Capítulo 3: La Carrera

8.6K 532 50
                                    

Fui por tres noches seguidas al bar, para empezar con la misión. Pero hasta ahora ninguno de los cinco individuos a los cuales tenía que seguir se apareció ahí.

Estaba en el mismo lugar que el viernes anterior, viendo a pasar el tiempo en el reloj analógico colgado en una pared del bar. Marcaba las nueve y media de la noche, sinceramente estaba desesperándome. Se supone que debo hacer cosas más importantes que seguir una banda de criminales.

-¿Oíste sobre la carrera?- le pregunto un muchacho de dieciséis a otro.

-No ¿cuándo es?- respondió el otro-

-Esta noche, comienza en media hora- dijo el otro y señalo su reloj de mano.

¿Una carrera? ¿De qué hablan estos dos?

-¿Cuál es el premio?- pregunto emocionado.

-La fortuna del lunes y el martes.

-¿Ha… hablas en serio?- pregunto incrédulo.

-Claro, que sí estúpido- le dio un golpe en el hombro. –Es la ley de los cinco. Nadie que quiera vivir cuestiona lo que ellos dicen.

¿Ley de los cinco? ¿Será que se refieren a…?

-¿Y dónde se llevara a cabo la carrera?

-En verdad eres un idiota Devon, ¿acaso tengo que decirte todo? Será donde siempre, en la calle que está a dos cuadras lejos de aquí.

Solo necesite oír esas dos palabras para levantar mi chaqueta y dejar algunos dólares sobre el mostrador y salir del bar en dirección a la calle de la carrera.

***

El viento golpeaba mi rostro, debido a que olvide traer el casco de la motocicleta. Maldito frío, los dedos de mis manos se entumecían y cuando llegué a la calle donde se realizaría la carrera, note que habían armado una rústica pista de carreras que aproximadamente debe tener como veinte metros de longitud, con una multitud de adolescentes rebeldes y miembros de otras pandillas en ambos lados de la pista. Había como diez motocicletas estacionadas en la línea de salida y los cinco chicos que me habían mandado a seguir estaban hablando animadamente en un extremo de la pista. Los otros cinco corredores deben ser novatos por lo que dice su apariencia, sus rostros muestran temor y confusión. Nada peor para hacerte sentir completamente desarmado, en el FBI me enseñaron que aunque no conozcas bien la situación en que te encuentras debes mostrarte seguro y firme. No debes temblar, debes ser tú quien cause el temor, debes ser tú quien esparza el miedo entre el enemigo.

-Hola- me acerque a uno de los novatos.

-¿Hola?- su saludo parecía más una pregunta.

-¿Competirás en la carrera?

-Si…

-Sabes dónde te metiste ¿verdad?- le pregunte.

-No…

-Quiero pedirte un favor.

-Claro… Dime.

Creo que este novato era de pocas palabras, nada de rodeos directo al punto.

-Necesito que me cedas tu lugar en la carrera.

-¡¿Qué?!- dijo molesto.

-Quiero tu lugar en la carrera te prometo que obtendré el primer lugar.

Soltó una risita –linda no quiero que termines destrozando mi motocicleta.

-Si no me das tu lugar voy a tener que destrozarte el cuello- dije amenazante y sujete su cuello con mi mano derecha. El cuello, un punto frágil para cualquiera incluso para los que se tienen un cuerpo bien tonificado.

Behind You | Niall HoranDonde viven las historias. Descúbrelo ahora