Hola chicos, Bienvenidos a Miami, espero su estadía sea una de las mejores. –Les dije sonriendo.
Tomó la palabra Christopher, mientras él hablaba, lo vi. Era un chico alto, blanco como si el sol nunca le hubiera caído, ojos marrones claros, su forma de hablar era única, tenía mi cabeza volando como si nunca hubiera visto un chico así. Me dirigí hacia el lobby con los chicos, les di sus llaves y les dije: "Mis dos ayudantes las llevaran a su cuarto" y se fueron siguiéndolas...
Pero por algún motivo Renato y Christopher se quedaron en el lobby. Le dije a Renato preocupada. ¿Algo pasa?, ¿Incomodidad?
En realidad no, solo que estábamos conversando – Me dijo nervioso
Christopher me miro, mientras Renato le daba una pauta. Tenía el cabello castaño, liso y corto. Parecía de mi edad; quizás un año más, con una mano metida en el bolsillo y la otra llevando su mochila.
Miré hacia otro lado, pensando que se iría, pero no pasó, se me acercó lentamente, hasta que llego a mí.
¿Hola, cómo te llamas? – Me dijo coqueteando
Ehmm, Camila. - Le dije
Mire a Christopher, que me devolvió la mirada. Sus ojos tan marrones que casi podías verme en ellos.
Creo que nos veremos muy seguido, Camila.
Al parecer sí. –Le dije nerviosa
Nos quedamos en silencio un rato, observe una amplia sonrisa en la cara de Christopher, no la medio sonrisa torcida del chico que pretendía ser sexy, mientras me miraba fijamente, sino su sonrisa de verdad, demasiado grande para su cara. Se despidió y se fue.
Caray! – Dijo Christopher en voz baja – que chica más linda.
Subió a su habitación, no hubo mucho en el lapso de su despedida, firme documentos y salí rumbo a mi casa en el auto.
Mientras me dirigía a mí auto, me decía: "esto no me pasaba usualmente en mi vida", abrí la puerta de mi auto, me senté, prendí el radio como cosa rara, pasó la canción "Primera Cita" y solo sonreí. Llegue a mi casa, tire mis cosas y me eché.
Por cosas del destino no dejaba de pensar en él, se me venía a la mente algo que no me había pasado después de tanto tiempo. Y durante dos minutos, a oscuras y en silencio; recordé los pocos minutos con él, me reí o suspiré, o lancé una especie de bufido parecido a la tos y me quede dormida.
A la mañana siguiente, sábado, me levante tarde. Mi madre nunca me despertaba; por la única razón de que mi trabajo absorbía todas mis energías, de modo que al principio, cuando me desperté sobresaltada con sus manos en mis hombros, me quede un poco confundida.
Son las diez – me dijo
Dormí bien. – Le contesté – me que leyendo unos correos hasta muy tarde.
Debe ser el trabajo más grande que tienes – me dijo
Se acercó, me abrazo, me dio un beso en la frente y me dijo que tenía junta.
Mande un mensaje a Lorena, me duché, me vestí y mi madre me trajo mi bolso. Tenia que llegar rápido a la oficina. A los cuarenta minutos de empezada la junta, Lorena me contestó.
Buen día Camila, te esperamos en el lugar de siempre, a las 4:30pm
Lorena tenía una vida social muy agitada por decirse así al minuto. Le respondí:
Perfecto, estaré en la zona de los restaurantes
Terminó la junta, me dirigí a mi coche directamente al punto donde quedé con Lorena, compre un café y una rosquilla. Eran las 4:25.
Mientras comía, agarré mi celular y observe que novedades podría haber, por alguna razón pensé en Christopher.
A las 4:30 vi a Lorena llegando con un maletín lleno de cosas. Me vio en el momento en que levanté mi mano, me lanzó una sonrisa, que dejó al descubierto su blanquísima sonrisa y vino hacia mí.
Llevaba un abrigo negro corto, que le sentaba muy bien y unas gafas de sol enormes. Se las colocó sobre la cabeza mientras se inclinaba para abrazarme.
¿Cómo estas, Camila? – Me pregunto con un acento ligeramente raro.
Tenía un acento poco común en ella. Sencillamente, Lorena era humilde, toda una princesa, era hija de un empresario conocido en el país, por ende tenia lujos y una manera de hablar muy británica. Todo el mundo lo aceptaba.
Bien, ¿y tú?- Le contesté.
Todo de maravilla. ¿Te molestaría si invitara a alguien?
La mire con mucha intriga, pero a la vez me venía a la mente miles de cosas...
¿Enserio? ¿Quién es? – Le pregunte
Me dijo que era parte de una sorpresa por eso era el motivo de que me citara en el mall, pero no me imaginaba quien era.
-Lo dejaste sorprendido y quiere conocerte. – Me dijo – Aunque sé que cuando lo veas te quedaras sin palabras. Es lindo lo que hace. Pero ya dejemos de tanta intriga.
-Me das miedo – Me reí
-¡Mira ahí llega él!
-Gire a ver quién era, pensé que era un amigo de su infancia o algo parecido, pero no fue así.
-¡Hey, hola!
Era Christopher, lo mire sorprendida y me devolvió la mirada con una sonrisa cálida.
-¿Qué haces aquí? – Le dije
-Lorena me invitó a pasear por el mall, ¡vaya coincidencia! – Me contesto todo pícaro
De repente sonó el celular de Lorena, respondió al llamado y se alejó.
-¿Habrá tenido un percance? – Me dijo en tono sarcástico
-Si debe ser. – Contesté – Lo mire y le sonreí.
-¿Vamos a pasear?
-Ehmm... Claro, porque no – le conteste
Fuimos a los juegos, a comer algo y a disfrutar de la tarde, por alguna razón me sentía bien al lado de él. Nos sentamos, apoyo las manos en mi hombro y me beso en la mejilla. De repente se calló y me miro como pidiendo disculpas, como si hubiera hecho algo malo.
-Debería volver a casa – Le dije – Estoy un poco cansada.
-Claro, claro – me contestó sonrojado
Salimos del mall y nos dirigimos hacia mi auto. Se acercó, me miro, me abrazo fuerte y me dijo: "Nos tenemos que ver más a menudo" y se marchó.
Aquella noche me dormí temprano. Me puse mí una camiseta y me metí debajo de las mantas de mi cama. Mientras releía un libro, me distraía cada dos páginas imaginando a Christopher mirándome. Me pregunté si le gustaba o si lo descartaría por pretencioso. Entonces me acordé que le había dado mi número y le mande un mensaje.
Gracias por el día de hoy, lo pase increíble.
Me respondió al minuto después:
Si no recuerdo mal, me prometiste LLAMARME cuando llegaras a tu casa, no mandarme un mensaje.
Al rato lo llamé.
-Camila – Lo dijo en tono coqueto
-¿Llegaste al hotel?
-Bueno hubo un retraso, pero ya llegué.
-Me divertí hoy, gracias.
-No hay nada que agradecer, la pase increíble a tu lado.
-Tengo que colgar ya es tarde.
-Está bien, Cami.
-Mañana nos veremos, ¿verdad? – Me dijo
-Sí, tenemos un día muy largo.
-Ten bonita noche, Cami.
Colgó sin decir una palabra más.
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Tropiezo en el amor
FanfictionCamila era una chica creativa, muy carismática y apasionada por el trabajo que le toco. Un día en el trabajo le hacen una propuesta si quería formar parte de un staff personal para un grupo latino que vendría a presentarse a Miami, entonces ella ace...