Devendra también asista a la fiesta de despedida de Roger, toda la generación está invitada.
Daniel no había pensado en eso, pero podía ser verdad.
- Pues, tal vez sea posible, si. -- Dijo tratando de aparentar que estaba en la conversación.
- ¿Estás bien Daniel? -- Preguntó Kyllian.
- Si, sólo perdí el hilo un momento.
- En fin, yo diría que él le tiene que hablar. Sólo para demostrar su madurez y que todo está bien.
- Mayers, no, y punto. No la voy a buscar. Y si en la fiesta llego a tener un encuentro con ella, será breve y punto.
Mitchell sonrió con aire picaresco.
La alarma sonó, Daniel no creía que se hubiera acabado el tiempo tan rápido.
Los 3 tomaron sus cosas y caminaron de regreso al salón. Daniel logro ver desaparecer a Devendra entre los pasillos y la gente.
Janneth se acercó a Daniel y lo tomó del brazo.
- Adivina quién ya tiene su vestido para la graduación. -- Dijo con el tono más alegre.
- ¿Conseguiste uno?
- Si, y está súper hermoso.
- Tendrás que enviarme fotos de él.
- No, lo verás la noche de la graduación.
Supuso que Janneth diría algo como eso.
- ¿Tú que usarás?
- Yo digo que el traje que usé para la boda de mi tía hace unos meses.
- Eso fue hace 7 meses, ¿aún te queda?
- Supongo, dudo que haya subido tanto de peso en tan solo 7 meses.
Siguieron con esa plática durante todo el camino al salón, pero ninguno de los dos se percataron, que en algún momento del trayecto se tomaron de la mano.
Kyllian y Mitchell caminaban frente a ellos y cuando entraron al salón y voltearon a ver a Janneth y a Daniel, se quedaron sorprendidos al verlos tomados de la mano.
Los miraron con expresión de asombro, y cuando los dos se dieron cuenta que estaban tomados de la mano, se miraron. Daniel sintió como los planetas de Janneth inundaban su mente, y tardó mucho en soltar su mano, aunque tuvo la sensación de que era ella quien no lo quería soltar.
Sus dedos de acariciaron un poco mientras sus manos se separaban.
Ambos hicieron como si aquello no hubiese ocurrido y siguieron con lo suyo.