capitulo 3

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Había pasado dos semana desde que no veía a Frank desde el día del cementerio. Fue un viaje de vuelta muy incomodo para Gerard; uno muy silencioso y tenso para Frank, que después de todo no se sintió del todo incomodo abrazando el torso de Way, aunque eso no lo admitiría—Al menos no en voz alta y mucho menos al motorista—.

En la tienda había nuevas clases de flores y se sentía orgulloso de como todos se impresionaban a esas flores que rara vez habían visto, y no era por echarse flores—Chistes de floristas, no los entenderías—, Pero admitía que estaba orgulloso de ello. Podría ser más o menos medio día cuando en la acera se aparcó la Honda rojo del motorista Gerard Way. Todas las miradas se posaron sobre él. 

''Le encanta ser el centro de atención'' pesó bufando por dentro, callando y reprimiendo mil palabras que quería escupir al ver todas esas miradas y guiños con descaro. Abría la puerta con esas sonrisita de idiota mostrando su dentadura. Y Frank solo paró de trabajar, cruzando sus brazos alrededor de su pecho mirando con acusación y recelo al hombre que tenía enfrente.

El más pequeño apartó la mirada y bufó enfadado, alejándose de Way quien frunció el ceño.

—Frank... ¿Te pasa algo hoy?— el nombrado giró los ojos y volvió a ponerse a trabajar con los estantes del segundo pasillo.

''Solo a Gerard se le ocurre preguntar algo tan obvio. Idiota.'' Estaba por echar humo de las orejas.

Gritó asustado al sentir como era acorralado en un estante por el cuerpo de Gerard, le temblaron las piernas al sentir su torso en la espalda y su aliento en la oreja.

—Creo que alguien está enfadado...— besó su cuello y Frank lo apartó de un codazo. ¿Dónde sacó tanto atrevimiento el pequeño sumiso Frank? Dio varios pasos hacia atrás con los brazos alrededor se su estómago.

—¡Lo siento, Dios! Discúlpame— su voz temblaba de miedo y se giró encarandolo. Su rastro de ira había desaparecido dando paso a la preocupación. Gerard se incorporó y suspiró.

—No es nada— dijo pasando su mano por su pelo largo—, solo dime ¿qué demonios te sucede, Frank?— agachó la cabeza con vergüenza y las mejillas echando fuego del calor prominente. 

—Estaba enfadado porque no me vienes a ver desde hace dos semanas y vienes siendo tan descarado, solo me mosquea. Ni yo me entiendo— se rió para apaciguar el aire tenso.

—¿Y por eso me pegas en el pecho? Tomaré nota a la hora de no meterme contigo. Enano pero peligroso— y se carcajeó achinando sus ojos verdes esmeralda.

—¡Estabas invadiendo mi espacio y encima me besaste el cuello de repente y me asusté!— Way elevó una ceja y calmó su risa.

—Puedo besarte en muchos más sitios— Frank se avergonzó y salió dando zancadas hasta estar fuera del pasillo y esconderse en los papeles de su escritorio.

''Es tan lindo'' pensó Way, meneando la cabeza en negación. Se dio cuenta de las nuevas flores de la estantería, acercó sus manos clavándose una espina apartándose de inmediato.

Tres gotas de sangre cayeron al suelo y Gerard pudo verlas casi a cámara lenta.

Como en la leyenda.

Fuckin Gerard. [Frerard]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora