Epílogo

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10 años después

—¿Estás bien? —pregunta Nathan mientras preparaba el desayuno, andaba solo con un mono gris, su cuerpo se mostraba mejor que hace unos años atrás sin embargo en su abdomen se percibía muy levemente unas pequeñas heridas que fueron hecha hace ya tanto tiempo y al parecer aquel no fue eliminada del todo, en uno de sus brazos cargaba un tatuaje de un dragón y en su otro brazo estaba una marca de un triangulo envuelto con una triada inversa alrededor de un circulo aquello era un sello que se fue neutralizado por Sam y Cody después de un tiempo de práctica y mucha lectura Nathan ya podía nuevamente compartir con su familia después de mucho tiempo—estas ido.
—No es nada solo recordaba algunas cosas, me encanta tu cuerpo—le dice Sam con una sonrisa picara, él no había cambiado mucho, su cabello era un poco más largo de color castaño y su cuerpo después de todo lo que paso aumento de masa muscular después de aquella pelea hace diez años exactamente ese día en especial se preparaban para la conmemoración de lo que sucedió y de las victimas alrededor del mundo.
—Lo sé y eso me encanta—le dice Nathan sirviendo en los platos el desayuno mientras le daba un beso con una hermosa sonrisa—hay que prepararnos para el evento—Sam solo asintió mientras se comía su plato de cereal con unas tostadas.
Después de lograr sellar el alma de Jhos en aquella llave la humanidad quedo en un periodo de transición para lograr entender lo que había sucedió realmente en esas horas de terror, Sam no quiso que se ocultara la verdad era injusto además era difícil llevar un hechizo para que los mortales no supieran la realidad es por eso que con ayuda de Nathan y otros magos y brujas revelaron la verdad, la existencia de la magia y que sucedió realmente contando la historia de sus actos.
Dado a la magnitud de aquella revelación Sam viajo al futuro incierto y pudo ver que de alguna manera en un punto de la historia la gente conviviría con la magia cambiando el pensar de todos y es por eso que cada año celebran ese nuevo cambio ese lazo entre ambas razas y él como líder principal y único vidente casi inmortal acepto aquella responsabilidad solo con la condición de vivir una vida normal o lo más normal que pudiera. Azriel junto a Cody se llevaron la llave donde se guardaba aquel mal que una vez azoto a la humanidad para que cayera en manos equivocadas.
—Tenemos que alistarnos—le dice Nathan sacando a Sam de sus pensamientos.
—Vale, debo hablar con alguien antes de irnos
—¿Crees que esta vez responderá? —le pregunta Nathan mientras con unos movimientos arreglaba todo en la casa y los alistaba a los dos—ha pasado mucho tiempo no creo que…
—Me lo debe además el trato era que sería exactamente en el decimo aniversario—le interrumpe Sam mientras se miraba en el espejo de la sala donde ellos vivían—te has vuelto muy habilidoso con esto de la magia casera, hasta me has cambiado y siento como si me hubiera duchado hace poco—le dice con una sonrisa.
—Si por ti hago lo que sea eres mi mundo—le dice Nathan mientras le abrazaba por detrás y le daba un beso en el cuello—además me encanta escoger la ropa y para días como hoy el color vino te queda bien.
—Eres lo más bello que tengo sabes—le dice Sam dándose la vuelta mirando a su amado, nunca pensó que se enamoraría tanto de alguien—yo haría todo por ti.
—Gracias.
—¿Por qué? —pregunta extrañado Sam viendo a Nathan quien había cambiado su mirada era diferente.
—Por quererme, amarme hacerme feliz por darme cada una de aquellos detalles, cuidarme y por devolverme a mi familia nuca podre agradecerte lo suficiente—Nathan se veía algo raro estaba distinto a cuando expresa sus sentimientos—eres un hombre tan especial que no sé como demostrarte mi cariño, me has salvado muchas veces en muchas formas diferentes.
