Observador.

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El regreso a casa fue una tortura, tener que esperar cuarenta minutos para tocarlo de nuevo consumía demasiada energía, Yuuri quería tenerlo y hacerlo pronto, ni siquiera saludaron a su madre o hermana cuando llegaron y nadie lo reprocho, pues el ...

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El regreso a casa fue una tortura, tener que esperar cuarenta minutos para tocarlo de nuevo consumía demasiada energía, Yuuri quería tenerlo y hacerlo pronto, ni siquiera saludaron a su madre o hermana cuando llegaron y nadie lo reprocho, pues el olor en ellos era evidente, así que nadie se puso en su camino, dejaron que la lujuriosa y ardiente pareja hiciera lo suyo.

La segunda vez que lo tomo, ni siquiera llegaron a la cama, Yuuri lo recargo contra el buro y lo hizo suyo, el personal de la casa estaba entre avergonzado y alegre, los gemidos y gritos se escuchaban por toda la casa, el sonido de cosas que se caían y rompían se escuchaba cada tanto, pero nadie acudía, después limpiarían el desastre.

- La lámpara – susurro Víctor cuando el estallido de la bombilla los distrajo, era la cuarta ronda y Yuuri parecía no cansarse, las piernas le temblaban, pronto le fallarían y caería al piso – ¡cama Yuuri, no puedo mas!

- Cariño, aun quedan muchas cosas por romper – contesto el castaño.

- Yuuri – suplico.

- Claro, claro – subió con él a la cama y siguieron.

Horas mas tarde el mayor despertaría incapaz de mover un musculo, sentía los huesos adoloridos y descoyuntados, debía ir al baño pero apenas sentía las piernas, estaba recostado con el estomago abajo no veía a Yuuri pero sabia que estaba despierto porque paseaba sus dedos por su espalda.

- Necesitas que te lleve, - aseguro – tomemos un baño, ayudara.

- Si, gracias.

Un baño relajante y un sueño reparador ayudo a la pareja a levantarse con los mejores ánimos al día siguiente, pero cuando llegaron al comedor en la casa principal la cosa se arruino, los empleados apenas y podían verlo a la cara, todos ruborizados, las sonrisas socarronas de su madre y hermana le evidenciaron la tormenta que se avecinaba.

- Suéltalo ya Mari... - pidió.

- ¿Sobrevivió algo en esa habitación? Esta casi nueva, Yuuri, no podías ser mas cuidadoso.

- Mira al pobre de Vichan, apenas y puede caminar, dos pisos de escaleras son demasiados – siguió su madre.

- Estoy bien Hiroko-san – dijo Víctor animado.

- Oh, cariño mi hijo es un bruto, toda la casa se entero de sus hazañas – Víctor lo miro confundido.

- Jajaja, la habitación no esta insonorizada Vichan – aclaro Mari y el albino se sonrojo.

- To-to-todas las ha-ha-habitaciones de mi casa en Rusia lo estaban, yo-yo pensé que también lo estaban las de aquí.

- Detalles, detalles – comento la madre – si van a hacer tanto ruido podemos corregirla.

- Aya – llamo Yuuri a la joven – por favor llama a Mina para que se encargue de arreglar los "detalles" y... limpia la habitación – se sonrojaron ambos.

Un corazón. (Victuury, omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora