MIEDO

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Lauren quien decidió irse por el lado menos concurrido para así relajarse admirando la belleza del Bosque, caminaba de manera lenta olvidándose completamente cual era el propósito por el cual la gente iba allí. Seguía su camino al escuchar el sonido de un derrumbe y la voz de dos hombres, se apresuró más suponiendo de que había pasado algo; cuando llegó al sitio pudo ver como ellos ya estaban lejos de aquel barranco, pero ella aprovechó el momento y el lugar para apreciar aquella corriente de agua que estaba bajo ella. Estuvo a punto de irse cuando escuchó un quejido, pero no parecido a uno de placer, más bien a uno de dolor, miró a su alrededor para encontrar la fuente de este pero no la encontró debido a la oscuridad y que al parecer no había absolutamente nadie por aquel lugar;  fue cuando escuchó la palabra - mierda-  en un tono muy bajo, casi en susurro, miró hacia abajo y pudo diferenciar la figura de una persona.

Bajó de manera cuidadosa, pues el terreno parecía húmedo y quería evitar deslizarse. Se acercó lentamente y pudo notar que era una mujer, se agachó para estar su altura y rápidamente se deleitó al ver la perfecta fisionomía del rostro de la chica: su tez era trigueña, sus labios gruesos estaban entre abiertos respirando de forma irregular, su nariz perfectamente delineada...  se preguntó cómo serían aquellos ojos de la desconocida, pero rápidamente descartó la idea al recordar que estaba prohibido.

Al ver aquella mujer deseó poder ser ella quien le enseñara de la mejor manera como se siente el amor puro, algo que la pintora sabía claramente demostrar.

-hola- dijo en un tono suave,- ¿Cómo has llegado aquí?- preguntó

La joven no respondió, amagó decir algo pero sus labios volvieron a cerrarse prohibiendo el paso a alguna palabra.

Lauren al ver el nerviosismo de ella le resultó extraño pues ¿esto no era el día que todos los jóvenes esperaban con ansias?, se acercó un poco más a ella y acarició su mejilla con ternura, la más baja al sentir el contacto se sobresaltó y alzó su mano derecha como queriendo decir que parara, y Lauren lo entendió en ese momento, ella no era como los otros, ella no deseaba esto, su comportamiento la delataba.

-hey, no te preocupes yo...-dijo tratando de tranquilizarla pero se vió interrumpida por ella

-no, por favor no, te lo suplico-dijo con su voz entrecortada y levantado de nuevo su mano en señal de súplica

La pintora iba a contestarle pero su mirada cayó en la mano ensangrentada de la menor, dio un grito ahogado y trató de buscar en medio de la oscuridad la herida que tenía la joven, lo que no logró debido al atuendo y la poca luz que había.

-necesito que me escuches un momento- le dijo Lauren -no estás preparada, ¿cierto?-

La chica negó débilmente con la cabeza

-no tienes porqué sentir miedo de mí, no te haré nada que no quieras, pero lo que sí necesito hacer es revisar la herida que tienes- dijo de manera firme pero sin ser grosera,-sé que no me conoces, pero confía en mí-

¿Confiar en alguien en aquella situación? Camila realmente rechazaba esta idea, ¿cómo es posible que le esté diciendo que no le hará nada? Seguramente sería un truco, o peor aún, la delataría ante los mayores. Sin embargo, había algo en la voz ronca de aquella mujer que le hablaba que le transmitía una cierta tranquilidad, así que por un momento de su vida tomó el camino que a su parecer era el más arriesgado.

Dudó por otros segundos pero finalmente respondió con un débil -está bien- ; buscando a tientas la mano de la adulta hasta encontrarla, la llevó hasta la parte superior de su muslo derecho indicándole que era ahí su herida

-tengo que levantar la túnica para ver la herida, ¿está bien?-dijo Lauren. Al ver que no obtenía respuesta seguramente por el propio nerviosismo de la chica decidió seguir hablando para que se sintiera más segura con ella, así que tomó un pequeño riesgo de más; -sé que está prohibido decir el nombre, así que, te daré el segundo mío para que no sea del todo incorrecto- dijo con un toque de humor logrando sacar una sonrisa por parte de la más baja "que linda" pensó antes de proseguir - Soy Menodora- concluyó

El Bosque Griego (CAMREN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora