Jenna Mordog es una joven empresaria que está comprometida con Denzo Zuazua, quien solo la quiere como a un trofeo.
Su camino se cruza con el de Ted Colton, su enemigo de negocios quien está en problemas financieros y una asesina quiere matarlo.
J...
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Y ESTOY APRENDIENDO QUE CUANDO LAS COSAS VAN MAL, SIEMPRE SE PUEDEN PONER PEOR
TED
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—Oye, anímate un poco, traes cara de muerto.
Corbin palmeó la espalda de su amigo, odiaba verlo tan decaído.
—No tengo otra cara. Jamás me habían rechazado tanto en mis 25 años de vida —Ted se pasó la mano por su cabello negro despeinándolo.
—No puede ser tan malo, habrá mejores empleos esperándote. Además, con lo que nos pagarán hoy por pulir este piso, completamos para la renta de mi departamento —Corbin limpió sus manos en el overol azul que traía puesto.
—¡Ubícate Corbin! nadie me dará trabajo en ningún puesto que tenga que ver con la administración, casi me cierran las puertas en la cara hoy. Por el momento, mi nombre y apellido son como la lepra. Apenas lo escuchan y me echan a patadas. No me sorprendería ir a una empresa mañana y encontrar un letrero que diga: "Ted Colton, prohibida la entrada".
El chico se inclinó para enchufar la máquina pulidora en la conexión y gruñó cuando escuchó a su amigo reírse de él mientras extendía un largo cable color negro de la misma.
—Apenas llevas tres días buscando trabajo, no seas un exagerado —lo miró sonriente— yo te enseñaré a trabajar en otra cosa que no sean los números. Estarás bien, no desesperes.
—No sé hacer nada que no tenga que ver con los números —Ted tomó el mango de la pulidora.
—¡Ted no toques...!
El chico apretó el botón de encendido, la pulidora se movió con fuerza y lo arrastró dándole una sacudida hasta chocar con la pared.
—¡Ouch!
—Bienvenido al mundo real, riquillo.
Corbin rió a carcajadas mientras caminaba hacia él.
—Creo que me rompí algo ¡Ouch! —Se quejó Ted mientras que Corbin no paraba de reír— ¡Y apenas vamos comenzando!
