¿A quién eliges? (Charisk) (Chara X Frisk)

Cap 18: Flores

Asriel gira el pomo y abre la puerta de casa.

–Hola hijo mío! –saluda Asgore.

–Papá! –responde Asriel, abrazándolo.

En la cocina se escucha un plato rompiéndose.

–Y qué haces otra vez aquí? –pregunta, separándose de su padre.

Asgore se da media vuelta y camina hacia su nuevo coche, que está aparcado justo en frente de la casa.

–He venido para hablar con tu madre... –dice mientras del interior saca unas cuantas cosas que Asriel no alcanza a ver.

–Oye, papá... Me puedes ayudar en una cosita...? –pregunta con un poco de timidez.

–Claro que si, hijo. Cuéntame.

Asgore vuelve hacia la casa, con una bolsa de plástico en la mano.

–Emm... Sabes como puedo hacer para que una chica se enamore de mi...?

–Jajaja. Estás hablando con la cabra adecuada, hijo mío –suelta una pequeña carcajada, mientras apoya su mano en el hombro de Asriel.

El chico sonríe de alegría por tener a alguien que le ayude en su pequeño problema, y de orgullo, por tener a un padre tan bueno y sabio.

–Para conquistar el corazón de una chica, tienes que ser amable con ella y, sobre todo, darle muuuuchos regalos. Como flores, bombones, etc.

–Y... Ya está...? Solo eso? –pregunta Asriel, un tanto sorprendido.

–Claro! Si haces todo eso, no tardará en enamorarse de ti.

–Gracias papá! –se pone de puntillas, para darle un beso en la mejilla.

Después, se da media vuelta y corre hacia su habitación.

–Ay... Que rápido crecen... –susurra mientras se limpia una pequeña lagrimilla que le bajaba por la mejilla.

Asgore entra en casa, cerrando la puerta tras de él, y empieza a caminar por el pasillo, buscando a su ex-esposa.

–Saludos Tori.

Toriel está en la cocina, recogiendo los trozos de plato del suelo.

–Hola, Asgore –responde con frialdad.

El rey se acerca a Toriel y le da un ramo de flores amarillas que sacó de la bolsa de plástico.

–Toma, un pequeño regalo...

Toriel las coje, abre la ventana y tira el ramo al jardín.

Aunque Asgore parece estar feliz por fuera, en realidad, está llorando por dentro ahora mismo.

–Algo más? –pregunta Toriel, cerrando la ventana.

–Emm... Si –se sienta en una silla–. Para celebrar la vuelta de Frisk, me gustaría llevarlos una semana a mi nueva casa en la playa.

–Tienes una casa en la playa...?

–Si. Les dejas ir?

Asgore mira todo el desayuno casero perfectamente colocado y ordenado en la mesa. Le está entrando hambre.

–Claro. No le voy a prohibir a mis pequeños que se lo pasen bien.

–Si quieres tú también puedes venir –ofrece Asgore.

–No puedo –responde una vez más Toriel con frialdad.

–Por qué?

–Tengo cosas que hacer...

–Lo qué?

–Cosas, Asgore, cosas!

Ambos se quedan en silencio.

–B- Bueno... Hoy a la noche vendré a recogerlos. Tienen que llevar maleta con ropa, bañadores, toallas... Ya sabes...

En el pasillo, al lado de la puerta, están Frisk y Chara escondidas, escuchando toda la conversación.

–Has oído eso...? Vamos a ir a la playa! –susurra Frisk, emocionada.

–Oh wow... Playa... Mucha gente haciendo ruido, niños corriendo de un lado a otro y llenándonos de arena
... Es algo maravilloso –dice Chara con ironía.

–Pues a mi me encanta la idea! Voy a decírselo ahora mismo a Asriel!

Frisk se va corriendo, emocionada, a la habitación de su hermano.
En cambio, Chara, entra a la cocina, actuando como si no hubiese escuchado nada.

–Buenos dias Chara –saludan Toriel y Asgore casi al mismo tiempo.

Chara coge una taza y la mete debajo de una máquina que te prepara chocolate caliente, marca MTT. Es como una cafetera, pero versión chocolate caliente.

–Que hacéis vosotros dos aquí, reunidos, en la cocina? Acaso ya volvéis a ser marido y mujer? –pregunta Chara mientras coge una galletita.

Toriel, al escuchar eso, empieza a reirse. En cambio, Asgore, se queda callado.

–Supongo que eso es un no...

CONTINUARÁ...