El Bosque Griego (CAMREN)

OJOS DE ROSAS

Los días pasaban a los cuales yo visitaba regularmente la casa del integrante del concejo para adelantar la escultura, era realmente un proceso largo pues estas obras se les tiene que manejar con mucha paciencia. También al pasar los días cada vez me llevaba mejor con Camila y eso me alegraba pues había algo en ella que realmente me encantaba, o podía ser toda ella, no lo sabía con exactitud pues me generaba temor que al yo intentar algo la pudiera perder, y es lo que yo menos quisiera; al parecer ella también le alegraba verme pues cada vez que abría la puerta de su casa me recibía con una radiante sonrisa y un gran abrazo, ella me ofrecía siempre algún tipo de jugo antes de dirigirme a lo que se había convertido en el estudio de esa casa.

La invité a conocer mi casa y quedó realmente fascinada al entrar por la puerta; se quedó mucho tiempo detallando la escultura del minotauro rodeado de rosas que se encontraba en la mitad del primer salón.

-me da algo de miedo mezclado con curiosidad- dijo ella dando vueltas alrededor de el

-a mí también- le dije acercándome

-entonces ¿por qué lo hiciste?-

-aparece en mis sueños, bueno, pesadillas, y creí que el problema debía cogerlo por los cuernos- dije con un toque de gracia, pero ella no lo vió así

-¿tienes pesadillas?-

-así es pero... ven, déjame enseñarte mi casa- le dije tratando de evitar el tema, y al parecer le molestó. Cogí su mano y le di un pequeño tour

-y por último pero más importante... mi estudio - dije con emoción - aunque me disculpas que esté un poco desordenado- le dije ahora apenada

-es fantástico- dijo asombrada al ver la cantidad de lienzos pintados que tenía. Sus ojos recorrieron cada uno de ellos pero se fijó más en ese, justo en ese

-¿quién es ella?- preguntó mirando el retrato de una mujer

-se llama Keana- le respondí con simpleza

-¿es tu amiga?-

-fue mi pareja- dije acercándome. Ella sólo asintió y se quedó pensativa

-es muy linda- dijo casi en susurro

-es verdad, pero es triste-

-¿qué es triste?- preguntó confundida

-que no lo es más que tu- la abracé por detrás y ella después de un momento se volteó a mirarme

-¿de verdad lo crees?- me preguntó

-no sólo lo creo, es verdad- y ahí estaba, esa sonrisa que me encantaba

Le seguí mostrando cada una de mis pinturas y esculturas, le explicaba el significado de cada una hasta que llegamos a mi favorita; era el lienzo más grande pero estaba tapado por una manta blanca

-¿por qué está tapada?- preguntó

-le falta un detalle- le contesté

-¿puedo verla?- preguntó ansiosa

-adelante- le sonreí

Al caer aquella manta sus pupilas se agrandaron y su cara se tornó de impresión pura, sus ojos reaccionaron y se llenaron de lágrimas, se volteó para mirarme pero antes de que hablara le dije

-sí, eres tú-

Era la cara de ella perfectamente detallada en contraste gris con unos pocos colores pasteles, lo que más resaltaba era que en vez de tener ojos tenía dos hermosas rosas rojas. Ella seguía anonadada

-si te preguntas el porqué no tienes ojos es porque la pinté la noche que te conocí en el bosque, no los conocía, así que los reemplacé- le dije

-te gustan mucho esas flores, ¿no es así?- me preguntó aún en su trance

-así es, mi hermana las solía llevar a casa-

-¿tienes hermana?- me miró

-una hermana y un hermano, luego te hablaré de ellos- ella soltó un suspiro

-es la pintura más hermosa que he visto, no puedo creer que sea yo- dijo -gracias-

-es hermosa porque eres tú, es por eso- ella no dio respuesta; eso junto a lo que había pasado en la guerra de pintura me hizo confirmar las sospechas de que ella no se sentía a gusto con su cuerpo, cosa que realmente no cabía en mi cabeza porque ante mis ojos tenía el más perfecto.

A la noche ella se fue de mi casa no sin antes reiterarme las gracias.

Gracias por leer y recuerda darle en la estrellita ☆ :D

MaJo

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