-Ella me dejó, Hyung, me dijo miles de cosas para luego dejarme como si nunca la hubiese amado-
Jin descansaba sobre una cama, con los labios secos y un paño húmedo sobre su frente, las frazadas bien arropadas a sus costados y cubriéndole hasta el pecho, dándole oportunidad para respirar cómodamente. Tenía los ojos cerrados, pues los párpados le pesaban como plomo y no era capaz de abrirlos.
-¿Cómo te dejó?—pudo reconocer la voz de Suga casi de inmediato, sonando ronca. Seguro recién se iría despabilando de su reciente sueño, ya que él era un amante con su cama.
-Por mensaje—la voz de NamJoon le rebotó dentro de su cabeza, oyéndola lejana y vacía, desilusionada. Quiso levantarse, pero su cuerpo no respondía a sus órdenes, se sentía muy débil.
Una dulce fragancia de chocolate le llegó con gula, armonizando sus sentidos y queriendo saber de dónde provenía la fragancia tan dulce que le empalagaba la garganta. De repente, su estómago rugió, reclamando la comida que hacía falta para subsistir. Jadeó en modo de negación, colocando ambas manos sobre su panza para calmar los temblores dolorosos.
Sus ojos se iban abriendo con cada temblor de su estómago, buscando al menos un vaso de agua en la penumbra de su habitación.Esperen.
¿Cómo llegó a su habitación?
Lo último que recuerda con claridad era estar comiendo junto a Jungkook y luego la imagen del agua incolora; el olor a almizcle le amargaba la boca y la garganta aun, pero recuerda claramente su color rojizo aterrizar y manchar el agua transparente que se sostenía contra un mármol.
Parpadeó varias veces, queriendo acostumbrarse a la luz del mediodía que desprendían sus cortinas blancas. No recordaba que la noche fuese tan corta, o que ya no podía soñar.
Estaba solo, eso era seguro. No había ningún cuerpo cálido a su alrededor, ni ruido dentro del cuarto, pero sabía que fuera de éste se podía encontrar todo el grupo charlando sobre diferentes temas, o a la vez nadie, dejándole a la deriva y que le carcomiese la hambruna.
Se enderezó para sentarse sobre su colchón con gran dificultad, y viendo su celular descansar en la mesa de luz, pudo calmarse un poco. Tomó el aparato entre las manos con calma, desbloqueándolo y viendo la hora.
Las 02:18 p.m.
¡Nunca antes había dormido tanto! No podía creer que el cansancio fuera tanto. Se peinó sus cabellos rubios, notando lo graso que estaban por la falta de una corta ducha, y escuchó nuevamente las protestas de su estómago. Buscó dentro del cajón de su mesita de luz unas pastillas para quitar el apetito, no se merecía el lujo de comer a esas alturas, podía soportar el resto del día sin alimento. Justo cuando las había encontrado, la puerta se abre sin aviso previo, dejando paso a Jimin.
-¿Hyung?—la suave voz de Jimin resonó delicadamente en su cuarto, parecía que el menor no sabía que Jin no estaba despierto y no quería arruinarle el sueño, pero era su deber cuidar la salud del Hyung mayor, como habían acordado todos.
-Hola, Jiminnie—hablo Jin, pero su voz sonó seca, ronca y en un susurro casi inaudible, pero fue percibido por el intruso, quien entró completamente al cuarto cargando una bandeja con varias comidas y un vaso de agua.
-Me alegra que despertara, Hyung—sonrió Jimin, escondiendo sus ojos ante una felicidad ciega y amable. Se acercó a la cama de SeokJin, depositando la bandeja sobre el regazo de su mayor—. Supuse que no había comido nada desde anoche, por eso hicimos Haejangguk* para que recuperase algo de energía.
-Lo trago el mánager—apostó Jin, aceptando el plato y sonriendo divertido ante la cara ligeramente ofendida de Jimin. Dio gracias a la comida y tomó un poco de caldo con la cuchara de plata que le había traído el menor.
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B U L I M I A
FanfictionOdia verse frente al espejo y ser tan vulnerable con un plato de comida frente suyo, no tener cuerpo perfecto o voz perfecta le afecta más de lo que hubiera pensado. ♦Kim SeokJin sufre bulimia♦ Y todo eso lo cubre con una belleza facial y una risa...