—Nathan que…
—Sam…mi Sam—Nathan de su bolsillo saco una caja pequeña aterciopelada—quizás no sea el mejor momento pero quiero pedirte que seas mi esposo quiero que seas parte de mi corazón más de lo que eres ahora quiero que seas cada partícula que me rodea cada fuerza mágica que me mueve porque lo eres y es el mejor regalo del mundo—mientras decía todo aquello estaba arrodillado Sam no sabía que decir estaba atónito—se mi compañero mi esposo en las buenas y las malas se mi compañero de toda la vida en esta y en la otra.
Sam tomo la caja aterciopelada y la abrió un hermoso anillo de plata con líneas entrecruzadas de color azul y verde, había unas letras grabadas Te prometo cuidarte en esta y en la otra vida por toda la eternidad, con mucho nerviosismo tomo el anillo y se lo coloco mientras las lagrimas caían, sabía que era el hombre su vida lo amaba se sentía feliz y la mejor forma de demostrarlo era dándole un fuerte abrazo con un beso de pasión y amor sincero.
—Acepto ser tu esposo—le dice Sam mientras se apartaba de Nathan quien estaba pálido pero con una sonrisa de oreja a oreja sus ojos tenía un brillo que nadie mas podía tener solo él le hacía ser quien era—te amo.
—Te amo—le dice Nathan con calma mientras se apartaban un poco pero lo tenía agarrado de las manos no quería soltarle—gracias.
Sam solo estaba feliz por todo lo que estaba pasando en ese momento nada le arruinaría esa felicidad que le quemaba por dentro pero que a la misma vez le daba paz y calma. Después de unos minutos más de mimos Sam y Nathan salieron de su hogar llevaban diez años juntos y cuatro viviendo en el mismo hogar que fue el momento para poder hacerlo sus vida habían cambiado demasiado desde el día en que todo creían que sería el fin. Sam se despidió de Nathan quien prometió verlo en el lugar de siempre para el evento, tenía que llegar al cementerio para verle una vez más.
Mientras pasaba por las calles la gente que conocía la mayoría había muerto cuando el pueblo quedo destruido por completo es por ello que se hizo un cementerio y se reconstruyo parte de todo en memoria de todos y cada uno de esas víctimas. La tumba de Leean y Terry fue trasladada a un mejor lugar junto a sus padres para que descansaran en un mejor sitio, cada año la sacerdotisa de los lobos les lleva flores blancas a su tumba, sus rivalidades fueron erradicadas lobos y magos viven en paz olvidando sus guerra por una simple razón, supervivencia, es extraño cuando estás en un momento de crisis puedes olvidar su pasado para poder construir un mejor futuro y eso fue lo que esas dos razas hicieron al ver el fin tan cerca.
Al llegar al cementerio Sam camino entre todas y cada una de las tumbas sintiendo el viento frio su alma esta triste sabía que si hubiera podía cambiar la historia para que nadie muriera lo hubiera hecho poro aprendió que no siempre puedes proteger a las personas y que hay que dejarles ir si era necesario llegando justo a donde quería llegar delante de un mausoleo con cadenas mágicas que solamente las personas invitadas y uno que otro trabajador pueden entrar al lugar.
—Tan puntual como siempre—le dice una voz fría a su espalda cuando llego al mausoleo donde estaban Leean y Terry—esta diferente, supongo que Nathan te pidió matrimonio.
—No me extraña que ya supieras—le dice Sam dándose la vuelta mientras observa a su acompañante no ha cambiado en nada en los últimos años—a veces das miedo Azriel.
—Siglos de ensayo—le dice encogiéndose de hombros—me encanta tu anillo pero el de mi esposo está mucho mejor.
—Modestia aparte—le sonríe Sam mientras se encamina a unos de los árboles para sentarse—¿Cómo está Cody? ¿Cómo lleva la vida de casados?
—De maravilla la verdad—le dice mientras se sienta a su lado—le he dejado bastante trabajo
—Pobre el lobo de la misma muerte ocupado toda la eternidad—le dice Sam con una risa irónica.
