Notes ✦ 2D

XXXI

2d

Aproximadamente eran las las doce de la madrugada, el momento perfecto para ir a la casa de Jane. Ya que todos están dormidos a esa hora.

No tardé mucho en llegar a su casa, traía una caja de pizza, películas sobre bailes y un ramo de rosas. No tengo idea de sea la habitación de Jane. Opté por llamarle.

—¿Hola? ¿te pasa algo?

—No, ¿por?

—Jamás me marcas a esta hora, son las 12:45 am.

—Ah sí, estoy afuera de tu casa y no se en que dirección queda tu cuarto..

—¿QUÉ? ¿qué haces aquí?

—T-tranquila, es por algo bueno, pero primero, ¿podrías ayudarme?, traigo algunas cosas y no quiero estropearlo.

—Ya bajo, adiós —rió y colgó.

Pasaron cinco minutos y escuché que alguien abrió la puerta.

—¿Stuart?

—H-Hola..

—¿Y todo eso para qué es? —lo señaló.

—Las rosas son para ti, la pizza es para ambos, al igual que las películas..

—Oh.. —mordió levemente su labio inferior. —¿Qué tipo de películas son?

—Una es de romance y la otra de terror..

—Déjame ayudarte con las flores —dijo tomándolas. —Que lindas son, ven, pasa.

—Okay..

—Mi habitación es la que tiene el pequeño balcón, hubiera sido lindo verte trepar por ahí —rió. —Pero que bueno que lo no hiciste, pudo haber terminado en un accidente.

—¿Crees qué soy torpe?

—No, claro que no, pero intenté entrar por ahí y me lastimé el tobillo —Entra —abrió cuidadosamente la puerta.

—Wow.. —examiné el cuarto, era muy lindo y ordenado, nada comparado con el mío. —Q-que bonito.

—Muchas gracias —se sonrojó  Hay que comer antes de que se enfríe.

—Tienes razón.

—Iré por platos y algo para beber, ya vengo —salió de la habitación.

Me dispuse a mirar sus cosas más de cerca, me acerqué a una mesa, donde tenía algunas de sus cosas, habían labiales, papeles y fotos.

—Listo —susurró. —Siéntate Stu —acomodó los platos y vasos.

—Se ve buena —acomodé la caja en frente de los dos —espero que no esté tan fría.

—Toma —me pasó un plato con una rebanada. —Provecho —mordió su pizza.

Mordí la rebanda, pero no recordé los espacios vacíos de mis dientes. Despegué cuidadosamente la harina que se quedó pegada.

—¿Pasa algo? —notó mi acción.

—Am, esto se quedo pegado, es realmente incómodo no tener los dientes completos.

—¿Quieres un cuchillo?

—Nono, así estoy bien. —arranqué un pedacito. —A veces se me olvida que no los tengo, aunque facilita algunas cosas.

—Eso te hace más tierno..

Después de comer toda caja, decidí decirle todo lo que sentía y proponerle lo del baile.

—Jane..

—¿Sí?

—Sé que esto sonará estúpido, pero creo que me gustas.. y y-yo.. —fui interrumpido.

—¿Crees?

—No, ah, o sea, el sentimiento es real.. Lo que quiero decir es que con tan poco tiempo me pude dar cuenta de que eres una maravillosa chica, y yo sólo soy un tonto.

—No eres un tonto, eres el más lindo que he visto, no eres como los demás.

—Esas notas que me enviabas me encantaban, de hecho, aún las tengo.

—¿En serio? —suspiró —No me las recuerdes, que pena.

—Son muy lindas, de vez en cuando, las releo.. Pero volviendo al tema. Eres una chica muy linda, tanto física como emocionalmente. Haces que me ponga más tonto de lo normal..

—Basta, me sonrojas —tapó su cara.

—No tapes tu cara —removí delicadamente sus manos —Jane.. tal vez no sea el mejor chico, pero te quiero y eso es lo que importa —me acerqué lentamente a su rostro, estábamos a unos escasos centímetros, hasta que la besé.

El beso era torpe, hasta que ambos logramos sincronizarnos.

—No me esperaba esto..

—¿Q-quieres ser mi novia? - miré fijamente sus ojos.

—Oh por dios, ¡sí! —me abrazó —Jamás pensé que llegarías a sentir algo por mi..

—¿Por qué linda?

—Porque fui muy psicópata al enviarte notas.

—Oh, ya veo —reí —Yo hubiera hecho lo mismo contigo. —ambos nos quedamos en silencio —¿Ya tienes pareja para el baile? —pregunté dudoso.

—Mmm no ¿por?

—¿Quisieras ir conmigo al baile?

—Por supuesto Stu-Pot - besó mi mejilla.

—Son las 2:30 am ¿no tienes sueño?

—Un poco —frotó su ojo.

—Entonces lo mejor sería que me vaya..

—¿Estás loco? ya es muy tarde, te pueden robar o algo. Puedes quedarte aquí, si quieres..

—¿S-segura? —ella asintió. —Dormiré en el piso, no quiero que vayas a pensar que solo vine para tener.. ya sabes..

—Tranquilo, no pensé nada. —Toma —me pasó una almohada y una manta.

—Gracias —sonreí. —Buenas noches Jane.

—Igualmente Stuart —acarició mi cara.

……….

Desperté, y ya estaba amanecido. No tengo idea de que hora sea, pero ya debo irme o podría meterla en problemas.

—Jane.. despierta —la moví un poco.

—¿Mmm?

—No quiero irme sin despedirme..

—¿Qué hora es? —dijo levantándose.

—No lo sé, pero no quiero que a mi madre le vaya a dar un infarto si no me ve.

—Está bien, adiós. —rió.

—Te quiero —me acerqué a ella y besé su frente.

—Y yo a ti.

Salí por la ventana, ya que probablemente sus padres estén despiertos. Y tomé la dirección a hacia mi casa.