Lo que siento

7-Era una farsa

He caído en tus garras, es como si yo fuera tu presa. ¿Cómo pude ser tan tonta? Me atrapaste con tus ojos, aquellos que ocultaban más de mil palabras, esos ojos en los que creí ver amor, pero estaba ciega, el amor nos vuelve ciegos.

Tú me volviste ciega, y no era capaz de darme cuenta que contigo el amor real no existía. Jamás tendría que haber dejado que te acercaras a hablarme, porque perdí todo, lo perdí todo con sólo mirarte, era como si estuviera bajo un hechizo que nadie podía romper.

Eran tus ojos, bellos, oscuros y misteriosos, que con sólo una mirada lograban hacer que te encantaran. Y ganaste, me conquistaste, me ilusionaste y luego me dejaste. Y yo no pude hacer nada, porque no nos damos cuenta de nada cuando estamos enamorados. Somos como cachorros abandonados que no pueden ver el peligro que hay en las calles.

El peligro de enamorarse.

Porque con hermosas palabras, una sonrisa, salidas juntos, noches de conversaciones, escapadas, momentos de ternura, cualquiera se enamora. Pero pocos saben que a veces las personas fingen ser alguien que no son. Me ilusioné, me deje llevar como el viento pero luego me di cuenta que no podía volar y caí.

Ahora me doy cuenta que no todo es lo que parece. 

Caí a tus pies, pero no dejé que me arrastrara la corriente, soy la misma de siempre, admito que me gustó lo que viví contigo, aunque fue una mentira. Por suerte desperté de la ilusión, vi la realidad y me pegó fuerte, me dijo que chicos como tú hay muchos pero que no todos son iguales.

Vivimos lo que tenemos que vivir, y soñamos lo que soñamos. Pero no dejemos de imaginar, que aunque el amor no sea lo que parece, es el sentimiento más real que puede existir, es doloroso a veces, pero es hermoso sentirlo, difícil comprenderlo y explicarlo.

Pero no es imposible.