Capítulo 8 - La mujer y el búho

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Bruno tragó saliva, algo asustado... aunque no pareciera que fueran a reírse de él, estaba tan acostumbrado a caer una y otra vez en las emboscadas que le tendía la gente, que no solía fiarse de nadie.

- ¿De... de qué se trata?- preguntó él, dubitativo.

- Bueno... ¿a ti te gusta mucho la naturaleza, verdad?- le preguntó Rosalynn, señalando el libro que él acababa de cerrar. 

- Eh... puede, es posible...- respondió, aún a la defensiva.

- Bien, pues solo queríamos decirte que vamos a fundar un club de amigos del bosque en el insti, y estamos... buscando miembros, gente que como tú se preocupa por el medio ambiente para que se una a nosotros.- explicó Brenda.- ¿Querrías hacerte miembro? ¡Serías el primero!-

- Pero... ¿por qué yo habiendo gente más... popular?- les preguntó Bruno, extrañado.

- Sólo tú puedes ayudarnos en una... misión muy importante...- dijo Darien bajando la voz.- La misión de proteger el bosque... es algo difícil de explicar y de creer, así que lo mejor será que lo veas con tus propios ojos.-

- Nos vemos a la salida, te estaremos esperando en la puerta de la entrada, y no aceptaremos un no por respuesta.- le dijo Rosalynn.

El chico suspiró, seguía sin entender nada.

- ¿No me queda otra opción, verdad?- preguntó con resignación.

- No.- dijeron sonoramente los tres, sonriendo.

Bruno asintió, azorado... no estaba acostumbrado a ser el interés de alguien si no era para burlarse de él. Aún no había descartado la idea de que todo aquello se tratase de una broma, pero sólo porque tenía algo que ver con la naturaleza, decidió que les daría un pequeño voto de confianza. Luego Brenda, Rosalynn y Darien se despidieron de él y se marcharon un poco antes de que sonara el timbre de final del recreo.

Oyeron que Haley y las demás, murmuraban sin dejar de mirarles:

- Lo que les faltaba, el gordo, ya son los Cuatro Mosquiteros.- dijo Meghan y todas se rieron como hienas.

Darien no pudo aguantarse la risa y les dijo a Brenda y Rosalynn:

- A éstas hasta el programa de Barrio Sésamo les viene muy grande. Se reirán de los demás, pero más risa tienen todas ellas juntas.- dijo él, con sorna y las chicas se rieron.

- Me doy asco a mí misma sólo de pensar que me iba con ellas... y que tenía que reírles las gracias...- dijo Brenda, compadeciéndose a sí misma.

- Ya sabes lo que dicen, rubita: más vale tarde, que nunca...- dijo Darien - Aunque sí que has tardado en darte cuenta...-

Ella le propinó un puñetazo en el brazo.

- ¡Mira que estás pesadito! Te he dicho que no me llames rubita.- le dijo ella, aunque en el fondo le hacía gracia que Darien se dirigiera a ella así. El chico parecía darse cuenta, pues aún tardó un tiempo en llamarla por su nombre.- ¿Te aprendes los nombres de todos los personajes de anime y manga y no eres capaz de aprenderte mi nombre?-

- Exacto.- dijo él riendo y adelantándose hacia su taquilla.- ¡Parece que me vas conociendo!- luego se alejó.

Brenda puso los ojos en blanco, y ella y Rosalynn se rieron, y siguieron su camino hacia las clases.

El día pasó muy lentamente, pues los tres estaban ansiosos por mostrarle a Bruno su gran secreto. Darien y Brenda se escribían notitas planificando lo que harían cuando llegase el momento de llevar a Bruno al bosque para que pareciera más espectacular. Pero por fin, se presentó el momento. Darien y Brenda esperaron a que Rosalynn saliera de su clase y los tres salieron juntos. No se esperaban ver ya allí a Bruno, parecía como si hubiera salido a toda prisa y estuviera a la expectativa. Los tres cruzaron una mirada y luego le sonrieron, estaban seguros de que Bruno no iba a tener palabras para describirlo cuando lo viera.

El mensaje del bosqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora