Notes ✦ 2D

IX

2d

Se llegó el día de mi "fiesta" de cumpleaños, no sé porque me dejé convencer, se suponía que era algo pequeño, pero me enteré de que invitó a todo el instituto.

—Ya levántate, tenemos que arreglar esta pocilga —escuché que alguien entró a mi habitación.

 —No pude dormir —dije molesto —Haces demasiado ruido, no volveré a dejarte dormir aquí.

—Mañana duermes, ahora no tenemos tiempo para tus estupideces —me aventó un zapato.

Hoy será un largo día..

.........

—¿Sabes cuánta gente vendrá? —dije mientras caminaba de un lado a otro.

—No lo sé, yo sólo invité a todo lo que pude —rió —Esta será la mejor fiesta que he organizado —dijo triunfante.

—Mis padres me matarán si se enteran de e-esto.. —murmuré.

—Que mas dá, la verdad no se pierde nada si mueres. —me miró con incredulidad.

—Creí que aceptarías la mitad de la culpa, ya que tu organizaste esto..

—Sabes que yo no hago ese tipo de cosas, no van conmigo, ya deberías estar acostumbrado —golpeó mi cabeza.

- E-en cualquier momento va a llegar la gente - dije nervioso.

- Estoy harto de tu maldito nerviosismo, un comentario más y terminarás en el hospital. - levantó el puño en señal de advertencia.

.........

Sólo pasó una hora y media y todo está fuera de control, no sé donde rayos está Murdoc, supongo que Russel está comiendo. Salí de mi habitación con la intención de ver que tanto destrozo había.

—¡Pot! —escuché a lo lejos que gritaban, ¿quién más me llama por mi apellido? Murdoc.

—¿S-si? —me acerqué dudosamente.

—Te quiero presentar a alguien —dijo mientras bebía una cerveza.

—¿Una amiga? ¿que tipo de amiga? —entrecerré los ojos.

—Es una amiga íntima —chasqueó la lengua. —Te encantará, ya verás. 

—N-no creo que sea buena idea —salí corriendo de ahí. Rápidamente me dirigí hacia el jardín y me senté en una de las sillas que habían.

—Hey.. —dijo alguien tocándome el hombro.

—H-hola - dije nervioso.

—¿Cómo estás? —acomodó su cabello y se sentó a mi lado.

—¿Eres amiga de Murdoc? - pregunté.

—No, no tengo idea de quien sea, te ví solo y me nació hablarte, pero si quieres te dejo solo —dijo levantándose.

—P-perdón, es que por tu apariencia, parece que eres mayor y p-pues, el suele tener amistades mayores —rasqué mi cuello.

—No te preocupes, podemos empezar de nuevo ¿qué dices? —rió.

—S-sí... me llamo Stuart —alcé levemente mi brazo.

—Paula — sonrió —¿Quieres ir a tomar algo? —preguntó dudosa.