—Se lo pago con muchos placeres.
—No quiero saber—le dice Sam tratando de no imaginarse lo que acaba de decirle su amigo, y si por alguna razón Azriel la misma muerte se habían hecho grandes amigos y muy cercanos y eso era extraño ya que eso era imposible en la realidad—sabes que tenemos que hablar.
—No puedes esperar diez años mas—le pregunta con ironía Azriel pero la cara de Sam le indicaba que no iba a esperar diez años mas—de acuerdo ¿Qué deseas saber?
—¿Por qué lo reviviste? —le pregunta Sam con fuerza esa era la pregunta que le había rondado desde el momento en que había visto a Jhos en un automóvil hace diez años.
—Yo no lo reviví, eso está fuera de mi jurisdicción—le dice Azriel quien se sentó a su lado y saco una manzana para comerla como si nada—la verdad hasta yo mismo me sorprendí, sin embargo creo que fue una segunda oportunidad él no era malo completamente, no al menos antes de convertirse en demonio y ser corrompido por la mismas sombras del infierno—se quedo un momento esperando que Sam dijera algo pero este no dijo nada así que continuo mientras comía su fruta—Nathan sabe que yo lo salve porque aun su alma estaba aquí no había cruzado a pesar de la maldición de aquellos látigos que casi lo matan unos segundos más y no lo contaría, pero Jhos, él había desaparecido completamente su alma su cuerpo todo desapareció no quedo rastro.
—Entiendo…
—Cuando lo viste y me lo contaste, necesitaba investigar que su alma fuera suya realmente que no existiera maldad en ella como antes o si hubo alguna fuga en el sello, pero no todo estaba normal.
—¿Entonces? —pregunta Sam sin entender bien.
—Entonces espere este tiempo, lo seguí con una de mis sombras y en efecto era Jhos pero era su kiru, con el que hablaste no tenía ningún recuerdo de nada su cuerpo desintegrado regreso con otro muy parecido casi que el al cien por ciento mas no era aquel Jhos de antes, este es diferente sin recuerdo de su pasado.
—¿Crees que regrese su pasado? —pregunta Sam con la duda había intentado ver su futuro mas no podía entender porque solo eran vacios en blanco.
—No, él se sacrifico para detener todo lo que pasaba pero no pudo y como recompensa por sobrevivir tanto y ayudarte en su último momento regreso a este plano, hasta yo mismo me sorprendo de que alguien así pudiera lograr lo que logro.
—¿Por qué no puedo ver su futuro?  ¿Por qué solo veo espacios en blanco?
—Tu poder es único pero tiene su límite, nunca veras su futuro por el simple razón de que él nunca nació tú ves la vida de las personas nacida no de las que regresan a la vida de alguna forma—le dice con un suspiro Azriel quien lo miraba con aquellos ojos fríos pero cálidos a la vez—tus antepasado jamás entendieron eso y era por ello que jamás vieron que le pasaría a la humanidad después de que la sombras llegaran a la tierra pero tú por alguna razón si y esa era que tu determinación era más fuerte que las de ellos.
Sam no dijo nada mas estaba convencido de que aquello era cierto y no indagaría mas en el tema si Azriel que es la misma muerte estaba convencido que Jhos no sería el de antes él estaría igualmente convencido de ese hecho aunque increíble pero cierto.
Después de un rato mas platicando Sam se retiro por su compromiso con el aniversario del evento, mientras se dirigía a la ciudad su mente recordaba aun cada segundo de aquel día que vivía en su memoria que sería parte suyo hasta que llegara su muerte que no sería hasta dentro de muchos siglos según la historia que le conto su antepasado ellos vivían siglos para mantener el equilibrio mágico entre las razas o hasta que naciera otro vidente y le pudiera enseñar todo lo que sabía, pero también podía compartir su energía con otra persona y así poder estar con su ser amado la eternidad necesaria y eso es lo que haría esa noche con Nathan, el chico se había ganado su corazón y su amor más que nadie borrando todo el dolor interno que sentía ayudándolo a superar todo los obstáculos siendo el más grande de sus apoyo y no quería perderlo no quería verle morir mientras él aun siguiera con miles de años con vida así que esa noche seria la noche en el que transferiría esa fuerza para morir el mismo día, una muerte romántica pensó Sam en ese momento pero era lo mejor para ambos y ninguno sentiría la soledad del otro.
