Lagrimas.

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La policía aseguraba que era un secuestro, después de todo los Katsuki eran ricos e importantes, cuando Víctor sugirió el nombre de Hana la policía anoto el nombre y se puso a buscar inmediatamente, un equipo especial llego solo veinte minutos después del matrimonio, se los habían llevado en medio de su siesta, estaban en la sala su suegra solo se había apartado unos minutos para preparar los biberones. Cuando regreso a la sala ya no estaban.

Víctor parecía no creerlo, respondía mecánicamente las preguntas del especialista que le aseguraba que en pocas horas seguro se comunicarían con ellos, HORAS sus hijos estarían horas con un extraño, estarían llorando buscando su calor, sus brazos, sus besos, ¿estarían bien? ¿esas personas los cuidarían? ¿les darían de comer?.

-Es importante recordar que no es culpa de nadie, ellos esperaron a que ambos estuvieran fuera para llevárselos – No era culpa de nadie, no estaban en casa, no era culpa de

-Es tu culpa – apunto Víctor a Yuuri – yo debía estar aquí con ellos, cuidándolos, si no me hubieras obligado a ir a esa estúpida fiesta yo estaría aquí con ellos

-Vitya no es culpa de Yuuri ellos

-Lo es, lo es, yo debía estar aquí con ellos – estaba llorando, fue directo a el y golpeo sin fuerza – es tu culpa, es tu culpa. Esa niña se llevo a mis hijos, porque me odia, porque no la alejaste lo suficiente de nosotros, no pudo hacerme daño y ahora si llevo a mis hijos.

-Cálmate, estarán bien, los recuperaremos – Vitya se calmo lo suficiente para poder abrazarlo.

-Te odio Yuuri Katsuki – declaro apartándose de su abrazo – desde que te conocí las cosas mas terribles me han pasado.

Yuuri estaba en shock, decirle que era molesto o que le irritaba era una cosa pero decir que lo odiaba le partía el corazón por alguna extraña razón, porque entre mas lo conocía mas lo quería, incluso en esas semanas infernales había visto porque todo el mundo lo quería. No solo era hermoso por fuera, cuidaba de su madre, de su hermana, de sus hijos, de su personal e incluso a pesar de los malos modos cuidaba de él.

El silencio de la sala fue cortado por el teléfono, basta de dramas, debía recuperar a sus hijos.

-Yuuri Katsuki – contesto.

-Buenas noches señor, la boda fue desagradable puesto que ya esta en casa, pero eso esta mejor – contesto la voz al otro lado del teléfono – por favor ponga al teléfono a su compañero.

-Soy Víctor Nikiforov - ¿Nikiforov?

-Buenas noches señor, primero que nada sus hijos están bien, los esta cuidando una amiga suya, no se preocupe.

-¿Hana Matsumoto, verdad? Ella se llevo a mis bebes.

-Así es, usted la tiene bastante molesta, pero esta cuidando bien de los pequeños.

-¿Qué es lo que quiere?

-Directo al punto, los Nikiforov saben lidiar bien con los secuestros ¿verdad? Eso me gusta, bien señor quiero 10 millones de dólares en efectivo, maleta deportiva, lo veré en la estación de Hasetsu en tres horas, su esposo recogerá a sus hijos en la pista de patinaje Ice Castell, por favor dígales a los policías que no vengan con ustedes, sean puntuales o los niños morirán de hipotermia. Nos vemos en un rato señores. Otra cosa, nada de celulares.

-Parece ser un secuestro sencillo quizá demasiado. Prepare el dinero señor Katsuki, los acompañaremos a los lugares y

-No, no los quiero cerca, ellos fueron claros. – dijo Víctor.

-Así es oficial, aprecio su ayuda pero esto es un asunto familiar la seguridad de los Katsuki lo solucionara.

Aun cuando Víctor quería ir por los niños los secuestradores habían dado instrucciones especificas, dos horas mas tarde ambos salían para los lugares acordados, apenas y habían cruzado palabra desde la declaración del mayor, pero no podían irse sin decir nada, al menos Víctor no, antes de subir al auto con el guardaespaldas que siempre lo acompañaba se giro a verlo.

Un corazón. (Victuury, omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora