"Piedras que quizas sean livianas."

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Capitulo 13

"Piedras que quizas sean livianas."

—Mira, Harry. — dice Ryan al mismo tiempo que entrelaza sus dedos sobre el escritorio de su oficina. — Con otros doctores, hemos considerado que entres en un grupo de rehabilitación.

—¿rehabilitacion?— me estiro en la silla, mis piernas pasan casi la división debajo del escritorio del doctor haciendo que chocaran contra la madera, me remango la camisa roja cuadrille y lo observo. — ¿Rehabilitacion de que?—digo escupiendo cada palabra.

—En realidad un grupo de personas con los que vas a poder hablar ¡hacer amigos!—exclama, como si eso realmente lo pusiera feliz, solo era alguna actividad para poder hacerle estúpidos exámenes a mi cerebro y luego inyectarme mas cosas cuando este dormido.

—Ya tengo amigos. —me cruzo de brazos y vuelvo a mirar su oficina, la foto de su hija ya no esta y las flores marchitas fueron reemplazadas por otras margaritas, horribles, deprimentes.

—Estamos hablando de amigos reales Harry. — sonríe y la sonrisa ocupa todo su rostro, mostrando cada diente, cada mancha amarilla que tiene en ellos, sus mejillas se deforman al sonreír y sus ojos siguen intactos como si fueras dos huevos pintados con color para lucir como ojos.

—Ya los tengo.

—Louis, no es real chico. — dice al mismo tiempo que corre su silla hacia el lado derecho del escritorio y se agacha, comienza a abrir los cajones y a rebuscar en estos.

—No estoy hablando de el, sino de Niall, Zayn, Liam…— y hasta ahí llega la cuenta, toda mi vida había querido tener muchos amigos para tener a quien confiarle mis secretos, con quien hacer travesuras como treparme a los arboles y pelarme en el lodo, quien corriera conmigo por toda la sala mientras mi madre nos retaba, con quien pudiera comentar sobre el futbol o sobre cualquier otro deporte o cuando fui mas grande sobre fiestas… pero lo que yo quería no parecía ser un amigo sino un compañero, y de esos si que tuve muchos, y cada uno de ellos se quedo parado a lo largo de toda mi vida, fe como si yo siguiera caminando por la calle y ellos simplemente se quedaran parados allí mientras yo tropezaba con piedras, cada vez mas y mas grandes pero ninguno se acercaba a ayudarme cuando caí y necesitaba ayuda para volver a levantarme y lo tuve que hacer solo.

Pero cuando los chicos aparecieron las piedras comenzaron a ser mas livianas, ellos me ayudaban a levantarlas y superarlas, aunque si teníamos nuestras diferencias y peleábamos, mucho, pero cuando caía ellos estaban para ayudarme, cuando debían hacerlo. Ya que hay piedras que uno si debe cruzar solo, pero se que no estaba mal acompañado y  se que ellos se tatuarían la palabra amigos en su frente por mi si era necesario aunque se vieran como completos idiotas.

—Ahora, hasta que veamos un progreso tomaras estas pastillas. — me da un pequeño frasco color naranja que contenía escrito en una etiqueta un nombre que desconocía completamente, adentro hay pastillas que lucen como tics tacs ¿acaso eran tics tacs o…?— Tomaras una a las seis de la mañana y otra a las seis de la tarde ¿de acuerdo? – vuelve a sonreir y  escribe al mismo tiempo algo en su anotador, firma, coloca un sello para luego arrancar la hoja y darmela. — Esto se lo daras a Katrina ¿esta bien? ¿me oiste?

Tomo el papel y asiento— ¿Hoy tomaste tus pastillas?— pregunta tomandome desprevenido.

Oh, mierda.

—Si, claro. — digo tratando de evitar que me vuelva a preguntar.

—¿A que hora las tomaste?— pregunta abriendo otro cajón y sacando otro anotador.

—Alrededor de las cuatro, creo.

—Harry, ya no mientas, te lo agradecería muchísimo. — me vuelve a sonreir y me alcanza el anotador, arriba tiene escrito “Paciente: Harry Edward Styles. Mi dia” . — Aquí escribiras como te irá en las reuniones ¿podrias hacer eso? ¿por mi?

—¿Por usted?

—No, ¿Qué tal tu hermana huh?

¿Gemma?¿Enserio acaba de preguntar por ella? Nunca la vi venir a verme, solo se que ella me sacó de la bañera el dia que yo trate… de…

—No, lo haré por mi madre.

—Oh, me parecen muy bien que comiences a tener intenciones por ti mismo. Entonces, eso es todo Harry.

—¿De verdad? ¿Ya puedo irme?— comienzo a levantarme de la silla y el no mueve ni siquiera un musculo.

—Eres totalmente libre de irte. — me señala la puerta con su mano derecha y yo me levanto y comienzo a caminar hacia ella, tratando de irme lo más rápido posible, cuando estoy a punto de tomar e picaporte, algo me retiene del antebrazo y me vuelvo bruscamente.

 

—Lo olvidaba la reunión es hoy tres treinta, en la tercera planta, ni bien llegues habrá allí una enfermera di tu nombre y número de habitación ella sabrá donde llevarte. — cuando lo dice aprieta fuertemente mi brazo y me mira directamente a los ojos mientras vuelve a sonreír mostrando todos sus dientes, cuando por fin me suelta y salgo de la oficina me siento aliviado y ligero y camino distraídamente hacia mi habitación, de nuevo

Perdiendome. {pausada indefinadamente}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora