La tendré, cueste lo que me cueste (Sebastian Michaelis Y Tú)

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- Tranquilicese, quiere que la lleve a la habitación? - asentí -

-Pero... Yo... No quiero otra casa, ya no puedo con tantas remodelaciones- no dijo nada, lo vi asentir un poco pero no sabría decirlo con claridad.

Al final, me dejó en la cama, besó mi cabeza y luego me miró mordiendo su labio inferior.

-Me... Dejaría quitar su blusa? Es que debo verificar algo - avergonzada, asentí, me sentó y la sacó suavemente. Vi que en mi estómago había un golpe, parecía irse, pero lo hacía lentamente - muy bien, me quedaré hasta que se vaya, luego, comerá algo, mañana hay universidad, así que, ningún reclamo si la hago dormir temprano - asentí-

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Abrí mis ojos, era aún de noche, Sebastian me tenía en sus brazos, él me sonrió cuando observó que estaba despierta.

-Alguien se despertó un poco temprano - se acercó a besar la punta de mi nariz - bien, vuelva a cerrar los ojos, o necesita algo? - negué -

-Sebastian... Tú... Me quieres? - me miró confuso -

-La amo, Señorita, no pregunte cosas como esa, tal vez debería decírcelo más seguido - susurraba, suspiré y me acurruqué -

-Yo también te quiero Sebastian - sonrió, acarició mi cabeza -

-Un día dirá te amo y será mi día preferido -

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Ya a punto de irme de los vestidores, ya que hace apenas unos minutos había bajado del escenario, (práctica del club de teatro) me decidí por irme de una buena vez, pero en ese preciso instante, sentí a alguien llamarme.

-Hey... Actúas genial, me darías tu autógrafo antes de volverte famosa? - reí, me volteé y vi a un chico, tenía el cabello negro y los ojos claros, era un poco más alto que yo, me sonreía - de verdad lo digo -

-Gracias - musité - Debo irme, lo siento -

-Oh, no hay problema, puedo hablar contigo mañana? Tenemos matemáticas juntos, y creo que historia del arte también o era Derecho? - reí negando -

-Te llamabas... David? - asintió -

-Se pronuncia, Deivid - dijo poniendo un acento extraño - nombre inglés - sonrió - y tú eras...

-No te diré mi nombre - reí - tal vez otro día - él abrió los ojos -

-Pues... Te diré... Chica misteriosa o Mabel - reí -

-Mabel?, en serio? -

-No te gusta? Y yo seré Dipper, ya sabes, porque son los gemelos misterio, eres misteriosa y tú tienes un suéter, un poco grande para ti - lo abservé - con un arco iris y es color rosa... Me hace recordar a Mabel - sonreí - bien, adiós Mabel - reí -

-Adiós - al ver que se fue, me dí la vuelta pero choqué con alguien.

Con Sebastian, quien tomó mi mochila y se la puso.

-Venga por favor - me tomó de la mano y nos fuimos de allí -

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- Sebastian, me ayudarías con la tarea? - bajé las escaleras, no necesitaba su ayuda, pero se me hacía raro que no me llamase -

-No se ha bañado? - me miró - quítese ese suéter de una vez, no hace tanto frío - se paró de la silla en la que estaba sentado y se acercó a mi, retrocedi por su mirada-

-S-Sebastian? Qué te ocurre? Andas extraño - negó deteniéndose-

-No es nada Señorita, vaya a bañarse - lo vi tomar las llaves de la casa -

-Qué vas...

-Ya vuelvo, no se preocupe - de ahí escuché un portazo -

No lo vi, sino hasta el día siguiente.

Y para entonces, había decidido cocinarme algo yo misma, cené y después de bañarme, me dormí.

Al día Siguiente, Sebastian no estaba en la cama a mi lado.

Me sentía mal y no sabía por qué estaría enojado.

Eran las 6 y 50, en menos de 20 minutos debería de estar lista.

Me vestí sin señales de Sebastian, bajé y lo encontré en el sofá, parecía pensante, me acerqué y lo moví un poco para sentarme encima de sus piernas, me miró.

-ahora sí le importo? - abrí los ojos sorprendida -

-Qué dices? No lo entiendo -

-Él es humano, no puedo competir contra eso - encarné una ceja -

-De qué hablas? Tomaste? - lo abracé - sí lo hiciste verdad? - negó, me apartó un poco y se paró dejándome a su lado -

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Al final, ni siquiera me dió un beso de despedida luego de que entrase a la institución, me encontré con David, me ayudó a cargar mis libros y nos sentamos juntos en Matemáticas. Era divertido, tal vez deba presentárselo a Sebastian.