Al llegar al lugar del evento todo estaba adornado espléndidamente muchas hadas y criaturas mágicas colaboraron con todo eso la gente se reunía en un gran escenario lleno de sillas con miles y miles de fotos de personas y criaturas que murieron ese día al llegar al escenario Nathan estaba allí hablando con su familia estaba contento de recuperarla y Sam estaba muy feliz por eso al parecer le estaba diciendo sobre su futura boda. Sam se alejo del lugar ya que quería comenzar y Nathan solo lo miro alejarse dándole un beso, las personas se empezaban a sentar ya era tiempo de iniciar.
—Buenas tardes a todos gracias por asistir a este aniversario en donde se recordaran a las personas que dieron su vida alrededor del mundo por defender a los que realmente les importaban—Sam hablaba y solo sentía un silencio en el lugar aun después de años se siente la tristeza, dolor y conmoción de lo que había sucedido hace años—se que para muchos aun le es increíble lo que sucedió hasta para mí lo es, sé que no hay forma de regresar a la vida esos seres queridos que perdieron y mas se que parece un sueño pero es la realidad una en la que ahora todos debemos trabajar y seguir trabajando por el futuro de todos—unas brujas después de aquellas palabras empezaron aplaudir y todos en el recinto lo hicieron pequeñas hadas volaban aquellas cosas era lo importante para Sam que ambas razas se unieran y pudieran lograr todo juntos por un mejor futuro.
Después de aquellas palabras Sam y Nathan se despidieron de todos no les gustaba sentirse agobiado por todos y hacerles preguntas y es por eso que se iban antes de que todos iniciaran sus pregunta. Al llegar a su casa Sam fue directo al cuarto para descansar y quitarse toda la ropa, Nathan preparaba algo se comer mientras veía como su futuro esposo se duchaba quería estar en esa ducha pero tenía que cocinar o dejar cocinando la cena.
Una vez que hubieran cenado y duchado Sam y Nathan estaban en la cama abrazados el primero sobre el pecho del segundo siempre dormían así pero esa noche sería algo diferente en su conversación antes de dormir.
—¿Aclaraste tu duda? —le pregunta Nathan mientras le acariciaba sus brazos
—Sí y no hay de qué preocuparse al menos eso me dijo Azriel
—Ya veo, es raro que seas amigo de la muerte—dice aquello con una sonrisa
— Es raro pero es así y hablando de la muerte quiero proponerte algo—le dice Sam separándose un poco de Nathan quien lo mira extraño sus ojos daban un brillo que a Sam le encantaba—quiero pasarte parte de mi poder para que estemos juntos hasta el último día de nuestras vidas.
—¿Seguro? —le pregunta Nathan algo extrañado, él nunca le pidió eso siempre mantuvo ese tema fuera de todo eso le daba a entender que no le importaría envejecer a su lado y morir feliz.
—No quiero verte morir y no quiero a ningún otro hombre a mi lado que no seas tú quiero formar una familia contigo y dejar descendiente de alguna manera así que si estoy muy seguro de eso.
Y sin dejar que Nathan dijera algo lo besa con todo el amor que su cuerpo le diera permitiendo así sentir ese cariño que nadie en el mundo le daría dejando claro que Nathan era el hombre de su vida y que se cuidarían uno al otro. Un pequeño sello se formo en ambos pechos desnudo un sello de vida eterna y amor eterno ese era la muestra de su amor puro y sincero.

FIN

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