Nota 18

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Escrita en una hoja blanca del libro "La Uruguaya". Cerca de mis anotaciones sobre infidelidad.

¿Sabes qué? Tengo una conclusión sobre la conversación de hoy: guarda los problemas con tu esposo para el psicólogo. No es de mala onda pero tengo mis razones. Lo primero es que soy pésimo dando consejos, y sino me crees mira el desastre que es mi vida. Claro, vos podes decir que lo único que necesitas es una oreja que te escuche. Te entiendo, pero en ese caso mejor llama a una amiga o comprate uno de esos robot que repiten alguna frase "ajam..." "hum..." "te entiendo amigo".

Perdón lo directo. Te veo dormir con esa delicadeza tuya, abrazada a mi panza, con los ojos cerrados y movedizos. Siento que estoy siendo cruel. Pero te lo mereces. En parte al menos, porque ya habíamos quedado que los matrimonios no se metían en nuestra cama.

Te saqué una foto mientras dormías. Sí, sale tu cara. Lo sé, esto te va enojar. Respira hondo, relaja los hombros. Es solo para recordar las curvas de tu cadera, que son mi perdición pero también la salvación. Todos nos salvamos de milagro en alguna curva. Mi curva sos vos.

PD: la foto también sirve como amenaza, si volves a hablar de tu marido (que cuando estamos juntos solo se lo puede nombrar al paso y con el nombre de EX) la publico en Instagram y que se pudra todo.  

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