Capítulo 7

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Creo que paso varios días después Christopher por cosas de la vida daba señales de vida, abrió sus ojos, estaban hinchados, con una venda en la cabeza y un yeso en el pie. A los primeros que vio fue a la Sra. Yenny y Renato.

-Doctor! Despertó! – gritó Yenny con lagrimas en los ojos.

El doctor Sanchez quien estaba a cargo de Chris, entró y comenzó a revisarlo.

-Camila! ¿Como estas? – dijo Chris todo angustiado.

-Tranquilo, acabas de reaccionar, no puedes alterarte sino recaeras. - contestó Renato.

El doctor pidio que Yenny la acompañara afuera y Renato se quedara con Chris.

-La mande a llamar afuera porque tenia que decirle que su hijo, no puede por el momento recibir impresiones fuertes, trate de evitar eso, se que es dificil, pero es por su salud. – dijo el doctor.

-Esta bien, haré todo lo posible, pero dígame una cosa, ¿Como sigue Camila?, ¿Ella esta bien, verdad?. – preguntó Yenny.

-Solo sé que aun esta en la UCI, aun no se sabe nada de su estado de salud. – contestó el doctor.

Su mamá asentó la cabeza, se despidió del doctor y se dirigió a la habitación de Chris.

Encontró a Renato hablandole. Se acerca hacia Chris, le toca su cabeza, le da un beso en la frente y lo mira con una sonrisa cálida.

-¡Bienvenido mi niño! – exclamó Yenny

Chris le devuelve la mirada y le pregunta.

-Mamá, ¿Cómo esta Camila?, ¿Ella está bien?. – le dice en voz baja Chris.

-Mi niño trata de dormir un poco. – contesta con los ojos llorosos

-Dime que ella esta bien, que se está recuperando. – responde con lagrimas en los ojos Chris.

Su mamá solo se queda callada, lo abraza, le agarra la mano fuerte y le dice:

-Ella se va sanar, muy pronto - con voz entre cortada.

Chris solo mira el techo, con lágrimas en los ojos.

-¡Quiero verla! ¡Es mi culpa! – grito Christopher.

-Tranquilo Chris, ya pronto la podras ver. – le dice Renato con voz entre cortada.

-Diganme de ella, dejenme verla un rato. – contesta Chris llorando y moviendose de la cama.

Tuvieron que anestesiarlo para que pueda calmarse, quisiera decirle que estoy bien, pero no sera así, seria mentirme a mi mismo y a él.

Pasó una semana de que Chris se despertó,ha evolucionado bien a los medicamentos, quisiera haber estado con él en esos momentos, pero se que saldrá de esto bien. La Sra. Yenny lo deja con Renato, mientras ellas iba por unas cosas a su casa, darse un baño, descansar y volver al hospital a seguir cuidando a Chris.

-Renato, mi mamá ¿salió?. – Pregunto Chris.

-Acaba de salir, ¿Por qué, te sientes mal? – contestó

Chris mira a Renato y con su mano lo llama a su costado.

-Ayudame a ver a Camila, aunque sea un rato, por favor. –le dice suplicandole.

Renato se queda callado, lo mira dudando y afirma con su cabeza.

-Te ayudo, pero con una condición.

-¿Dime, cual Renato?. –contesta Chris

-Que pase lo que pase tu debes mejorarte.

-Lo haré, por mi madre, por ustedes, pero en especial por Camila. – respondió Christopher con los ojos llorosos.

Lo abraza y lo ayuda a levantarse de su cama. Renato ve que no haya nadie y se dirigen hacia la UCI donde estoy yo. Abren la puerta de la habitación.

No estoy segura de quien tiene el peor aspecto, sí Chris o yo. Tiene las mejillas hundidas, la piel pálida, con rastros de heridas y con los ojos rojos. Renato, por el contrario, es el mismo de siempre. No se ven indicios de cansancio ni de llanto. Es como si el agotamiento no se atreviera a molestarlo. Rapidamente se acerca a mi cama, al lado de Chris.

-Nos has tenido a todos con el corazón en la mano . – dice en tono gracioso.- Chris me contó que salieron y lo empujaste a la pileta "Gracias por el dato, lo hare cuando me haga una".

-No te aproveches Renato – dice Chris, poniendole la mano en el hombro.

-Ohh!, solo bromeo. Camila sabría apreciarlo. Tiene un gran sentido de humor, por seria que paresca a veces. Un malisioso sentido del humor- sonrió Chris.

Renato sigue parloteando por cinco minutos mas, transmitiendome sus anecdotas con los chicos. Chris le sigue la conversación riendo un poco.

Intento meditar al son de su voz, dejarme llevar por su alegre conversación. A veces he estado a punto de quedarme dormida mientra los escuchaba. He oído hablar sobre el sueño de los muertos. ¿Será asi la muerte?¿Con el sueñecito mas agradable, cálido, profundo del mundo, un sueño sin fin?.

En ese caso , no me importaría. Si morir es así, de verdad no me preocuparia en lo absoluto. Me sobresalto de pronto. El pánico destruye la calma que sentía al escucharlos. Aún no tengo claro los detalles, pero se que una vez que me comprometa a marcharme, me iré. Me da un poco de miedo que si, accidentalmente pienso que no me importaría sumirme en un sueño eterno, acabe ocurriendo y sea irreversible, igual cuando mi madre me advertia, que si ponia caras cuando el reloj daba las doce del mediodía, me quedaría asi para toda siempre.

Renato salio un rato de la habitación. Chris estaba a mi lado, lloraba sin moverse, pero las lagrimas le resbalan a mares y le moja la cara. Jamas nadie habia llorado asi, en silencio pero agitado, como si detrás de los ojos tuviese un grifo abierto misteriosamente. Las lagrimas van cayendo sobre mi colcha.

Luego retrocede para darse vuelta para ir a la puerta, pero de pronto vuelve rápidamente a mi lado, agacha la cabeza al nivel de mi oreja y susurra.

 Si quieres irte, no pasa nada, todo el mundo quiere que te quedes. Y yo, más de lo que he deseado en toda mi vida – Se le quiebra la voz . Respira hondo y continúa. – Pero ese es mi deseo y comprendo quizás tú tengas tus motivos para querer otra cosa. Entenderé que decidas irte, No pasara nada si tienes que dejarnos y si decides dejar de luchar. No te preocupes por nosotros.

Ahora se va. Vuelve a su habitación. El silencio absoluto. Tan absoluto que casi se pueden oír los sueños de los demás. Tan absoluto que casi se me puede oír decirle a Chris: << Gracias>>.


Tropiezo en el amorWhere stories live. Discover now