Nelly Ríos.
01/06/2015.
A pesar de que sabía de su existencia hace tan solo casi tres meses, sentía una fuerte conexión con él y podía pasar horas a su lado sin aburrirme, y sólo me quedé pensando, ¿estaría mal que continuáramos conociéndonos, estando juntos? Es decir, en una relación.
—También estaría fascinada contigo a mi lado, me encantaría verte todos los días. —respondí ante su comentario. No pude evitarlo, era la verdad.
—Sería maravilloso verte a diario e ir contigo a todos lados, ir tomado de tu mano mientras caminamos. —tampoco me imaginé que aún existieran chicos tan cursis en pleno siglo veintiuno.
—Me encantaría hacer eso contigo, cada vez que me dices algo así, me interesa conocerte más. Y saber cómo sería pasar nuestro tiempo juntos.
Si algún día alguien llega a leer este diario, pensará que éramos demasiado cursis.
—Y tú, cada vez que me sonrías, me encantarás más. —era inevitable sonrojarme y sonreír como una tonta.
—Eres totalmente una ternura. —no sabía que decirle. Estaba muy sorprendida. —A ti en verdad no te diría que no a nada.
—¿Qué? ¿A nada? —pregunté confundida.
—A nada. —me respondió tranquilo— Tu sonrisa hace que me pierda fácilmente.
—Me gustas. —que directa, debí haber medido mis palabras o al menos pensar en algo menos directo— Lo siento, fui demasiado directa.
—Eres un amor, tengo tanta suerte de haberte encontrado. —También me gustas, demasiado.
—Si soy un amor, no lo soy tanto como tú. —le respondí con el corazón latiendo demasiado rápido.
—Pero no eres cualquier amor, serás solo mi amor. —al parecer era muy celoso.
—Sí, sólo tu amor. —de todas formas, asentí de acuerdo.
—Me encantas hermosura. —sonreí y bajé la cabeza avergonzada por lo que diría.
—¿Sabes? No es mi intención interrumpir este perfecto momento, pero me siento muy cansada y debo ir a casa a organizar ciertas cosas.
—Está bien, hermosa. Descansa. —nos levantamos— ¿Te molestaría si te digo amor o cualquier otro apodo cariñoso?
—Gracias ternura. Claro que no. —le di un fuerte abrazo.
—Está bien, entonces que descanses Ten lindas pesadillas conmigo amor. —reímos y me dio un beso en la mejilla.
—Nos vemos más tarde. —dije y nos fuimos en diferentes direcciones.
Sin embargo, preciado diario, eso no fue todo. Horas después decidimos volver a vernos, en el mismo lugar.
—Creo que no me tardé mucho, ¿verdad? —él negó con la cabeza y suspiré aliviada.
—No hay problema, eres muy puntual, amor ¿qué tal tu descanso? —me encogí de hombros.
—Bien, realmente lo necesitaba. —tenía mucho que organizar en mi nueva casa.
—¿No tienes tarea que hacer? —preguntó curioso, ya eran las siete.
—Este año ingreso a la universidad, cielo, pero estoy muriendo con el curso de inglés. —asintió.
—Oye, sé que pensarás que estoy obsesionado y que soy muy extraño, pues no sé si sea demasiado pronto, pero necesito preguntarte algo. —yo asentí nerviosa.
—Claro, no hay problema. —tartamudeé.
—¿Te gustaría empezar una vida conmigo, como pareja? Porque siento que eres todo lo que quiero para ser feliz, y me gustaría saber si ¿quieres ser mi novia? —me dijo con el rostro sonrojado. Lo miré sorprendida unos segundos y respondí sin poder pensar bien.
¿Que si le dije que sí? Acertaste hermoso diario.
—¡Claro que sí! —me abrazó.
—Eres increíble, te quiero. —me dio un beso en la frente. —Jamás desperdiciaré esta oportunidad.
—Creo que empezaré a sentir muchísimas cosas por ti. Aunque pienses que es muy pronto.
—Sé a lo que te refieres, y no es muy pronto para mí. —me separé de él nerviosa.
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Diario de una pareja disfuncional
Romance-REESCRIBIENDO / PAUSADA- Queríamos plasmar nuestros mejores momentos juntos, y parte de nuestra vida como pareja, pero todo cambió repentinamente.