Permanezco sentada en un banco fuera del local. Corre el aire y hace frío pero eso me da igual. Tengo los ojos hinchados de tanto llorar y se me ha corrido el rímel por toda la cara. Pero lo peor... Es que no sé volver a la escuela. En este momento desearía tener mejor orientación o haberme fijado más por dónde íbamos por el camino. Pero claro, no sabía que nada de esto fuera a pasar¿ quién lo diría? Para el colmo ni siquiera sabía lo de la beca... Pensaba que me la habían dado por mis propios méritos, pero me equivocaba. Todo ha sido un error desde que llegué. Pero ahora mismo no puedo volver porque también estoy enfadada con papá. Él sabía los motivos por los cuales me dieron la beca y me mintió...
Alguien se sienta a mi lado en el banco. Me he alejado bastante del local y me sorprende que alguien me haya encontrado. A no ser... Que me haya seguido. Giro la cabeza y para mi sorpresa no es ninguno de mis amigos, sino un chico guapísimo de ojos verdes quien me mira y me dedica una sonrisa preciosa.
- ¡Dani! - digo sorprendida sorbiendo por la nariz.
Él me entrega un pañuelo y me limpio los restos de rímel aunque ya no hay nada que hacer... Estoy hecha un desastre.
- Quería saber cómo estabas. Cuando saliste del local corriendo... Me quedé preocupado- me dice. Ni siquiera somos amigos y se preocupa por cómo estoy
- ¿Cómo me has encontrado? - le pregunto, aunque ya intuyo la respuesta
- Te he seguido. Siento mucho lo que te ha hecho Sara... A veces se comporta muy mal con algunas personas. Parece que la ha tomado contigo
- No tienes que disculparte por lo que haga tu novia
- Bueno... Sabía que estaba tramando algo con Javi pero decidí no meterme... Si hubiera sabido que se trataba de esto... Lo habría impedido - dice con sinceridad - Yo soy la única persona que la puede hacer cambiar de opinión - me quedo callada. Nos quedamos en silencio un rato, escuchando el ruido de los coches al pasar, hasta que él rompe el silencio
- Eres buena. Bailando digo - suelta de repente
- No... No lo creo. Soy incapaz de seguir bien los pasos. Especialmente en el baile moderno
- Bailas bien, pillas los pasos pero lo que pasa es que tienes que soltarte más
- Esa frase me suena de algo jajajaja - es lo que me dijo la profesora el día que me regañó por no hacerlo bien en la clase de baile moderno. Nos reímos.
- Deberías dejar de pensar tanto cuando bailes. En el baile moderno no hay que tener en cuenta la técnica
- En parte sí - le corrijo
- Ya, pero tienes que sentir la música... Dejar las preocupaciones de lado y las inseguridades. Baila como lo hacías antes en la pista- me dice.
No puedo evitar sonrojarme. Se ha fijado en mí mientras bailaba en la fiesta. Me sentía protegida y como dice él "sin inseguridades" porque estaba entre medias de mucha gente, pero si tengo que bailar sola... Eso ya es otra historia...
- No sé ... No me veo capaz. Aun así necesito aprender más. Yo no suelo hacer baile moderno y me cuesta
- Si quieres yo te puedo enseñar. Quedamos un rato estos días antes de la prueba de nivel del jueves- la verdad es que me vendría genial. Él baila fenomenal y yo soy incapaz de montar una pequeña coreografía de baile moderno sola . Pero...
- ¿Qué consigues tú a cambio ? - le pregunto
- Pues... No sé ahora mismo. Pero ya me devolverás el favor
- Está bien. Trato hecho.
Nos damos la mano para sellar el trato y se me pone la piel de gallina al sentir tu piel. ¿Qué me pasa? De nuevo un silencio , pero es uno de estos silencios cómodos.
- ¿Vas a volver a la fiesta ?- me pregunta. Son solo las diez pero no quiero volver a entrar en ese horrible lugar, además estoy hecha un asco.
- No, me voy a la escuela. ¿ cómo se llega hasta allí ? - pregunto con timidez ya que seguro que es un camino muy sencillo de recordar.
Me explica el camino de vuelta y se ofrece a acompañarme hasta allí
- No, vuelve a la fiesta. Tu novia te espera - le digo, rechazando su propuesta
- ¿Estás segura? De verdad que no me importa...
- Que sí , vuelve dentro.
Nos despedimos con la mano y antes de alejarme le digo:
- ¡Gracias! - me sonríe y me giro rumbo a la escuela.
Durante toda nuestra conversación he tenido la tentación de hacerle una pregunta: ¿cómo le puede gustar una chica como Sara? Él es distinto... Nada que ver con ella.
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A tu lado (By your side)
Genç KurguMaría es una chica de 16 años cuya pasión es el baile, su mayor refugio tras la muerte de su madre. Debido a esa tragedia su familia no vuelve a ser la misma y ella cambia desde su apariencia hasta su personalidad. Sin embargo su vida da un giro de...