#20 Hapiness

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Ella se quedó estática, pero no dejaría que esto se quedar así.
Profundicé más el beso, mordiendo su labio inferior lo que la hizo abrir la boca, me tomó del rostro y por fin respondió a mi beso; un alivio me llegó al cuerpo.
Nos separamos poco a poco y la pude ver, tan linda como siempre.
Acomodé un mechón de su cabello detrás de su oreja dejándole un último, suave y corto beso.
Sonreí, le acaricié el rostro y ella me miraba expectante.
- ¿Quien te dejó entrar? ¿Cómo me encontraste? - reí por su cara tan desconcertada.-
- Eso no importa, lo que realmente tiene importancia es que estamos tú y yo, aquí.- La volví a besar y lo que más me gustaba era que me respondía.- pensé que te habías ido, real estaba apunto de irme a Colombia a buscarte como un idiota.- soltó una risa.- Por que no iba a poder vivir sin esa hermosa risa, sin tus labios, aunque solo los había probado una vez.
- José yo no sé, esto está mal.- bajó la mirada un poco avergonzada.
- Claro que no está mal, yo quiero estar contigo y tú conmigo, no tiene nada de malo, a menos de que no quieras estar conmigo.
- Le rompí el corazón a Yayo.- dijo con un hilo de voz y luego comenzó a llorar, la abracé y ella a mi, besé la coronilla de su cabeza.- El me ha dado todo y yo.- Un gran sollozo salió de sus labios.- Yo le pagué así.
- Nena, nena.- le dije para llamar su atención, limpie las grandes gotas que salían de sus ojos y ella me miró.- Mírame, ¿porqué estoy aquí? - No respondió.- Yo iba a ir a Colombia a buscarte, iba a registrar ese país de arriba a abajo para encontrarte, pero vine aquí por qué alguien me dijo.
- ¿Ah? ¿No te entiendo?
- Yayo sabía que estabas aquí, él me dijo que viniera y me advirtió que si te lastimaba me iba a partir la cara, él sabe que estoy aquí y no está molesto contigo.
- ¿Qué? - Dijo sin poder creerlo.
- Si, se que no merezco su amistad, actuó mejor de lo que creí, él aceptó esto.- nos apunté.- Coraline, yo estoy enamorado de ti y siento que tu igual.- La tomé por la cadera y acerqué a mi cuerpo.- no me lo puedes negar.- y dejé un pequeño beso en sus labios.- eres maravillosa, exótica, encantadora y única.- sus mejillas comenzaron a enrojecer.- solo déjame demostrarte que valemos el riesgo.
- José yo...-
- Se que.- La interrumpí.- Yayo no estará para apoyarnos ahora, pero regresará, yo lo espero, y necesito que veas que me importas lo suficiente como para preferirte a ti sobre él. Es un riesgo muy grande, tienes miedo de tomarlo, te entiendo, pero solo dame la oportunidad de demostrarte que lo valgo.
- ¿Me dejas pensarlo un poco? - levantó su mirada.-
- Solo si me prometes que no te volverás a escapar.
- Lo prometo.

.

El chico se había ido de la casa de Coraline.
Ella se quedó sola por unas horas, hasta que su abuela volvió con algunos víveres en las manos.
- ¿Te puedo decir algo Coraline? - La joven asintió.- muchas veces creemos que es mejor continuar con la rutina, por que ya la conocemos y es fácil para nosotros seguirla todos los días, eres una buena chica y eso es maravilloso, pero muchas veces la culpa es el precio que se debe pagar para obtener la felicidad.- y se marchó, dejando a la chica un tanto pensativa.
Entró en su habitación y no sabía que hacer, encendió su computadora; leyó los textos que había estado escribiendo mientras todo este problema se formaba.

Ahora tengo un lío, mi corazón y aquella personalidad que ahora está libre, me gritan, exigen, que los escuche y le de una oportunidad a lo mío con José.
Pero mi razón me mantiene cerca, diciendo que no debo, no sin antes estar segura de qué es lo que quiero.
Pero no se a quien hacerle caso; Nana igual está de parte del corazón y aquella personita.
La culpa es el precio que se debe pagar por la felicidad.
Esa frase ronda en mi cabeza, como si tratara de decirme algo.
¿Cuánto estaríamos dispuestos a dar por la felicidad?

Cerró la laptop y tomó su celular, lo desbloqueó y abrió su lista de contactos, dudando de lo que haría.
Respiró hondo y por fin tocó el icono de llamar.
El timbre sonó 5 veces, estaba a punto de rendirse cuando se escuchó como se abrió la línea.
- Hola.- dijo ella dudosa.- se que soy la última persona de la que esperas una llamada y estás rompiendo por completo las reglas de Dua Lipa.- él soltó una risa y sorbió por la nariz después.- Pero necesito hablar contigo... Yayo.
- Te escuchó, para eso somos los amigos.
- Yayo, me equivoqué y se que nunca me perdonarás, tú eres una persona maravillosa, y me duele saber que te amo, pero no de la manera en que tú desearías.- Coraline comenzó a llorar.- Perdóname por haberte hecho desperdiciar un año de tu vida y por todo esto.
- Cory, también te amo y por qué lo hago, pongo tu felicidad antes que la mía.- su voz se escuchaba profunda y muy sincera.- se feliz, dale la oportunidad al hijo de puta de José, olvídate de todo, de mi, porque yo estaré bien, pronto nos volveremos a ver.
- Eres el mejor, yo solo soy una zorra.- de la mesa de noche tomó la caja de cigarros y encendió uno.
- No Coraline, eres un ser humano, que como cualquier otro no puede controlar sus sentimientos, ahora duérmete que mañana tienes que ir con José.
- No te tortures así.- sollozó.- Me siento tan culpable.
- Hay veces que la culpa es el precio que se debe pagar por la felicidad.

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Hola ¿cómo están? Espero y muy bien.
Aquí un nuevo capítulo, espero y les guste la historia, ya se va a acabar pero seguiré por aquí, con nuevos proyectos y también con LichaLaChida en "Un Sitio En Tus Besos" (Vayan a darle amor).
Gracias por todo, lxs quiero mucho 💖

Tentación ProhibidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora