Capítulo 8 - Mi pobre celular, hora de tomar venganza.

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Capítulo 8 - Mi pobre celular, hora de tomar venganza.

Narra Daniela

- Ya te apoyo, es un idiota. ¿Cuál va a ser tu venganza? - pregunta Michelle acostada en mi cama como si fuera la de ella.

Le acabo de contar toda mi tarde junto a Xian y lo que sucedió cuando llegamos a la casa con Diego y Xian. Había decidio llamarla luego de haberme dado un baño porque estaba aburrida.

- No lo sé... - digo pensativa.

- ¡Mierda! Mira la hora que es, debo irme. - exclama Mich y se levanta de la cama de un salto.

- ¡Rayos! Son las once de la noche y yo aún no he hecho la tarea. - dije lloriqueando.

- Que responsable la Daniela. - opinó Diego desde el marco de la puerta.

- ¿Qué haces aquí? - pregunto con mala cara.

- Es mi casa - contesta obvio

- Desgraciadamente lo sé, ¿pero no se supone que debas estar con tu amiguito? - pregunto cruzada de brazos.

- Bien yo me voy... - dice Michelle saliendo de prisa de mi habitación.

- El partido ya se acabó, genio.

- ¿Y si estabas con él todavía?

- Pero ya ves que no.

- No espérate...lo que veo es otra cosa. - digo levantandome de la cama y acercándome a él hasta quedar frente a frente.

Su ceño fruncido funcionó como respuesta.

- Ya sé lo que pasa. - digo sonriendo maldadosamente mientras tenía mis brazos en los hombros de Diego y el para estar más cómodo puso sus manos a cada lado de mi cintura.

- ¿Que pasa? - pregunta siguiendome el juego.

- Que eres gay. - respondo con una sonrisa.

- ¡¿Qué?! - grita y se aleja de mi bruscamente.

- Lo que oíste - digo caminando por mi habitación. - Que te gustan los hombres, por eso es que me quitaste a Xian. - digo aguantando las ganas de reírme y poniendo mi celular en una esquina de la coqueta.

- Claro que no soy gay. Y puedo demostrarlo. - dice y yo corro por toda mi habitación mientras el me sigue.

Reímos como dos niños pequeños, nuestras discusiones casi siempre se convierten en juegos.

Diego pasa por mi coqueta y se tropieza, intenta no caerse y se aferra a la coqueta haciendo caer mi celular. Abro los ojos como platos y siento como una parte de mi vida se va.

- Mi...celular... - digo mirando mi celular hecho añicos en el suelo. - Diego...mi celular.

- Lo siento. - dice sorprendido por lo mierda que ha quedado mi celular.

- ¡Lo siento y un cuerno! ¡Dame tu celular! - grito molesta.

Retiro lo dicho. Nuestras discusiones no se convierten es juegos, se convierten en más discusiones.

- ¿Estás loca? No te pienso dar mi celular.

- A ver Diego... - intento calmarme - Tengo que hacer una tarea, prestame tu estúpido celular. - digo con la mano abierta para que me de el celular.

- Esta bien, pero me quedaré aquí para ver que es lo que realmente haces. - saca su celular de su bolsillo trasero y me lo entrega.

- Está bien - acepté, después de todo yo sabía una de las debilidades de Diego.

Volví a sentarme en la cama pero esta ves apoyada de la cabecera. Diego se sentó al lado mío.

- Diego...¿por que no mejor me dejas peinar tu cabello? Sabes que me gusta hacer eso, además mientras leo cosas aburridas me puedo entretener también. - digo de lo más normal.

Diego me mira y parece pensarselo. - Está bien. - pone su cabeza en mis piernas y ejecuto el plan.

¡Dormir a Diego!

La verdad me gustaba y me sigue gustando pasar mis dedos por el cabello de los chicos (no de cualquiera, claro). Pero esta ves lo que yo quería era dormir a Diego y que no supiera lo que realmente yo hacía con su celular.

Una hora después ya había hecho la tarea y se la había enviado a la profesora. Diego seguía dormido en mis piernas y hasta se veía adorable.

Me di una cachetada mentalmente, ¡Diego jamás es ni se verá adorable! - me autoregañé.

Era increíble, las chicas siempre le llovían al renacuajo este. Había puesto en vibrar el celular por lo que los mensajes de las chicas que querían una cita o un acostón con él no se escuchaban. Y como mi venganza, a todas las chicas les respondía un "Lo siento, [nombre de la chica] pero soy gay." Estaba disfrutando esto muchísimo pero Diego me mataría. Se lo merecía por todo lo que me había hecho.

(...)

Ya estaba en la cocina, esperando a que Diego al fin bajara para hacerme de comer. Me cansé de esperarlo y dije "¿Qué tan difícil podría ser intentae cocinar? ¿Qué tan difícil sería hacer unos hot cakes para Diego y para mi?" No se confundan, no era que yo soy demasiado buena o estúpida, solo  quería que Diego también probara de lo que yo iba a hacer para que si yo moría él también.

- Diegoo - llamo feliz a el renacuajo estúpido baboso.

- ¿Y tú por qué tan feliz? ¿Estás en tus días? - preguntó entrando a la cocina.

- ¿Por qué piensas que siempre estoy en mis días?

- ¿Por que te comportas como un loca?

- ¡Ves! Uno nunca puede estar bien contigo. Pero espero que mis hot cakes te ayuden un poco y dejes de ser tan...tan...tan no sé.

Pongo los hot cakes frente a Diego quien ya se encuentra sentado en donde antes yo estaba.

Él me mira extraño y luego pasa a coger el tenedor y a comer un poco de hot cakes. Diego pone su peor cara y bebe jugo de prisa.

- ¿Qué rayos es esto? Jamás intentes cocinar. - sonrio inocente

(...)

- Al fin saliste de esa clase, tienes que ver lo que dice en el pizarrón central de anuncios. - dice Michelle y me arrastra hasta allá.

Abro los ojos como platos, me tapo la boca y río al ver el anuncio en letras negras y en bolt que dice que Diego Ainsworth es gay. Todos comienzan a abrir el círculo que se a ha formado al rededor del pizarrón. Diego se fue acercando visiblemente molesto junto a Bill (su mejor amigo) quizá ya se había enterado.

- Tú - dijo molesto señalandome y todos me miraron, tragame tierra y escúpeme en otro lugar lejos de aquí.

Intenté esconderme entre la gente pero Diego caminó hasta encontrarme.

- Sé que fuiste tú - me señala enojado.

- ¿Yoo? - digo exagerando el "yo".

- Sé que fuiste tú. Vi todos los mensajes que enviaste desde mi celular.

- ¿Yoo? ¡Estás loco! Yo ni te conozco. - digo mirandolo extraño.

- ¡Vamos Daniela! Claro que lo conoces, ustedes tuvieron historia hace un tiempo y ahora viven juntos. - dice Bill en defensa de su mejor amigo.

Siento como todas las personas a mi alrededor me miran mucho más que antes y empiezan a hablar entre si.

Diego me va a matar pero completé mi venganza.

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Pronto podrán leer el siguiente capítulo.

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