Capítulo 14 - Malas noticias

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Brenda y Mathew por fin se separaron.

- Entonces... ¿no tengo ni una sola oportunidad de salir contigo de nuevo?- le preguntó él, con una sonrisa cansada.

- Lo siento, Mathew... pero ahora estoy saliendo con Darien... eso sí, me alegro de que volvamos a ser amigos y que charlemos de vez en cuando...- le dijo ella.

- Yo también... bueno, he de irme... ¡mucha suerte con esto de las firmas! Estoy convencido de que os harán caso cuando vean que tenéis tanto apoyo...- se despidió, sonriendo.- Y de nuevo... siento todo lo que te dije aquella vez...-

- No pasa nada, está olvidado...- le dijo ella.- Nos veremos en el insti.-

- Sí, hasta pronto.- y se marchó, algo desanimado.

Darien no se había quedado para oír aquello, y ya se había hecho todo tipo de suposiciones reforzadas por las palabras de Haley y las otras. Pateaba furioso las calles con Bruno y Rosalynn que no quisieron ni preguntarle... tenía el ceño fruncido y eso no era buena señal en él. Y Brenda, que no le había visto aparecer, siguió con la recogida de firmas como si nada hubiera pasado, de hecho, no podía sospechar la que se le iba a venir encima en los días que siguieron...

Al llegar las nueve de la noche, todos se reunieron en la plaza mayor, como habían acordado, para entregarle a Brenda todas las firmas que habían recogido: por poco se habían quedado sin papel de tanta gente que había querido colaborar, y la chica no podía estar más feliz, intentando calcular a ojo en el instante cuántas firmas habían logrado reunir... estaba tan concentrada, que no se dio cuenta de que Darien ni si quiera se le había acercado, y que se fue sin despedirse. Como era ya muy tarde, se fueron todos a casa. Brenda y Rosalynn iban por la calle juntas, charlando con emoción.

- ¡Ha sido una tarde muy provechosa! ¡Si no hemos recogido al menos 9.000 firmas, poco le falta!- exclamaba Brenda, entusiasmada.

- Sí, espero que sean suficientes para que el alcalde nos haga caso... se supone que esto es una democracia, por tanto se han de tener en cuenta las opiniones y deseos de la mayoría...-

-  Ya ero cuando hay dinero de por medio...- decía Brenda.- Aún así, no pienso desanimarme... ¡hemos hecho todo lo que hemos podido! Y seguiremos protestando hasta que no nos quede voz....-

- Hablando de desánimos...- dijo Rosalynn, que parecía haber estado buscando el momento oportuno para preguntarle a Brenda:- Cuando nos fuimos a las afueras, por el camino, Darien se dio cuenta de que nos habíamos dejado la pancarta donde estabas tú... y cuando volvió no la traía consigo... lo que traía era un humor de perros impresionante... ¿ha pasado algo?-

- No que yo sepa... ni si quiera llegó a venir a por ella... - dijo Brenda extrañada.- Ahora que lo dices, no recuerdo ni haberle visto cuando habéis llegado todos...-

- Se ha ido sin decir nada...- dijo Rosalynn.

- ¡Qué raro! Voy a llamarle.- dijo Brenda, sacando su móvil.

El móvil de Darien sonó con su politono de una canción de Mayday Parade. Él estaba tumbado boca arriba en su cama, sin camiseta, con las manos detrás de la nuca, el ceño fruncido y mirando al techo. No quiso ni mirar el teléfono que descansaba sobre su mesilla, sabía perfectamente quién le estaba llamando, y no tenía ganas de hablar con ella...

- No me lo coge... - dijo ella.

- Inténtalo de nuevo...- 

El teléfono volvió a sonar. Darien se había puesto de lado, y miraba embobado un rincón perdido de su habitación. La melodía lo sobresaltó y cerró los ojos con fuerza << Ni lo mires... >> se decía a sí mismo... pero no pudo más, se dio la vuelta, alargó el brazo y miró la pantalla táctil de su móvil... aún sin tocarla, puso su dedo sobre la pantalla, sin saber qué hacer...

El mensaje del bosqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora