Capítulo 24: El Sacrificio

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Niall:

Dejamos el auto parqueado a veinticinco metros del refugio, era debido a la precaución. No sabíamos si había otros agentes del FBI que se encargaban de vigilar la casa. Los tres teníamos un revólver, si Dylan tenía uno nosotros teníamos tres. Así que por lo tanto las probabilidades estaban a nuestro favor.

Mi corazón aumentaba su ritmo de manera gradual mientras nos acercábamos a lo que mis amigos y yo llamamos alguna vez refugio. Cuando divisamos la entrada, me sorprendí al ver que dos niños salían de ahí corriendo. Inmediatamente los reconocí y apresure mi paso para alcanzarlos, haciendo caso omiso de las advertencias que me gritaban Lucy y Josh.

—¡Hey! —grite para llamar la atención de los niños que corrían para esconderse detrás de los botes de basura.

Uno de ellos se giro para verme—. ¡Ron! —dijo Nick con entusiasmo.

—¡Hola! —saludo Alex mientras salía de un cubo de basura.

—¿Por qué corren? —pregunte nervioso.

—Julia nos enseño un nuevo juego —replico Nick— nos dijo que sí salíamos corriendo y ella salía después. Ganaríamos.

—Pero Julia aún no sale de la casa —añade Alex haciendo una mueca— sabes que detesto perder.

—¿Julia esta dentro? —señalo el refugio.

—Sí, debe estar jugando con Dylan —responde Nick mientras se pone a patear una lata de soda vacía—. ¿Juegas? —me pregunta ilusionado, empujando la lata vacía hacía mí.

—Después —Nick me saca la lengua antes de alejarse—. Niños vayan con Lucy —señalo a Lucy— es una buena persona y los llevara a casa, verán a Nany.

—¿Y Julia? —pregunta Alex.

—En un momento salgo con ella —digo y me encamino en dirección a la puerta. Sostengo el revólver bajo mi sudadera y cauteloso abro la puerta. Escucho varias groserías y ruidos sordos provenientes de una de las habitaciones, me acerco lentamente a la puerta y asomo mi cabeza por el umbral de la puerta.

Ahí están Colbie y rueda en el piso junto a Dylan mientras intenta golpearlo, noto que su cabello está más corto de lo que recuerdo y también tiene otro color, uno más oscuro. Uno que se asemeja a una noche sin luna ni estrellas. Ahora ambos están de pie y ni siquiera se percatan de que estoy de pie ahí, observando lo que hacen. Dylan toma con fuerza a Colbie y la lanza contra uno de los muros. Ella se incorpora lentamente y se lanza otra vez contra Dylan.

No entiendo porque permanezco inmóvil, intento moverme pero el shock de observar aquella escena me tiene impactado.

—¡Colbie! —grito mientras ella se gira hacia mí y Dylan aprovecha para sacar su revólver.

—¡Rubio! —dice y una expresión de alegría aparece en su rostro a pesar de que delgados hilos de sangre resbalan por una esquina de sus labios y otro por su frente.

—¡Tú! ¡Te ha llegado la hora pendejo! —expresa Dylan y dispara.

Levanto el revólver de manera instintiva y lo apunto, pero ya es tarde. Por un momento todo se vuelve silencioso parece que el tiempo se congela y un diminuto eco de una bala incrustándose dentro de un cuerpo resuena en mis oídos. Cierro los ojos y también disparo en dirección a Dylan, que al igual que yo cae al piso.

Caigo y siento algo de peso extra sobre mí. Abro los ojos y veo a Colbie.

—Viniste —susurra vagamente que casi no puedo oírla.

—Nunca te dejare —replico. La levanto y noto una tibia corriente que baja por su espalda. Me toma un instante reconocer lo que se desliza entre su ropa, es… Sangre. Colbie ¡está sangrando! Debió recibir la bala antes de que me hiriera a mí.

—¡Nena! —Digo mientras la sostengo entre mis brazos—. ¡Colbie! ¡Quédate conmigo! ¡Tienes que resistir! —siento que un nudo se forma en mi garganta y que mis ojos se llenan de lágrimas.

