Roommates

Capítulo 29 - Un choque con la realidad.

Capítulo 29 - Un choque con la realidad.

Narra Daniela

¿Sabes que siempre estaré para ti, verdad? ....esa maldita frase seguía aún en mi mente. ¿Cómo había podido ser tan tonta? ¿Por qué otra vez? ¿Diego era el muro con el que siempre me chocaba, era mi kriptonita y odiaba eso.

Me sentía tan estúpida, una vez más llorando como una maldita idiota. Estaba en uno de los cubículos del baño y el papel sanitario ya estaba lleno de lágrimas y mocos (es la verdad, todos tenemos mocos). A mis estúpidos diecinueve años estaba llorando como Magdalena por Diego, el mismo chico por el cual había llorado hace dos años atrás. ¿Patética? Sí, pero no me lo recuerden.

Deben estar confundidos, así que les explicaré desde el principio.

Flashback

Salgo de la oficina del rector junto a Diego y todo parece haber ido bien. El rector estaba bastante molesto con Ian y esperaba que como mínimo lo despidieran. Ahora Diego debía ir a su clase por lo que se despidió de mi. Yo no tenía mas clases hasta dentro de unas dos horas por lo que me quedaría en la universidad adelantando algún trabajo o hablando con cualquier conocido que viera. Al escuchar mis tripas sonar me percato que tengo hambre y como si mis pies hubiesen entendido, me dirigien hasta la cafetería.

- Hola Dante - saludo al empleado de la cafetería.

- Daniela - ¿Qué deseas pedir? - dice amablemente.

- Pues - alargo la palabra - Dos pedazos de pizza nada más.

Rió - Sabía que pedirías pizza, siempre lo haces.

Río de vuelta - En serio, trato de pedir otra cosa pero la pizza me llama desde la vitrina y no puedo negarme.

Niega con la cabeza - ¿Cocacola?

- Así es.

Luego de pagar mi almuerzo me siento en una de las mesas del lugar. Parece que nadie quiere comer hoy pues el lugar está desierto. Termino mis dos pedazos de pizza y mi cocacola pero decido quedarme allí sentada. Abro la aplicación de wattpad y comienzo a leer.

Una media hora después decido dejar de estar de perezosa (aunque realmente estaba leyendo) y camino por los pasillos de la universidad.

Es aburrido cuando no tienes nada que hacer. Volteo para ver si hay alguien conocido en el pasillo de al lado pero mis ojos se abren muy grandes a la vez que siento como miles de lágrimas se acumulan en ellos.

Demasiadas preguntas me inundaban...
¿Qué rayos hacían Ana y Diego besandose en pleno pasillo?
¿No se supone que el imbécil de Diego estuviera en clases?
¿Por qué me pasaba esto a mi? ¿Por qué otra vez?
¿Por qué creí en Diego?

Un sollozo sale sin yo permitirlo causando que Diego se separe de Ana y me mire horrorizado. Así mismo me vera cuando le patee su masculinidad.

- D-Daniela déjame explicarte - pidió Diego acercándose a mi, negué mientras intentaba dejar de llorar (no quería verme tan patética). - Por favor Daniela - tomó mi mano pero yo la solté de inmediato.

- ¡No Diego! Contigo siempre es lo mismo. Te importa muy poco los sentimientos de los demás. Solo piensas en ti y estoy harta...Harta de tener que chocar contigo una y otra vez. Eres ese maldito muro con el cual no dejo de chocarme. - me alejo de él aún escuchando los llamados pero no pienso mirar atrás, solo quiero estar sola y llorar.

Fin del flashback

Salgo del cubículo tan seria como jamás había estado en mi vida. Me miro al espejo y veo que doy tanta pena que me hace enojar mucho más. Mis amigos me lo habían advertido hace dos años. Y en el presente había vuelto a caer a los pies de Diego. ¿Qué rayos era lo que tenía él que no me dejaba razonar? Parecía una maldita masoquista.