Detrás de las tinieblas

12

Lodo.
Sangre.
Mi cabeza no deja de dar vueltas y vueltas.
Intento centrarme pero es casi imposible.
Mis pensamientos están dispersos y lo único que intento hacer es juntarlos.
Las lágrimas brotan solas.
¡No puede ser!
No puede ser...
Es...
Me pregunto por qué razón estoy envuelta en esto.
Le busco una causa a esta consecuencia, el momento exacto en el que lancé mi vida por la borda. Mi libertad. Mi cordura.
Pienso en el día que decidí ir al hospital.
¿Por qué lo hice?
Creo que hasta este momento no tenía ni idea de por qué hacía las cosas.
Fui por...¿curiosidad?
Quizá ya sabía que mi papá me había mentido. Que había roto su promesa.
—En cuanto este caso termine, ya no habrá otro querida, se acabó.
Me quedé en silencio un momento, quizá recordando la expresión de mamá. Horror.
—¿Lo prometes?
Soltó una risita.
—Lo prometo cariño.
Y ahí había cometido el primer error.
No la promesa, meterme en asuntos que no.
Pero...algo me llevó a ir a investigar.
Algo me está llevando a saber más y más.
Me niego pensar que no es curiosidad.
Me niego a pensar que no es el dolor por las mentiras de mi papá.
Pero sé que si me creo eso estaría viviendo en esas mismas mentiras.
Sé muy bien de dónde vienen todas esas desiciones sin sentido que he tomado.
Sé por qué aún después del dolor de cabeza me he reído, sé por qué lo he visto. También sé cómo es que he podido contestar las respuestas del hospital.
Sé por qué no he dicho la verdad, por qué en vez de contarles de Toby les conté de mi "suicidio".
Sé por qué he accedido a crear un elaborado plan para llevar a Toby a ver a su madre.
Sé el por qué de todo.

Las pesadillas.
El pasado.

Pero...sobre todo sé...
Que ya no quiero huir.
Y además también sé de quien es la sangre que manchaba el hacha de Toby.
Mi profesor de metodología.