Capítulo 11

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Salgo de la sala de estudios rumbo a mi habitación. Nat ha decidido quedarse un rato más para estudiar.
Entro en la habitación y observo una escena que me deja perpleja : Sara en la cama subida sobre un chico. Están comiéndose a besos , pero cuando me oye entrar, ella se baja rápidamente de la cama y puedo observar al chico que estaba con ella, Daniel. No lleva puesta la camiseta y yo no puedo evitar fijarme en sus perfectos músculos.
- ¿No sabes llamar? - dice Sara molesta
- No he llamado porque no esperaba que estuvieras aquí. Estos días no has venido a dormir y pensaba que hoy sería igual
- ¿Le has contado a alguien que no he dormido estos días en la habitación ?
- No , a nadie. ¿dónde has dormido estos días?
- En mi habitación - dice Daniel con una voz muy masculina a la vez que se levanta de la cama. Al hacerlo se le marcan mucho los músculos y yo me quedo ensimismada. Rápidamente se pone la camiseta y sigue hablando - Como yo estos días no he estado , se sentía más cómoda durmiendo allí y es lo que ha hecho.
- Sí , la cama de mi novio es también mi cama - dice colgándose de su cuello. Se dan un beso que se me hace eterno, mientras yo aparto la mirada incómoda.
- Una vez aclarado todo toca hacer las presentaciones . Este es mi novio Dani y esta es mi compañera de habitación ...
- María - dice él. Se sabe mi nombre... Que raro- encantado - dice con una sonrisa perfecta. Yo me limito a sonreír como una tonta. Tras despedirse de su novia se marcha de la habitación.

Antes de dormir reviso mi cuenta de Instagram. Tengo un mensaje privado sin leer. Lo abro y veo que es de Fer, el chico del avión. Me sorprende que me haya escrito porque ya habían pasado bastantes días desde que nos conocimos y pensaba que ya no lo haría. Pero también me agrada porque me cayó muy bien el chico. Leo el mensaje que dice:
- Hola María, soy Fer, el chico que conociste en el vuelo a España. Siento no haberte escrito antes pero es que he estado muy liado estos días con el tema de la universidad. ¿Recuerdas lo que te dije antes de despedirnos ? La propuesta sigue en pie. Me gustaría quedar contigo un día de estos para dar un vuelta por la ciudad. ¿El sábado por la tarde te viene bien ?
Después de leer el mensaje le contesto:
- ¡Hola Fer! Me alegro de que me hayas escrito, pesaba que ya no lo harías jajajaja. Me gustaría q me enseñaras la ciudad porq en los días que llevo en España no he tenido la oportunidad de salir de la escuela - Pienso un instante antes de contestar a su pregunta. El sábado por la tarde es la fiesta y puede que sea una buena oportunidad para pasarlo bien con mis nuevos amigos... - El problema es q el sábado ya tenía planes... Pero otro día podríamos quedar
Fer no tarda en contestar:
- Ok , no pasa nada. La semana que viene lo hablamos porq el domingo no voy a poder.
- Vale perfecto
Nos despedimos y apago el móvil. Sara está lavándose los dientes y yo me tapo con la manta y cierro los ojos.

A la mañana siguiente Sara se tira mil horas en el baño y yo me estreso porque no me da tiempo a asearme. Cuando bajo a desayunar ya casi es la hora de entrar a clase. Me cojo una magdalena del comedor y salgo corriendo a clase.
Mis esfuerzos no sirven para nada porque finalmente llego tarde. Una de las normas del centro es la puntualidad. Si llegas tarde a clase te quedas fuera.
Al parecer no soy la única que se ha quedado fuera. En un banco está sentado Javier con la mochila. Al verme me saluda:
- Buenas, ¿haciendo pellas?
- No, gracias a tu amiguita Sara, que se ha tirado una hora en el baño, he llegado tarde a clase y no me dejan entrar
- Mi despertador ha sonado tarde y la profesora me ha cerrado la puerta en las narices
- Uf, qué mala gente
- Ya... Tampoco tenía muchas ganas de tener literatura. Si quieres podemos ir a la cafetería a tomar un café- me propone
- Me parece bien
Bajamos a la cafetería y charlamos un buen rato. No es como creía, resulta que es un chico muy majo. Empezó con el baile hace poco por obligación de sus padres. Le encanta la juerga, cosa que era obvia y me cuenta que solo busca divertirse, no una relación estable.
Suena el timbre que anuncia el final de la primera clase y subimos corriendo para no volver a quedarnos fuera.

Hoy viernes, toca baile de salón. La profesora nos coloca por parejas en línea recta a lo largo de la clase. A mí me toca bailar con Javi y la verdad es que estoy contenta de que me haya tocado con él porque después de la conversación de esta mañana me cae muy bien. Me lo paso genial durante la clase porque no nos paramos de pisar. El último ejercicio es un baile lento, pero en esta ocasión hay que ir rotando las parejas. Primero bailo con Javi, luego con Jorge y a mi derecha está Daniel, que es el siguiente chico con el que me toca bailar.
Cuando toca el cambio de parejas Dani se acerca hacia mí y mi cuerpo comienza a temblar. Me agarra con una mano por la cintura y la otra la junta con la mía. Me saca una cabeza y noto su respiración sobre mi pelo. Agacho la cabeza para no mirarle a los ojos pero la profesora me obliga a levantarla y le miro directamente a sus increíbles ojos verdes. Nos miramos fijamente a los ojos unos instantes y a mí se me corta la repiración.
- Vaya - me dice
- ¿Qué pasa?
- Tienes los ojos azules... Son preciosos. No me había fijado - me da mucha vergüenza y miro hacia otro lado. Mi corazón va a mil por hora. Espero que no se dé cuenta
- Hay mucha gente que no se fija - le digo, y justo en ese momento toca cambiar otra vez de pareja. Cuando se va respiro aliviada. Nunca me había puesto tan nerviosa por hablar con un chico.

Al salir de clase Javi me agarra del brazo y me dice que si quiero ir a dar una vuelta por el parque. Acepto su petición y salimos juntos fuera del edificio ante las atentas miradas de mis amigos. Paseamos durante un buen rato por los jardines de la residencia y acabamos sentados en un banco al lado de una fuente.
- ¿Tu madre murió ? - me pregunta de repente
- ¿Quién te ha dicho eso ? - le digo a la defensiva. Creía que nadie de esta escuela lo sabía . En cuanto menciona a mi madre me entra un nudo en el estómago y ganas de llorar. Javi se da cuenta y se disculpa, ignorando mi pregunta:
- Lo siento, no pretendía herirte
- No pasa nada, es un tema del que prefiero no hablar - una lágrima rueda por mi mejilla y Javi me la seca con su dedo pulgar, se acerca a mí y me dice de manera seductora:
- No hace falta que hablemos más - Me mira fijamente a los ojos, acariciándome suavemente la mejilla mientras su boca se va aproximando a la mía... ¿Va a besarme?

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