James me había buscado de la escuela, y me había pedido que hablemos... Acepté y nos fuimos a su casa:
- ¿De que querías hablar?- le digo.
- ¿Quieres probar?- dice él mostrándome una bolsa blanca.
- ¿Qué tienes?
- Heroína, mi amor.
- No quiero.
- Te puede hacer sentir fantástica...
- No quiero hacerlo, sé que voy a dormirme, y no quiero que me veas en ese estado
- Bueno, yo me inyectaré y luego tú...
- Pensé que no te drogabas
- Es diferente
- ¿Por qué quieres que yo la pruebe?
- Porque te hará feliz, y hace tiempo no te veo así.
- Me dijiste que querías hablar conmigo, si no vas a decirme que quieres, me voy.
- ¿Quieres saber que quiero?- dice acercándose.
- ¿Qué?
- Esto- dice y me aprieta una nalga con su mano izquierda.
- Me das asco James- digo, y el no hace nada más que reírse.
- Oye, era un chiste... Además, soy yo quien debería enojarse contigo porque me besaste y luego desapareciste.
- Siento eso, fue un error... Pero no me vuelvas a poner una mano encima porque juro que te haré la vida imposible.
- ¿Cómo a mi pobre hermanita cuando la golpeaste, la drogaste y la trajiste en mitad de la noche tú sola?- dice insinuando que el puede arruinarme peor.
- No te atreverías...- le digo.
- Tú no te atreverías... Sabes que puedo hablar.
- ¿Qué quieres?
- Que hagas unas entregas por mí.
No puedo entender como a este chico todos lo ven perfecto... En este pueblo, todos aman a James, y es porque nadie sabe que es un drogadicto, un vendedor, y que es un asco como hombre.
- Bien- digo.
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Solía ser la chica buena
Novela Juvenil¿Qué hace que una dulce, inteligente y educada chica, se convierta en un desastre?