Capítulo 4: Universidad 1

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Lunes por la mañana.

Era una dicha que desde la última pesadilla, no había vuelto a presentar esos episodios paranoicos.

Me alisté como de costumbre y bajé al comedor para desayunar. Una vez llegué me sorprendí porque mis padres estaban a la mesa. Caminé despacio y examinado la situación, era sumamente raro verlos en casa a esa hora y entre semana, dos indicaciones que me llevaban a un estado de alerta. Me imaginé que aún estaban un poco preocupados por lo que el doctor les había dicho y como son muy sobre protectores decidieron modificar en algo sus actividades rutinarias.

Me aproximé a ellos y me senté en mi lugar, los saludé. Observé y comente lo que pensaba, que era raro verlos en casa tan temprano un lunes. Quizás de esa manera, lograría sacarme de encima la tensión de la alerta e ir directo al punto.

—¿Sucedió un imprevisto? —continué.

—No realmente. Sólo queremos conversar contigo. Como sabes, el curso lectivo está por terminar— dijo mi padre, sus palabras salían de su boca con mucho peso, algo que me orientaba a premeditar una conversación adelantada a mis planes— En poco serás una joven universitaria.

—Ya pensaste en que universidad quieres estudiar. Nosotros preparamos un listado de las mejores universidades. Claro que sería excelente que te decidas por ir a la universidad en la que estudiamos tu padre y yo. —Habló ahora mi madre, sus frases fueron tan emocionadas que casi llora con lo último que declaró. Supongo que era lógico de esperar. Era su única hija y que siguiera sus pasos siempre fue el sueño que anheló. Aunque no les había comentado nada a ellos, ya había pensado en presentar una solicitud en la universidad en la que ellos estudiaron.

—Mm... sinceramente sí, ya seleccioné un par de universidades, pero aun no les diré cuales son. La verdad quiero intentar entrar normal, sin ningún apellido de por medio. Haré una entrevista y también presentaré exámenes de admisión. —Al decir esto último los observé, ellos estaban algo preocupados y nerviosos, tenían esa vieja manía de mirarse discretamente entre ellos "¿Escuchaste lo que dijo?". No entendía porque, era simplemente un tema común, y el hecho de no querer su ayuda para ingresar, no le veía mayor cosa. Creía que era perfectamente capaz de entrar a una excelente universidad por mis propios medios.

—Karly, te entendemos pero necesitamos saber cuáles universidades son las que elegiste, no vamos a intervenir en nada— aseguró mi padre, me miró fijamente como si yo fuera alguno de los clientes o socios con los que conversaba— sólo queremos saber cuál es tu elección. Además, tampoco sabemos que es lo que quieres estudiar. Y sabes que no importa que elijas te vamos a apoyar, sea seguir estudiando música de lleno o decidas a inclinarte a los negocios —convenientemente los ejemplos que brindó eran lo mismo que decir que podía seguir los pasos de mi madre o los suyos, eso no quería decir que no me permitieran o estuvieran anuentes a emocionarse y apoyarme por otra carrera.

—Cuando haya logrado entrar a alguna de las universidades donde presentaré los exámenes, les comunicare mi elección y por ende el nombre de la universidad. Lo que si les quiero comentar, es que quiero vivir en un lugar cerca de la universidad, porque las que tengo en mente están a unas 3 horas de aquí y viajar hasta allá, será demasiado cansado. Sea cual sea mi elección las dos están alejadas de aquí, están en otra ciudad —terminé de hablar y los observé expectante a sus posibles respuestas. Talvez fue idea mía, pero ahora más que nerviosos, se encontraban algo serios y pensativos. No sabía cómo interpretar su reacción. Pero igual nada me haría cambiar de idea.

Creo que hubo un silencio prolongado hasta que una de las empleadas ingresó al comedor y nos comunicó que Michael me esperaba fuera, que era tarde. Fue cuando mire mi celular y efectivamente ya estaba unos minutos tarde.

Viviendo entre Sombras: Preludio de los SueñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora