El mejor asesino (Killua Zoldyck)

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El transporte se detuvo y ambos bajaron.

— Bueno así que a la final regresé.

— ¿No me digas que no tenía intenciones de regresar a casa por un simple berrinche?

— Quién sabe — Killua mostraba una ligera sonrisa.

— Bienvenidos jóvenes amos — fueron las palabras de Zebro uno de los dos conserjes de la familia Zoldyck.

Primero entro Illumi logrando abrir la gran puerta con tanta facilidad que parecía que estuviese hecha de un material completamente ligero.

En segundo lugar entro Killua. Logrando abrir una puerta de 16 toneladas.

Tanta fuerza para un simple niño o digámoslo de una forma mejor.

Esa es la fuerza actual del heredero prodigio de la familia Zoldyck, tan joven y con un poder tan devastador, no me lo puedo imaginar en sus mejores años... que clase de poder y fuerza tendrá.

Killua e Illumi dieron rumbo a la mansión atravesando la gran finca de su familia.

— Creo que Gotoh también deberá estar furioso conmigo. ¡Haaa! Ya recordé porque no quería regresar, van a empezar con todo su regaño.

— Si te disculpas apropiadamente quizás el castigo será menor, sólo hazle caso a madre y no pasará nada a mayor.

— Esta bien seguiré tu consejo, pero si algo sale mal por esto me enojare por tú consejo.

Ambos caminaron y llegaron hasta la posición de Canary una aprendiz a mayordomo.

— ¡He Canary!

— Es el amo Killua, a regresado, pero ¿por qué está junto al amo Illumi que habrá pasado?

— Hola Canary cuanto tiempo.

— Bienvenidos amos Illumi y Killua, su madre nos informó que le diéramos aviso cuando llegarán.

— ¡¿Qué?! Cómo supo que veníamos en camino.

— A mi ni me veas yo estuve contigo todo el rato, no te di motivos para que dudes de mí.

Mmm... La única explicación que veo es que Milluki hackeo el listado de aprobados de este año del examen de cazador y los informes del mismo.

— Tch, bueno por lo menos ya no es sorpresa mí llegada. Quizás le pueda sacar ventaja a esta situación.

— Entonces no hagamos esperar más a Padre y Madre.

Ambos siguieron el camino hasta llegar a la entrada de la mansión.

— No a cambiado nada desde que me fui.

— Por qué sigues hablando como si te hubiese ido por años.

Gotoh abrió las puertas para recibirlos a ambos.

— Bienvenidos jóvenes amos - pero no quitaba la mirada de Killua.

Killua podía sentir el sermón sólo con su mirada.

— Hola Gotoh...

— Joven Killua no vuelva a exponerse a sí, confió en su poder pero aún así hay gente aún más poderosa que tiene sed de venganza por el negocio familiar y que mejor forma de vengarse que con él heredero de la familia.

Su madre los está esperando.

Gotoh empezó a dirigirlos a la recámara donde se encontrarían con su madre.

Los pasillos de la mansión son extremadamente largos con varias habitaciones en su camino y paredes de rocas además de la poca iluminación.

— Llegamos — Gotoh abrió la puerta.

Del otro lado se encontraba la madre del Killua, Milluki y Zeno el abuelo de Killua.

— Kil, donde te habías metido — la madre de Killua fue la que rompió el silencio en la habitación.

— Ya te lo dije mamá estuvo en el examen de cazador junto con Illumi.

— Cállate Milluki, que quiero escuchar su parte de la historia.

— Así que fuistes tú el que aviso, bien dijo Illumi en cierto modo hace que me arrepienta aún menos haberte apuñalado — fue lo que dijo Killua en su mente.

— Killua tiene un potencial increíble logró aprobar el exámen de cazador sin ningún problema — Illumi buscaba la forma de terminar este problema de una vez por todas.

— Desde cuando ustedes dos se llevan tan bien — el abuelo de Killua era el que tenía la palabra ahora. Dime Killua eso es verdad y en caso de serlo que piensas hacer con esa licencia.

— Ese examen estuvo aburrido abuelo, fue demasiado sencillo y mi motivación de aprobarlo era para que padre me diera mejores tareas, por eso quiero hablar con él.

— Que coincidencia Silva tambien quiere hablar contigo.

— ¿En serio? ¿Padre quiere hablar conmigo?

— Sobre qué, no tengo idea.

— Abuelo no crees que están dejándolo ser demasiado caprichoso.

— Que cierres la boca Milluki, Kil después me debes explicar todo y no creerás que te libraras del castigo.

— Esta bien ¿padre está en su recámara?

— Sí, te está esperando.

Killua empezó a caminar de nuevo por el pasillo hasta la recámara de su padre, abrió la puerta y ahí estaba sentado.

— Kil.

— Hola papá.