#3 Party Over

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Las pruebas de Coraline tardaron un poco más de tiempo, ya eran eso de las 4 de la tarde y habían llegado ahí a las 10 de la mañana.
Por fin la vieron venir en una silla de ruedas empujada por un chico enfermero junto a la doctora de hace algunas horas.

Coraline llevaba solo un parche color coral en la parte izquierda de su frente y tenía su mejilla un poco morada a causa del fuerte golpe contra el suelo.

Eduardo se acercó a ella y al verlo sonrío pero no dijo nada.
-Por ahora le duele un poco la cabeza y está un poco desorientada, es recomendable que la lleve a su casa a tomar una siesta.- le dijo la mujer.
- Si yo la llevo.- afirmó Eduardo ante las indicaciones de la doctora.
- Los llevo en mi auto hermano.- le sugirió José.

Minutos después ya estaban en el vehículo con dirección a casa de Coraline, Eduardo era quien le decía por donde irse ya que Coraline al sentir el aire acondicionado del coche se durmió como una roca.
- Me siento terrible.- dijo José
- Ya, todo fue un accidente Pepe, no tienes toda la culpa, Cory llega a ser un tanto descuidada.
- ¿Cory? .- preguntó.
- Así le gusta que le digan. - informó Eduardo.- Aquí a la izquierda en el segundo edificio.

José estacionó y ayudó a su amigo para poder subirla a su departamento sin despertarla pero fue inútil, al llegar a la puerta tuvieron que hacerlo.

- Creo que cancelaré la fiesta, otro día será.- le dijo una vez recostada en su cama.
-No .- dijo débil.- se que es tu cumpleaños y no pienso arruinártelo.- el río un poco.
- No te voy a dejar sola en este estado.- dijo sacando su celular para mandar un mensaje de que la fiesta se posponía para el próximo fin de semana.
- No amor, no quiero arruinarte nada.-
- No seas tonta.- le acarició la nariz con su dedo índice.- Tu más que arruinar mi vida, construyes una nueva, no pasa nada si se pospone.

Ella no insistió más, sabía que su pareja no cedería.

Eduardo fue hasta la sala donde José esperaba impaciente.
- La fiesta se pospone para el próximo fin de semana, no la puedo dejar sola.
- Te entiendo, les avisaré a los que pueda.
- Sí, gracias, lo pondré en el grupo para que los demás avisen también.-
- ¿Ocupas algo más? .- dijo sacando sus llaves del bolsillo dando a entender que tenía que irse.
-No.- acompañó a su amigo hasta la puerta, abrió está y él salió.
- Nos vemos otro día Yayo.- dijo abrazándolo y dando unas palmadas en su espalda, y Eduardo le respondió el acto; se separaron.- Dile a Coraline que la columna me la puede entregar el próximo lunes, no hay problema.
- Yo le aviso .- se dieron un último gesto con la mano en forma de despedida y luego Eduardo cerró la puerta.

.

Estaban en el departamento de la chica, ella estaba acostada en la cama pero no podía dormir, en cambio su novio roncaba como si no hubiera un mañana.

Su cabeza le dolía un poco, pero en su mente rondaban muchas ideas.
Debajo de su cama yacía su laptop, se estiró un poco para alcanzarla y una vez en sus manos la encendió.

Cuando inició su sesión abrió un blog de notas y comenzó a escribir.

Accidentes fantásticos

Recuerdan aquella lista de cosas que nunca me habían pasado, creo que he de borrar el "atropello" de ella.
Saliendo de una entrevista de trabajo, la misma persona que me hizo la hizo, me arrolló fuera del edificio.
No sé si solo soy yo o tengo muy mala suerte.
Caí al suelo con una fuerza impresionante, mi cabeza se golpeó contra el pavimento y fue ahí cuando el viaje comenzó.
Una luz entre verde y blanca era lo único que lograba ver y las voces de todos se escuchaban como en cetáceo.
Luego comencé a distinguir figuras, pero estas eran de hilo, las personas, los árboles, el cielo, todo. Era algo fantástico.
Con solo 21 años he experimentado muchas cosas, pero nada me había hecho alucinar así.
Sentía un gran terremoto, pero según los conscientes yo temblaba como una máquina.
Creo que los asusté, pero de esa lista, por fin puedo borrar aquella.
No más atropellos en mi vida por favor.

Eduardo escucho el ruido de los dedos escribiendo sobre las teclas.

- Cory, se supone que tienes que dormir, no escribir la columna para José, ya te dijo que se lo entregaras para la próxima semana.- giró su cuerpo para verla.
- No estoy escribiendo eso, es para Jóvenes inexpertos.
Se me hizo necesario escribir acerca del accidente.- su novio se comenzó a reír.
- Tu no tienes remedio.- vio cómo se tocó el cien izquierdo de su cabeza.- Tienes que dormir Cory, deja eso.

Ella guardó su portátil donde mismo y luego se acurrucó en el pecho del chico.
- Duerme pequeña Márquez.- se burló de uno de sus escritores favoritos.

.
.

Ella ya tenía la columna que José le había pedido y era apenas jueves, se sentía muy bien, era una chica muy inquieta y el no hacer nada era su perdición.
Tomó sus hojas con el texto y comenzó a guardarlas en una carpeta, la cual metió a una mochila negra.
Arregló un poco su cabello y se puso unos tenis blancos.

Tomó un uber en dirección a CONTURA.

Una vez en el living ella vio a la recepcionista y le pidió que le avisara a José que se encontraba ahí.

Estaba esperando a que la mujer le diera la indicación de que entrara hasta la oficina de este, pero en lugar de eso, por la puerta entró José.
- Coraline, pensé que estarías descansando aún.
- Ya estoy bien José, terminé la columna y quisiera entregarla, léela y me dices lo que piensas luego, solo quiero que me tomes en cuenta por mi trabajo, no por que soy la novia de tu amigo o te sientas culpable por haberme arrollado, contrátame por mi trabajo, por favor.
- Está bien, en unas horas te digo mi opinión, a más tardar mañana estará la respuesta, nos vemos Coraline.
- Dime Cory.- le sonrió y ella se retiró del lugar.

Su teléfono comenzó a sonar.
- ¿Hola? -. Contestó alegre.
- José te dijo que era para la próxima semana.- la voz de su novio preocupado la hizo reír un poco.- dónde estás?
- Voy saliendo de CONTURA ya voy al departamento aún me faltan cosas por desempacar.
- Te ayudo, ¿en cuánto llegas a tu casa?
- En unos 15 minutos.
- Okay nos vemos.

Y la llamada finalizó.

Coraline se acababa de mudar de Monterrey a Los Ángeles, ya que para ella había más oportunidades ahí que en su tierra natal, también por qué su novio vivía ahí.
Había conducido en su Ibiza de color rojo, desde Monterrey, Nuevo León, hasta Los Ángeles, California, un trayecto largo, pero valía la pena. Ella sabía el suficiente inglés como para defenderse, pero aún le faltaba un poco por aprender y estaba ansiosa por hacerlo.

****

He estado leyendo mis propias obras y noté que tengo un feriche Yayo/Pepe pero siempre se queda con Pepe.
Mi primera historia, Yayo era el hermano.
En Hey Judy si intenté algo entre los dos pero fue súper leve.
En Sin Niños fue algo súper mamon lo que hice con Yayo.
Y ahora esto.

También como que un trauma con los atropellos, en la única que no hay un atropello es en Hey Judy (creo).

Espero y disfruten el capítulo lxs tkm.

Tentación ProhibidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora