No entendí por qué tendría que cerrar mis ojos, pero lo hice. Me tape con mis manos, caminé unos paso, escuche el sonido de una guitarra, seguí caminando y escuchaba más fuerte el sonido, alguien por atrás me detuvo. A los segundo abrí los ojos y era Chris tocando la guitarra, comenzó a cantar Primera Cita, su voz era tan hermosa, la melodía de la guitarra, él haciendo lo que amaba, mis sentimientos encontrados, no resistí mucho, comencé a derramar lágrimas de felicidad y a desear que esa noche nunca acabará.
Mientras cantaba, se le iluminaba los ojos, su sonrisa cálida la cual siempre me tenía acostumbrada a ver, su personalidad única que tenía cuando estaba conmigo. Corrí hacia él y lo abracé.
Alcé la mirada hacia él y pensé que no estaba bien besar a alguien en frente de personas, pero luego pensé que, al fin y al cabo, las personas que estaban ahí ya estaban acostumbradas a ver todo este romanticismo.
Nos besamos. Pase mi mano por su nuca, y él me alzó por la cintura hasta dejarme en puntillas. Cuando sus labios entreabiertos rozaron los míos, empecé a sentir que faltaba la respiración pero de una manera nueva y fascinante. El mundo que nos rodeaba se esfumó, y por un extraño momento me gustó realmente su cuerpo. De pronto, aquel cuerpo destrozado por los golpes del accidente parecía haberse esfumado por un momento.
El beso se prolongó. Me di cuenta de que tenía los ojos cerrados y los abrí. Christopher estaba mirándome, sus ojos marrones más cerca de mí, más que nunca, y detrás de él una multitud se había formado a nuestro alrededor. Pensé que estaban enfadados. Horrorizados. Estos jovencitos y sus hormonas. Me separé de Christopher, que me dio un beso en la frente mientras yo miraba fijamente mis zapatillas. Entonces empezaron a aplaudir. Toda gente, aquellos adultos empezó a aplaudir, alguien gritó: "Bravo" con un acento europeo. Christopher se inclinó hacia delante con una sonrisa. Yo, riéndome, hice una ligera reverencia justo cuando volvía estallar los aplausos.
Nos dispusimos a salir del restaurante, pero primero dejamos que aquellas personas que nos miraban salieran primero. Justo antes de llegar a la puerta, vimos un show de juegos artificiales, era hermoso y Chris me dijo: "No quiero que esta noche acabe".
Al rato, un señor nos abrió la puerta del restaurante. Aunque estaba lloviendo, Christopher y yo nos disponíamos a caminar un poco, mojándonos poco a poco. Me vio que estaba cansada y me dijo:
-Tendrías que descansar un rato
-Estoy bien. – le dije
-Bien, ¿En qué piensas?- preguntó
-En ti. – respondí
-¿En mí?
Lo mire, lancé una mirada sonrojada y mire mis zapatillas
-Que sexy eres.
-Podríamos ir al hotel –respondí
- He odio cosas peores, pero vamos.
Tomamos un taxi hasta el hotel.
+++
Ya en el hotel. Nos apretamos en el diminuto ascensor del hotel. Tuvimos que tirar la puerta para cerrar, y mientras subía lentamente al segundo piso. Estaba cansada, sudorosa y preocupada por estar hecho un asco, pero aun así besé a Christopher en el ascensor.
Tardamos una eternidad en llegar al segundo piso. Al final, el ascensor dio una sacudida, se detuvo y Christopher empujó la puerta de espejo. Cuando estaba medio abierta, hizo un gesto de dolor y dejó de empujarla un segundo.
-¿Estas bien? – le pregunté
-Sí, si – me contestó – Es solo que la puerta pesa demasiado, me temo.
Volvió a empujar y la abrió. Me dejó salir antes que él, por supuesto, pero no sabía hacia dónde dirigirme, así que me quede parada junto a la puerta del ascensor. Chris se detuvo también, con la cara toda contraída.
-¿Estas bien? – volví a preguntar
-Solo en baja forma, Camila. No hay problemas.
Estábamos en medio vestíbulo. Christopher no se dirigía a la habitación, y yo no me acordaba cual era. Al ver que no salíamos de aquel punto muerto, llegue a la conclusión de que estaba intentando encontrar la manera de seducirme.
Y por fin, tras una eternidad... Avancé los dos pasos que me separaban de él. Lo besé muy fuerte, presionándolo contra la pared, y seguí besándolo mientras se hurgaba en el bolsillo buscando la llave de la habitación.
+++
Entramos al cuarto, me tomo por la cintura.
-No quiero que esto se acabe – me dijo – Me enamore de ti locamente, no quiero perderte de nuevo, me rehusó a alejarme de ti.
Me miró fijamente, extendió sus brazos sobre mi nuca y me besó. Sentí su cuerpo junto al mío, mientras me besaba.
Nos metimos sigilosamente en la cama. Me coloque encima de él, le quite el polo y sentí su aroma de su piel por debajo de la clavícula mientras le susurraba: "Te quiero, Christopher". Al oírme decirlo, su cuerpo se relajó. Extendió sus brazos, me quito la camiseta...
+++
Fue una larga hora, nos tumbamos boca arriba, muy juntos, tapados con el edredón, y un segundo después puse mi mano en su pecho. Se colocó de lado y me besó.
-Te quiero de una manera increíble – le dije
-Tú haces que mi vida sea más especial – me contestó sin dejarme de besar.
Me sonroje.
La cosa fue exactamente lo contrario de lo que me había imaginado: Lento, paciente, silencioso, no doloroso y sumamente excitante.
Solo una cosa siguió el estereotipo: Después, cuando tenía la cara apoyada en el pecho de Christopher y escuchaba los latidos de su corazón, me dijo:
-Camila, se me cierran los ojos.
Lo mire, me reí y lo besé.
-Te quiero Cami. – dijo
Giró la cara, y yo seguí con el oído sobre su pecho, escuchando sus pulmones ajustarse al ritmo del sueño. Al rato me levanté, me puse la camisa de Christopher, me senté en el escritorio, abrí la computadora y vi un mensaje de mi madre diciendo:
Querida Camila:
"El boleto ya lo compramos, te envió el voucher, sales dentro de 3 días. Te queremos mi niña"
Atte. Mamá
Cerré la computadora, me levanté y me dirigí a la ventana. Vi mi reflejo, me sentía mal, me cruce de brazos y me senté a contemplar la vista de noche en Tampa.
Christopher se levantó, no le tome importancia. Se puso su bóxer, se acercó, me dio un beso en el cuello y me abrazó por detrás.
-¿Te sientes bien? – preguntó
Toque su mano y me recosté mi cabeza en su mano.
-Sí – contesté
Me dio vuelta, me miró fijamente, me besó.
-Te queda bien esa camisa – me dijo pícaro
Me reí
-Amo verte reír, Cami.
Me alzó y me llevo a la cama.
Toque su nariz con mi dedo, me recosté en su pecho, me dio un beso en la cabeza y nos quedamos dormidos.
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Tropiezo en el amor
FanfictionCamila era una chica creativa, muy carismática y apasionada por el trabajo que le toco. Un día en el trabajo le hacen una propuesta si quería formar parte de un staff personal para un grupo latino que vendría a presentarse a Miami, entonces ella ace...