Lo que siento

21-Él no era príncipe ni ella princesa

En nuestra historia él no era mi príncipe ni yo su princesa, éramos todo lo contrario, cosa que no nos importaba.

El nuestro no era un cuento de hadas, no habría un vivieron felices por siempre. Seamos realistas, la felicidad no dura para siempre. Pero si habría un veremos que pasa, paso a paso. También, tendríamos que saber superar esos obstáculos, cada vez que se interpusieran en nuestro camino.

Llamábamos a lo nuestro como nada, porque nada es lo único que dura para siempre. Así que él era mi nada, yo era su nada, y eso era suficiente.

No sabíamos cuanto duraríamos, pero disfrutábamos cada momento como si fuera el último, sin pensar en el mañana, vivíamos el hoy y lo demás no importaba.

Nuestra historia de amor no era perfecta, pero era real, estando juntos éramos felices, sin buscar la perfección, siendo nosotros mismos, conociendo nuestros defectos y virtudes, y aprendiendo de eso.

Los cuentos de hadas no existen, no existen las princesas ni los príncipes, porque no somos perfectos, nunca lo seremos.

Valora lo que tienes, no busques más, no encontrarás a alguien perfecto.

No busques una historia de amor perfecta, busca una real, porque la perfección no existe.