Capitulo 17

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             Seguimos nuestro recorrido por el castillo, cuando recibí la llamada de Mateo él me dijo que se encontraba en el muelle de la playa de Omoa por si queríamos encontrarnos con él. Todos mis amigos estuvieron de acuerdo en seguirlo, porque la noche anterior la habían pasado bien gracias a las recomendaciones de Mateo. Llegamos a la playa, él estaba parado al lado de una cuatrimoto, el vestía un short en color blanco, una camisa desmangada en color negro, unos tenis negros y unos lentes. Se veía muy guapo, su piel brillaba en el sol, así como mis ojos al verlo.

Él saludó a todos, se acercó a mi dándome un beso tan tierno en la mejía, me tomo de la mano. Rápidamente me solté dándole a entender que era muy rápido que me tomara de la mano, él me sonrió, me dio un beso en la mano y dijo<<Esta bien>> Me abraso y nos dijo que a donde iríamos, yo le dije que a comer porque teníamos hambre, fuimos a uno de los restaurantes que estaban cerca y volvimos a comer pescado frito. Luego llegamos donde él tenía la cuatrimoto y se encontraban dos amigos más de él, con otras cuatrimotos. Uno de ellos se llamaba Felipe Altamirano él era de color canela, con ojos color miel.

El segundo se llamaba Jorge Ruedas era de tés blanca con barba. Por alguna razón Jorge me recordaba a Albert, tal vez sería el parecido de su barba tan bien hecha. Al verlo me puse algo nerviosa, pensaba que me diría <<Hola Eli>> con esa voz tan toxica con el acento Hindi. Mateo noto mi nerviosismo hacia él, me pregunto si me pasaba algo. Yo le dije que no que todo, estaba bien el comenzó a presentarnos. Al llegar a Jorge, mi corazón latía mil por horas sentía que era Albert el que me miraba, que era a Albert a quien me iban a presentar. Mateo dijo—Ella es Elizabeth—Le extendí la mano a Jorge con amabilidad y él dijo estrechándome la mano—A tu eres "Eli"— yo con un poco de inconformidad pero a la misma vez con sonrisa le dije—No Eli, no. Solo Elizabeth— El me respondió muy coqueto—Está bien, Elizabeth será—Luego Mariana me tomo de la mano para comprar un helado, ella me decía mientras caminábamos que le gustaba mucho Felipe que él se encontraba como se lo había recetado el doctor. Ambas comenzamos a reírnos, ella me pregunto que si a mí me había gustado Jorge que me había notado un cambio al verlo, yo le dije que no que solo me había sorprendido por el parecido que tenía con Albert, pero nada más. Y esa era la verdad, había quedado algo impactada con su físico pero al decir<<Eli>> Todo cambio, no era la voz toxica de un canalla, y eso me había aliviado. Regresamos con los demás, sentía que Mateo necesitaba una explicación por mi aptitud hacia Jorge pero había quedado asombrada, me dirigí hacia Mateo abrazándole.

— ¿Me darás una vuelta en la cuatrimoto?—Dije viendo a Mateo a los ojos coquetamente.

—No puedo decirle que no a esos ojos tan expresivos. —Dijo sobándome la cara.

— ¿Qué estas queriendo decir? ¿Qué mis ojos son grandes?—Dije entre risas.

—La verdad si, dan miedo. Siento que se saldrán de tu cara. —Dijo riéndose.

—Ya estas empezando con tu bullying. —Dije entre risas. —Pero bueno, si no te gustan mis ojos no me mires.

— ¿Y quién dice que no me gustan? Al contrario ¡Me encantan!—Dijo acercándose a mí. —Tienes unos ojos preciosos, sabes algo todas las princesas de Disney tienen ojos grandes eso las hace más encantadoras.

—Bueno... Vamos a creerte. —Dije sarcástica.

—Es enserio, me encantan tus ojos. Tu pelo parece que siempre lo anduvieras planchado. Me gustan tus labios están bien formados, me encanta cuando usas un labial rojo te resaltan más. Me gusta como caminas, es como que lo hicieras de puntita pero con elegancia. Me gusta tu porte al hablar, estás hablando de un tema y te metes a otro. Eres una chava que no importe que tema se esté hablando, tu siempre tendrás algo que decir. No sé si te lo inventas, pero eres convincente. —Dijo viéndome a los ojos.

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