"Toca para mi Harry."

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Capitulo 23

"Toca para mi Harry."

—Esta será tu sala de música. — dice Rok. Si Rok, que nombre eh.  Me señalo a mi mismo con las cejas levantadas y el asiente. —Será solo para ti Harry. — abre la puerta y en medio de la pequeña sala hay un gran piano negro frente a dos grandes ventanales que dan al patio. Cuando entro y miro a la derecha hay dos largas pizarras junto con unas pequeñas sillas de madera. A la izquierda hay un pequeño sillón con algunos almohadones coloridos. —Fue idea de Jenn. — se justifica, seguramente porque me quede mirando fijamente los pequeños cojines. — Luego agradécele. — acota.

Asiento y camino lentamente hacia el piano, cuando era pequeño tomaba clases pero nunca lo puse en práctica cuando fui mayor. Tampoco lo difundí, era un secreto musical, mío y de mi madre. A mi padre no le gustaba que toque piano, decía que debía enfocarme en el estudio o en jugar algún deporte. Como cada padre que cree que le aporta lo mejor a su hijo pero en realidad lo hace sufrir obligándolo a hacer “pequeños” (solo para ellos son pequeños) sacrificios que cuando seamos grandes supuestamente nos servirán.

Creo que esa fue una de las causas por las cuales mis padres se separaron, cuando era pequeño ya cantaba y le decía a todo el mundo que sería un cantante, pero mi padre me decía que no, me decía que con eso no dejaría nada y tampoco aprendería nada. Comenzaban a discutir que era mi sueño que si quería lo iba a cumplir, luego de que no todo era posible, y mi padre gritaba que era demasiado pequeño para decidir, y mi madre lo contradecía diciendo que nunca se es pequeño para soñar y que si no había cumplido el su sueño no tenía porque tirar la carga sobre mí.

Finalmente se separaron y luego mi padre se dio cuenta que lo que en verdad me gustaba a mi era cantar, era buen alumno sí, me esforzaba para el futuro, si también, pero yo deseaba cantar y lo hice.

Me siento lentamente en la banca delante del piano y levanto la tapa que cubre las teclas. Es suave al tacto y delicado. Coloco mis manos frente a mí y apenas rozo las teclas con delicadeza, pensando en su color, textura, definición y perfección junto con la maravilla de sonidos que se podían crean con ellas. Suspiro y cierro los ojos y sin ni siquiera pensarlo mis dedos comienzan a guiarse solos por las teclas.

Golberg Variatios de Bach llena la sala poco a poco, inundando cada rincón y alimentando de música a los viejos odios de esas pareces mientras me mantengo en mi mundo y me guio por mis pensamientos, por todos los años que aprendí a tocar y que disfrute con mi madre, nada más que ella y yo.

—Creo que te dejare solo. — escucho decir a Rok.

No me importa, luego hablare con él, la música me alimenta, hace que vuelva a ese mundo al que yo tanto pertenecía, hace que vuelva a las tardes de invierno cuando me sentaba con mi madre en la sala a tocar mientras que mi hermana salía con sus amigas y mi padre trabajaba. Recuerdo como ella se sentaba en el sofá rojo frente al piando y decía.

—Toca para mi Harry. — me sonreí y se cruzaba de piernas al mismo tiempo que se echaba hacia atrás y cerraba los ojos para, según ella, absorber la melodía, lo cual en ese momento no creía posible. Yo simplemente tocaba para ella, para hacerla feliz, que me sonriera y que este orgullosa de mi.

Y en ese momento, yo estaba absorbiendo la melodía.

—Me gusta como tocas. — escucho decir a alguien tetras de mí, no me volteo a ver pero sé que sigue ahí parado. — ¿Puedo entrar?

Sin que le diera mi permiso para entrar escucho sus pisadas acercándose al piano, son tímidos pero no lo hace con inseguridad. Se sienta junto a mí y abro los ojos para observarlo.

