Gracias a la fantástica magia de Undertale... Chara y Asriel volvieron a la vida cuando Frisk logró sacar a los monstruos del subsuelo.
Ahora intentarán hacer una vida "normal" en la superficie.
Aunque, al principio, Chara no se lleva muy bien con F...
Hace un par de minutos que Frisk dejó de llorar, pero Chara aún continúa acariciando su cabello, lentamente y con mucha delicadeza.
–Frisk...? –susurra mientras agarra sus ombros y la aleja de ella, para ver su cara.
Está dormida.
Intentando no hacer movimientos bruscos para no despertarla, Chara tumba a su hermana en la cama.
–A saber lo que te ha hecho ese imbécil...
Se pone en pie y mira a su alrededor. En el suelo está el móvil que tiró el tío de Frisk hace casi un cuarto de hora. Extiende la mano y lo recoge.
–Por suerte no se ha roto...
Enciende la pantalla y se encuentra con la foto esa de ella que vió el tío.
–C- Cuándo me ha sacado esta foto? –se pregunta para si misma, sonrojada.
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Apaga la pantalla y deja el móvil encima de la única mesa que hay en la habitación.
Camina hacia Frisk y la mira por última vez antes de irse.
–No te preocupes, te sacaré de aquí...
Con los dedos de su mano izquierda, aparta hacia un lado unos mechones de pelo que le tapan la cara de Frisk.
–Mañana volveré... –se despide mientras le da un beso en la misma mejilla donde le pegó su tío.
Va hacia la ventana, la abre, sale afuera y la cierra, todo con mucho cuidado, para no hacer ruido. Pero, cuando empieza a caminar, apoya mal un pie y resvala, cayendo al suelo. Se llevó un fuerte golpe en la espalda, que la dejó sin respiración. Con una mano agarra con fuerza el césped y con la otra se tapa la boca, para evitar toser.
Tras unos cinco minutos tirada en el suelo, intentando recobrar la respiración, se levanta con algo de dificultad.
–Hola Chara –dice una voz a su espalda.
–AH! –grita, asustada.
La chica se da la vuelta y se encuentra con el esqueleto de la chaqueta azul.
–Sans!
–El mism-
Pero Chara lo agarra de su chaqueta y lo empuja hasta que su huesuda espalda choca contra la pared del garaje.
–Por que demonios llamaste a Frisk! –le grita con sus ojos rojos cargados de ira.
–Yo... esto... –tartamudea–. Me compré un móvil y estaba probando unas cuantas cosas.
–Idiota! Por tu culpa le hicieron daño a Frisk! –agarra con más fuerza su chaqueta.
De repente, una luz de la casa se enciende.
–Q- Qué le hicieron qué? –pregunta confundido– Bueno... Ya me lo contarás...
Sans apoya su mano sobre el ombro de Chara.
–Que estás haciendo! –protesta.
–Si no quieres que alguno de esos dos te pillen aquí afuera, cierra los ojos.
–Solo voy a pillar un atajo hacia tu casa.
–Vale... Pero más te vale que solo me toques el ombro... –dice mientras cierra los ojos.
–Descuida...
Alguien abre una ventana y mira hacia el jardín, pero no hay nadie.
–Que raro... Me ha parecido haber escuchado a alguien... –dice el tío de Frisk.