—Te amo —susurra y se queda inconsciente.

***

—¡Rápido! ¡Dense prisa! ¡Tenemos una hemorragia crítica aquí! —escucho gritar a uno de los médicos mientras bajan a Colbie de la ambulancia.

Entramos al hospital, las luces eran tan cegadoras que tuve que entrecerrar los ojos. Conducían la camilla de Colbie por diversos corredores, yo solo puedo caminar lo más rápido que me permiten mis piernas y la sostengo de la mano. La camilla se detiene bruscamente, un médico sale por detrás de un par de puertas blancas y le pregunta a la enfermera que estuvo en la ambulancia con Colbie que síntomas presenta y cuál es el estado de sus signos vitales. La enfermera le explica rápidamente y el médico hace una seña con la mano y la camilla entra a esa sala de la que salió el médico.

Trato de pasar por esas puertas, pero un enfermero me detiene y me dice que solo se le está permitida la entrada a los que trabajan en el hospital.

—Por favor cálmate —dice el doctor que hace un rato conversaba con la enfermera—. Tu novia está bien, solo necesita una pequeña cirugía y una transfusión de sangre —me da una palmadita en el hombro.

Respiro aliviado, sintiendo como un gran peso de mis hombros se disuelve poco a poco hasta convertirse en nada.

—¡Niall! —grita Lucy desde una esquina del pasillo, se acerca a mí. Corriendo— ¿Cómo se encuentra Colbie doctor?

—Ella está bien, pero necesita una intervención y una transfusión de sangre. Ah y claro, también necesitara tiempo para recuperarse. Los golpes que recibió fueron severos —añade el doctor.

—Gracias a Dios —suspira Lucy y veo como Josh se acerca de manera silenciosa a nosotros.

—¿Dónde está mi pequeña? —inquiere preocupado. Me giro para ver al doctor que se encontraba junto a mí, pero ya no estaba.

—Está dentro —señalo las puertas blancas—. Dicen que se recuperara.

—Oh, esa es una estupenda noticia —dice un poco triste—. ¿Qué ocurrió dentro de la casa?

—Todo paso muy rápido —replico y paso una mano entre mi cabello—. Un parpadeo y Colbie ya estaba sobre mí, herida. Le dispare a Dylan, pero estoy seguro de que ese balazo no lo mato.

—¿Dylan fue herido? —pregunta Lucy algo confundida.

—Supongo que sí, porque se desplomo sobre el piso cuando dispare.

 —Pero al entrar a ese lugar con Josh no lo encontramos —afirma Lucy—. No quiero sacar conclusiones equivocadas, pero es posible que siga vivo.

—¿Creen que debo llamar a los padres de Colbie? —interrumpe Josh, cosa que agradezco porque no tengo cabeza para pensar en el desgraciado de Dylan en este momento.

—Ella me conto que cuando entro a trabajar al FBI su padre le dio a elegir, entre su trabajo o su familia —responde Lucy—. No creo que debas hacerlo.

—Debes hacerlo, después de todo es su hija. Y es la única que tienen —digo seguro.

—De acuerdo, intentare ponerme en contacto con George y Marissa aunque no creo que la idea le agrade ni un poco a Colbie.

—Tiene que entender que ellos solo trataban de protegerla —alego y observo mis manos. Que estaban cubiertas de sangre seca.

La sangre Colbie.

Último capítulo... *llora una cascada* 

La verdad AGRADEZCO MUCHO y de manera INFINITA su apoyo :D :D :D 

Las quiero DEMASIADO, la verdad ustedes alegran mi vida. Cuando estoy triste y quiero desaparecer, pienso en cada una de ustedes y digo que no estoy tan sola como creía. 

Ustedes tampoco están solas porque hay alguien aquí que piensa constantemente en ustedes. 

I LOVE YA!!!

Un abrazo virtual a todas \(n.n)/

Pd: El epílogo será publicado el viernes.

Dedicado a: @ale-lovato

Behind You | Niall HoranDonde viven las historias. Descúbrelo ahora