Oh, es Harry, observa mis manos detenidamente y luego me mira por un segundo y vuelve su mirada a mis manos.

— ¿Quien te ha enseñado?— no se como responderle, no tengo mi pizarra ni  nada para anotar. El quizá piensa que lo ignoro ya que baja su mirada y junta sus manos mientras mece sus pies como si estuviera acompañando la melodía. —Me gustaría tocar como tu...

Cierro los ojos y trato de seguir con la melodía para poder terminarla, para volver a imaginarme a mi madre feliz mientras yo tocaba el piano para ella. Aunque no me haya venido a visitar, la amo aún así y estaré por siempre agradecido con ella. Fue la mujer que me dio la vida, me defendió y me ayudo a cumplir mis sueños.

Por un momento me siento mal por haberla insultado en pensamientos anteriores, por el hecho de que no haya venido. La melodía se vuelve más tétrica y no puedo evitar pensar que quizás que haya sucedido algo y yo no haya estado allí para ayudarla. O simplemente tuvo mucho trabajo y no puedo salvarse.

Dejo de sentirme mal, podría haber dejado un poco de lugar para su loco hijo, ese que está internado por haber perdido toda razón para vivir.

Debo dejar de recordarme eso.

Si fui y estoy internado, pero voy a salir. En algún momento.

—Entonces, Harry ¿me enseñarías a tocar?

Me detengo bruscamente, no me acordaba del niño. Me mira sorprendido y yo por primera vez desde que entro lo observo.

—Así que ¿Qué dices? — mantengo la boca cerrada y asiento mientras cierro los ojos.

— ¡Sí! ¡Si ¡Sí! — me levanto de mi lugar y él se sienta donde estaba yo. Él coloca sus manos sobre las teclas y me mira sonriente, niego y él se deshace de esa sonrisa.

Coloco mis manos yo y el sin que yo diga nada las colocas sobre las mías, yo comienzo a tocar y él se mueve conmigo, toco nada mas unas pocas notas para que el vaya entendiendo como es que suenan, el asiente cada vez que se hace una nueva melodía. Luego me separo y lo dejo solo con el piano. Le hago un gesto con mi cabeza y se señala el mismo. Asiento y llevo mis manos detrás de mi espalda, para luego tomarlas.

Sus manos se deslizan sobre las tecas al igual que las mías, con delicadeza, acariciando cada pieza, haciendo que de ellas salga un maravilloso sonido que llenan plenamente mis odios.

Tiempo después estoy volviendo hacia mi habitación, Harry lo ha hecho perfecto, no sé como ha hecho para seguir todas las notas que yo le indicaba, además de que aprendía rápido tambien lo hacía con fluidez. Me  siento bien por haberlo ayudado, pero la sensación de angustia aun está en mi pecho, su madre no lo ha venido a ver y su hermana apenas lo ve. Pobre chico, tan pequeño y ya  internado aquí. Quedamos en vernos mañana para enseñarle otra de Bach, estoy entusiasmado por hacer algo nuevo.

Que mal que fue por la noche, si hubiera sido por la mañana me hubiera quedado más tiempo practicando con el, pero si no nos hubiéramos pasado de la hora de queda y eso no habría sido bueno.

 

Cuando entro en la habitación lo hago lentamente para que no se escuche como cierro la puerta, voy al baño y me lavo los dientes, arreglo el cabello enmarañado lo mas que puedo y luego lo vuelvo a revolver, camino hacia la cama y me duermo sin ni siquiera planearlo.

 

HOOOOOOOOOOOOOOOOLA MIS HERMOSURAS!

El cocierto fue lo mejor de toda mi vida, sin palabras, solo perfecto y unico, ah.

Espero que les guste el capitulo y en el caso que no entiendan algo no duden en preguntar :) ¿Que les parece la novela?

Sxx.

Perdiendome. {pausada indefinadamente}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora