Gracias a la fantástica magia de Undertale... Chara y Asriel volvieron a la vida cuando Frisk logró sacar a los monstruos del subsuelo.
Ahora intentarán hacer una vida "normal" en la superficie.
Aunque, al principio, Chara no se lleva muy bien con F...
–Frisk! Asriel! Salid de mi cama ahora mismo! –grita Chara.
Asriel y Frisk se esconden debajo de las mantas.
–Teneis 17 años y actuais como si fuerais críos... Venga! A dormir en el suelo!
Los dos, entre risas, salen y se tumban en sus pequeñas camas improvisadas, hechas con un par de mantas y almohadas.
–Y callaos que quiero dormir –dice Chara mientras se mete en su grande y cómoda cama.
–Siii! –gritan los dos al unísono.
2 horas después
Asriel y Frisk llevan todo el rato hablando, bajito, pero lo suficientemente alto para que Chara no pueda dormir. Está con los ojos abiertos como platos y con las orejas tapadas con la almohada. De repente se callan. La paz regresa a la habitación. Chara cierra los ojos y se duerme.
A la mañana siguiente
Los primeros rayos de sol se cuelan por la ventana. Chara se despierta, pero se da cuenta de que no está sola. A su derecha está Asriel y a su izquierda Frisk. Frisk es la que más está pegada a ella. Está tan cerca que puede oler el aroma de su pijama.
–Pff... Lo que me faltaba –susurra Chara.
La chica se levanta y se desnuda en la habitación. Lo hace porque sabe que ellos están dormidos. Aún así, no tiene nada de vergüenza en mostrar su cuerpo. Abre el armario, se viste con su ropa de siempre y sale de la habitación.
–Mamá, está el desayuno listo?
Pero nadie responde.
Chara se asoma por la ventana. Es un día primaveral, el cielo está despejado y los niños juegan por la calle.
–Que asco de día... –dice mientras se sienta en una silla de la cocina.
–Vaya Chara, que rápido te has levantado...
Es Asriel, que acaba de entrar en la cocina. Pero Chara no contesta. Está jugando con un tenedor que había encima de la mesa.
–Ey... Dentro de poco va a venir Sans a darnos una vista.
–Que?! –dice mientras clava el tenedor en la mesa–. Por qué?!
–No se... Querrá ver a Frisk...
De repente, Sans aparece en la cocina. Se ha teletransportado.
–Alguien me ha llamado? Jejeje... Hola Asriel y... Hola, tú.
–Tú tiene un nombre... –replica Chara mientras come un poco de chocolate–. Y quien te ha dado permiso para teletransportarte a mi casa?
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–Asriel, dónde está Frisk? –pregunta Sans ignorando a Chara.
–En su habitación.
–Valep.
Sans desaparece una vez más.
–Sans! No hagáis mucho ruido! Y cerrad la puerta para que no traumeis a Asriel si pasa por ahí! –grita Chara para que la escuchen desde la habitación.
Su hermamo no sabe lo que Chara quiere decir, pero tampoco pregunta.
–Ey Chara, ya has desallunado?
Pero antes de que respondiese, Asriel le pone un baso de zumo de naranja con una barra de chocolate encima de la mesa.
–Oh... Gracias Asriel, que haría yo sin ti...
Asriel se sonroja al oír esas palabras.
El timbre de la casa suena. Alguien está llamando a la puerta.
–Asriel, vas tú?
–No puedo, voy a hacer mi desayuno y el de Frisk...
–Vale chef... Iré yo... –dice Chara mientras se levanta lentamente de la silla con el vaso de zumo en la mano.
Abre la puerta y se encuentra con una niña de unos 14 años de edad vestida con un uniforme raro.
–Buenos días, quiere usted comprar unas galletitas? Son para recaudar dinero...
–Tienes galletas de chocolate?
–No, el chocolate es malo para la salud! Tiene exceso de azúcar y puede-
Pero Chara le cierra la puerta en las narices.
–Nadie me va a dar lecciones sobre lo que es bueno o malo... –susurra mientras vuelve a la cocina.
Ahora están Sans y Frisk sentados a la mesa, y Asriel sigue cocinando. Huele bastante bien lo que está haciendo.
–Ya habéis acabado? Vaya Sans... Eres más rápido de lo que pensaba... –dice Chara con tono de burla.
Frisk se sonroja al oír eso.
–Ja- Ja... Eres muy graciosa... –contesta Sans.
–Venga, venga, haya paz... –dice Asriel.
–Voy a encender la tele, a ver que hay hoy en las noticias.
Frisk coge el mando y enciende la televisión. Están hablando sobre los monstruos.
